
Abanico
Gabriela Coutiño
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 15 Abril.- Pablo Salazar Mendiguchía presumía durante su mandato que Mariano Herrán Salvatti era un procurador de lujo para Chiapas, un estado históricamente marcado por la injusticia, seis años después se convierte en su principal acusador que lo mantiene en la cárcel con ocho procesos penales en su contra, su amigo y antiguo aliado es ahora, el principal testigo de cargo.
Herrán Salvatti fue heredado en el cargo de procurador al gobierno de Juan Sabines Guerrero, pero luego de varias divergencias con el sabinismo, el ex zar antidrogas de México fue detenido en enero del 2009, acusado de robo al erario, asociación delictuosa, ejercicio ilegal del servicio público y abuso de confianza en agravio del patrimonio del Estado, siendo encarcelado en el penal El Amate.
El 21 de junio del 2011, días después que fuera detenido en Cancún (7 de junio) Pablo Salazar, Herrán Salvatti fue traslado al penal de Huixtla en la región de la costa, pero el 25 de julio de ese mismo año, el entonces procurador Raciel López Salazar declara a la prensa que por problemas de salud, debido a presentar enfermedades crónico degenerativas, había sido trasladado a un hospital de la capital Tuxtla Gutiérrez.
En enero de 2012 en una entrevista telefónica desde el penal de Huixtla, con la periodista Carmen Aristegui, Salazar Mendiguchía reveló que Herrán Salvatti llevaba siete meses supuestamente en un hospital.
Pablo Salazar aseguró que ocupaba en la cárcel de Huixtla, la celda con cuatro cámaras que tenía Herrán, pero éstas se habían multiplicado a ocho las videocámaras con su llegada.
Entonces el exgobernador aseguró que Herrán Salvatti no estaba en un hospital, que está realmente en su casa en contraprestación al hecho de haber declarado en su contra, ahora dijo la semana pasada, se ha convertido en el testigo estelar de Sabines.
En distintas ocasiones la Procuraduría de Justicia de Chiapas ha difundido las declaraciones ministeriales de Mariano Herrán Salvatti donde revela que el que fuera su jefe lo instruía sobre las directrices a seguir para que su gobierno contuviera los costos políticos de casos como los niños de Comitán, el de los funcionarios del gobierno de Roberto Albores, entre otros.
Las acusaciones de Herrán señalan: El Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía me ordenó que el Ministerio Público no profundizara mucho en las investigaciones que se estaban realizando por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en marzo del año 2003, con respecto a las causas que motivaron el fallecimiento de los bebés. Recalcándome que cesara inmediatamente las investigaciones sobre esos hechos y que evitara a toda costa cualquier tipo de acción penal por esos acontecimientos.
En otra declaración ministerial Mariano Herrán también testificó que por indicaciones de su ex jefe y amigo se iniciaron diversas averiguaciones previas en contra de personajes de la administración del priista Roberto Albores Guillén.
Pablo Salazar sostiene que en el caso de quien fuera su colaborador hay un arreglo político con el gobierno del estado, siendo la moneda de cambio si declaras en contra de Pablo, te sacamos de la cárcel, por lo que Herrán Salvatti ha evadido la cárcel con la mentira de que está enfermo.
El enfrentamiento entre Pablo Salazar y el gobierno de Chiapas, se ha agudizado en la última semana, luego de que el periódico Reforma exhibiera documentos de la supuesta gravedad de la enfermedad de Herrán Salvatti.
En una semana Salazar Mendiguchía ha difundido tres comunicados en su página electrónica donde ataca directamente al gobernador Sabines, su sucesor, de su encarcelamiento, el que se da afirma, por una sola razón: los miedos y rencores de Sabines.
Sobre el caso Alejandro Herrán Aguirre, hijo de Mariano Herrán Salvatti, no quiso hacer ningún comentario ni ser entrevistado. Consultado dijo: no tengo enemistad con nadie. Discúlpeme pero no quiero comentar nada.
Los hijos de Mariano Herrán Salvatti, Alejandro y Mariana retomaron su vida en esta ciudad desde hace más de un año. Ambos son empresarios, ella es propietaria de un criadero de perros de raza, mientras que Alejandro se desempeñó como regidor por el partido Convergencia en el ayuntamiento perredista de Jaime Valls Esponda, fue profesor de una universidad privada, y ha continuado con sus negocios.