Libros de ayer y hoy
¿Quién, en su sano juicio, se atrevería a asegurar que Felipe Calderón no va a devolver el golpe? Usted que lo conoce cual visceral y vengativo, ¿apostaría a favor de que el ocupante de Los Pinos se quedará cruzado de brazos ante los tres dedos de triunfo que en Tijuana no se cansa de levantar Jorge Hank Rohn?
Personalmente, adivino una muy próxima operación más amplia, ambiciosa, quizá mejor ejecutada que aquella que pretendió encarcelar al benjamín del mítico profesor de Santiago Tianguistenco, por la posesión de un arsenal.
Fuentes fidedignas me aseguran que, desde hace meses, la hasta ahora fallida Administración federal del michoacano tiene en su poder voluminosos expedientes elaborados por agencias del gobierno estadounidense. En ellos no sólo aparecería Jorge, también el hermano mayor Carlos Hank Rhon, sólo que ahora a ambos se le estaría involucrando en blanqueo de dineros.
No fue casual, por ende, que en la última conferencia de prensa dictada por la procuradora federal Marisela Morales, ella misma diera a conocer que su dependencia ya había realizado los trámites necesarios ante agencias extranjeras lea usted: estadounidenses– para que éstas remitieran cualquier información que incriminara al entonces detenido propietario de los Xoloitzcuintles bajacalifornianos.
Ante ello, no faltó quien opinara que dichas agencias de EU, sobremanera la DEA y la ATF, habían dejado a Calderón colgado de la brocha, al no responder con oportunidad, esto es, antes de que dos jueces liberararan igual número de veces al también propietario de la más grande cadena de casinos.
Todo indica que no ha sido así. De lo que se trata es, en todo caso, de poner en práctica el refrán que reza aquello de que quien ríe al último ríe mejor. El estilo de Calderón, pues, del que dio sobradas muestras durante su peculiar campaña proselitista en el 2006, y aún desde antes cuando contendió con Santiago Creel por el abanderamiento panista.
Serio como suelen ser los banqueros, Carlos Hank ya habría sido investigado por los estadounidenses en épocas pasadas, cuando pretendió adquirir un banco del vecino país del norte mayor al que entonces poseía en la fronteriza ciudad texana de Laredo. Hasta este último banco perdió, pues fue obligado a deshacerse de él.
Lo que hoy se espera es que, a medida que se acerque la fecha comicial del 3 de julio, se den a conocer informaciones oficiales de no pocas dependencias de la Casa Blanca que apuntan, con Índice Flamígero claro está, al gobierno mexiquense que encabeza Enrique Peña Nieto y a los dos hermanos Hank Rhon.
Son varias las indagaciones ya concluidas y al parecer exitosas, para los propósitos del ocupante de Los Pinos– en las que, además de lavado de dinero, se habla de protección a variados jefes de la delincuencia, incluidos aquellos que se dedican al trasiego ilícito de estupefacientes.
Una acusación así, estará usted de acuerdo conmigo, resultaría más dañina que una bomba de hidrógeno a los propósitos presidenciales de Peña y, peor aún, a los del candidato priísta a la gubernatura de la entidad mexiquense.
Porque al parecer no sólo hay informes de la DEA. También del Destacamento contra las Drogas y el Crimen Organizado. Lo mismo que del servicio de Aduanas del Departamento del Tesoro. Y, entre otras más, del Destacamento de Fuerza de Tarea de Crímenes Financieros.
¿Ya va usted agarrando la onda?
Ojala que los aquí mencionados también, porque me aseguran que ya tienen ubicados los enormes depósitos que han triangulado en bancos de Argentina, Brasil, Luxemburgo, los propios Estados Unidos, amén de los no pocos paraísos fiscales bajo la férula de Su Majestad británica.
Porque, cuando esta suerte de bomba H explote, Calderón podrá decir con sobrada razón que, cual ya le cité, quien ríe al último
Índice Flamígero: Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos de México, la otrora empresa estatal que fue privatizada en la década de los noventa, tiene un contrato con la Comisión Federal de Electricidad para surtir carbón a dicha entidad gubernamental. Para obtener el mineral, se subcontratan pequeñas minas, como los ilegales pocitos en donde sin seguridad ni protección se explota a los trabajadores mineros. Del contrato signado asegura 500 millones de pesos mensuales y, no obstante con ello, buscó un incremento retroactivo de 49 millones de pesos más al mes. Pues resulta que el despacho de gestoría de Ancira es el de Jorge Manzanera, quien fue encargado de acción electoral del Partido Acción Nacional, personaje que junto con Patricia Flores Elizondo, otrora Vicepresidenta de México, promovieron la candidatura de Roberto Gil Zuarth a la presidencia del PAN. Por su parte, Juan Miguel Alcántara, quien ahora funge como subprocurador Jurídico de la PGR, recibía una comisión por dicho contrato. Cabe señalar que el despacho jurídico que atiende los asuntos de Altos Hornos de México es el de Diego Fernández de Cevallos. Esta operación y contrato leonino, fue revisado por un alto funcionario de la CFE, quien detectó el sobreprecio internacional del carbón. ¿Y sabe usted que pasó? Nada, que a ese funcionario de la CFE que descubrió ese acto de corrupción se le ofrecieron 800 mil pesos mensuales, la misma cantidad que Ancira le entregaba a Juan Miguel Alcántara. De la explotación y abuso que sufren los trabajadores estaba enterado Javier Lozano Alarcón, no obstante, no hizo nada al respecto. Tal cual burla, cuando murieron los 14 trabajadores en la mina de Sabinas, se presentó para erigirse como el paladín heroico en Coahuila sin provecho alguno para los trabajadores.