
Visión financiera
Homilia 25 Enero 2° Aniversario de la Pascua de jTatic Samuel
Jtatic Samuel: una vez más tu voz de pastor ha congregado a la diócesis que tanto amas. Míralos, han venido de todos los pueblos, de la sierra y de la selva, de las altas montañas y de las profundas barrancas. Otra vez tu voz los ha congregado para orar, para hacer ayuno, para sentir la fuerza de las manos unidas y de los corazones que palpitan al mismo ritmo, para elevar su voz reclamando sus derechos, exigiendo respeto, erguiéndose con dignidad, mirando a los ojos sin bajarlos por temor o vergüenza.
Ahora estás en el corazón de Dios y en el corazón del pueblo. Es el segundo aniversario de tu partida a la Casa del Padre y sigues tan presente y vivo como siempre, tan exigente y compresivo como antaño, tan paternal y tan hermano como cuando caminabas entre nosotros. No hemos venido a hacer un tibio recuerdo de tus palabras o de tus acciones, no hemos venido a llorar por tu ausencia: nos has enseñado que la construcción del Reino va más allá de la muerte y que desde tu Pascua te sigues haciendo vivo y presente en medio de nosotros. Comprendemos que el mejor homenaje será vivir el Evangelio a plenitud con todas sus consecuencias, asumir tu sueño que no era otro sueño que el de Jesús, luchar por tus ideales que siempre estaban muy unidos a la palabra viva de Jesús. Que esta peregrinación, nuestra oración, nuestro reclamo, sean el mejor homenaje en este tu segundo aniversario y que puedas contemplar a tus pueblos, a todos los pueblos unidos en un solo pueblo viviendo el Evangelio. Bendícenos desde Nuevo Reino que gozas a plenitud.
Ya decía que hoy no hemos venido a hacer un simple recuerdo sino a buscar nueva vida en el Evangelio de Jesús y fortaleza en su amor y su presencia. La fiesta de este día, la conversión de San Pablo, se une de una manera perfecta y paralela con la Pascua de jTatic, con el aniversario de su ordenación episcopal y con nuestros deseos de vivir el Evangelio con todas sus consecuencias. La Conversión de San Pablo puede darnos una idea de lo que continuamente recordaba jTatic Samuel como su propia conversión y su propia evangelización. Ambas motivadas por un encuentro con Jesús en el rostro concreto de los pequeños. Las palabras que Jesús dirige a Pablo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?, son toda una revelación e inician un proceso que llevará a Pablo a un descubrimiento y a una experiencia de Jesús resucitado. Los cristianos, que él juzgaba paganos, son parte del Cuerpo de Cristo, y por eso Jesús puede afirmar que lo está persiguiendo. Jamás hubiera imaginado una explicación como ésta. Por eso el apóstol queda sumergido en las tinieblas y en la oscuridad. Así puede ir haciendo el Camino de la conversión al sentirse desvalido, desarmado y sin seguridades, solo, a merced del amor de Jesús resucitado. Él que creía que le estaba haciendo un gran servicio a Dios, se descubre inútil y equivocado y debe comenzar un nuevo camino. ¡Todo cambia! Él tan seguro en su doctrina, ahora tiene que someterse a la enseñanza de una nueva comunidad en la persona de Ananías, que lo instruye, lo acompaña y lo bautiza. Pablo experimenta la presencia de Dios en su vida y la elección de que ha sido objeto como apóstol y evangelizador. Puede gritar a los cuatro vientos la Buena Nueva porque él mismo ha sido testigo.
Muchas semejanzas podríamos descubrir en la seguridad con que llegó el joven Samuel a nuestra diócesis para educar, convertir y enseñar, para después, como él mismo lo decía, ser evangelizado y convertido por el Cristo vivo presente en los pequeños. El silencio, la cercanía y la humildad, lo llevaron a descubrir al Jesús vivo que hay en cada hermano, en cada hermana. Ya decían los padres sinodales: Nuestra experiencia nos dice que el Evangelio se puede predicar a quien tiene el estómago vacío, pero sólo si el estómago del predicador está también vacío como el de sus hermanos. Seremos portadores creíbles de la alegría del Evangelio si la proclamación va acompañada de su hermana gemela: el amor. El amor de Jesús coincide con el don de sí mismo. No se puede construir con el hermano cuando se ofrecen migajas que sólo ahogan su voz de dolor, acallan la injusticia y tranquilizan la conciencia. El Evangelio exige un cambio radical de mente y de corazón, de estructuras y visiones. Herman@s: queremos que nos sigan evangelizando y convirtiendo para que todos seamos testigos vivos del Evangelio.
Vayan por el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El mandato de Jesús este año de la fe y de la Nueva Evangelización se hace actual para nosotros si descubrimos la profundidad de la misión. Evangelizar es la gran misión de todos los discípulos de Jesús. Evangelizar es gritar a todo el mundo la alegría del amor de Dios, con una voz que haga comprender que no ha olvidado a su pueblo, que Dios, a quien aparentemente se le había retirado de la historia, está presente. Y Dios tiene poder, Dios da alegría, abre las puertas a la vida y vence la oscuridad; después de la larga noche del dolor, aparece su luz y da al pueblo la posibilidad de regresar, renueva la historia del bien, la historia de su amor. Por eso en todos los textos donde aparece la palabra evangelización siempre la encontramos unida y muy cercana a otras tres palabras que son como su señal y su prueba: justicia, paz, salvación; verdadera salvación, verdadera liberación. Jesús mismo retomó las palabras de Isaías en Nazaret, al hablar de este Evangelio que lleva precisamente ahora a los excluidos, a los encarcelados, a los que sufren y a los pobres. Evangelio, Buena Nueva, para toda creatura, para nuestro estado tan saqueado, tan exprimido y tan destruido. La Buena Nueva comienza con el respeto a la Madre Tierra y a sus habitantes originarios. La Buena Nueva buscará la armonía y el equilibrio, no la explotación irracional de cultivos, mineras y sistemas de producción que llenan los bolsillos de unos cuantos y deja en la penuria desprotegidos a sus originarios poseedores.
No habrá verdadera evangelización si se convive con la injusticia, con la mentira y con la corrupción. No habrá verdadera Evangelización si se destruye a las personas y a los pueblos, no habrá verdadera Evangelización si se destruyen sanas costumbres, bellas tradiciones y valores universales pasando por encima de la dignidad de las personas. La verdadera Evangelización nos llevará a sumergirnos en el amor del Padre, en el reconocimiento y la valoración de cada persona y en el respeto cuidado y cariño de nuestra madre tierra. Vivir el Evangelio nos llevará a vivir con dignidad y justicia en nuestras comunidades compartiendo el mandamiento de Jesús de vivir en unidad y fraternidad. Defenderemos la dignidad y los derechos de los pequeños y marginados, de los diferentes, de los desprotegidos. Con Jesús construiremos desde la insignificancia de la semilla que crece en la oscuridad del surco, desde los sencillos, desde el grano de mostaza, desde el servicio que siembra y construye, desde la palabra valiosa y comprometida de la mujer, desde los valores del Reino
Estas son las señales que acompañarán a quienes hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre; hablarán lenguas nuevas
impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos
Queremos nosotros dar estas señales. Hoy hay nuevos demonios que disfrazados de progreso individual y bienestar personal, se cuelan disimuladamente en nuestros pueblos, nos invaden y nos esclavizan. No podemos aceptar que nuestras comunidades se vean destruidas por el alcohol, las drogas y el narcotráfico, auspiciado y provocado por intereses ajenos y solapado, muchas veces, por autoridades que de ello obtienen beneficios. Hay demonios encubiertos que con la ambición del poder y del dinero dividen nuestras comunidades y corrompen nuestras costumbres. Hay demonios que juegan con los destinos de las personas y las convierten en mercancía, en objeto de placeres como la trata de mujeres y niños, la explotación de los migrantes. Hay demonios que se apoderan de nuestras mejores tierras, las exprimen y explotan y después las dejan abandonadas, inútiles y estériles. Hay demonios que manipulan la justicia y la verdad, que convierten a la víctima en culpable, que absuelven no al inocente sino a quien tiene para comprar los juicios. Desde el interior y desde el exterior nos atacan, nos manipulan, nos condicionan y seducen. Con el Evangelio y con Jesús, nos comprometemos este día, siguiendo el ejemplo de jTatic Samuel, a desenmascarar, combatir y destruir estos demonios.
Contra el nuevo lenguaje del Neoliberalismo y la globalización, queremos ofrecer la señal de una nueva lengua, la nueva lengua nacida desde la verdad del Reino, que recogiendo nuestras tradiciones ancestrales hable al corazón de toda persona reconociéndola como hermano, descubriendo en ella el rostro de Jesús y aceptándola en la experiencia de amor de nuestro Padre Dios. Con dignidad y orgullo, hablaremos nuestra palabra uniéndola a la Palabra de Jesús para levantar, sanar y liberar. La Palabra de Dios nos ha puesto de pie y queremos vivir con dignidad. Sólo tenemos un camino: el de Jesús y queremos descubrirlo como lo hizo jTatic Samuel que en su testamento agradecía: En especial, agradezco el privilegio de haber podido descubrir en los humildes y sencillos: los pobres e indígenas, la grandeza de sus designios manifestados en aquellos de quienes es el Reino de los cielos.
Que el Señor Jesús, la verdadera Palabra, el único camino, que prometió estar siempre con nosotros, nos conceda ser fieles y vivir a plenitud su Evangelio.
LEM. Claudia Corroy
[email protected]
Cel: 044 9671149332
Curia: 01 9676780053
Síguenos en las Redes Sociales
http://www.youtube.com/user/DiocSanCristobal?feature=mhee#p/u
http://twitter.com/#!/diosancristobal
http://www.facebook.com/diocesisdesancristobal