Epistolario/Armando Rojas Arévalo

Epistolario

A punto del estallido

KAILEIGH: Me había propuesto por un tiempo no hablar más de Chiapas, su ingobernabilidad y del indiferente mandatario, porque esta columna no es para tratar sólo cuestiones de la entrañable tierra, sino también de otras partes del país, pero las cosas han tomado un sesgo tan peligroso que no puedo evitarlo. Maestros y padres de familia contra policías y viceversa, y los dos diputados más importantes por su cercanía con el gobernador, fueron retenidos por indígenas de la manera más infamante.

Chiapas está a punto del estallido social; si bien los legisladores fueron puestos en libertad esta mañana una vez que la alcaldesa de Chenalhó renunció y el pueblo, de acuerdo con sus usos y costumbres dio posesión al nuevo presidente municipal, queda resuelto ese problema.

El otro, igualmente grave, es el de los maestros disidentes que se han  enfrentado con todo lo que tienen a la mano a los 15 mil policías federales que llegaron desde diversos cuarteles del país, precisamente para contener y reprimirlos. Tuxtla Gutiérrez, la capital, es un campo de combate y la gente por temor a quedar en medio del fuego cruzado.

Ayer miércoles, un numeroso grupo de encapuchados procedentes de Chenalhó, un municipio indígena enclavado en región Altos y en el cual se encuentra Acteal, secuestraron en San Cristóbal de las Casas con lujo de violencia nada más y nada menos que al presidente de la mesa directiva del congreso local, EDUARDO RAMÍREZ AGUILAR, uno de los hombres más cercanos al gobernador, y a su colega diputado CARLOS PENAGOS, coordinador de la bancada del PVEM. Insólito. Amenazaban con colgarlos si no se resuelvía el problema que han planteado desde hace varias semanas, de destituir a la alcaldesa.

Los diputados y el subsecretario de gobierno en la región Altos llegaron por la tarde a la curia diocesana de San Cristóbal, donde se llevaría a cabo un diálogo con los de Chenalhó, y al bajar de sus vehículos los secuestraron y se los llevaron a la cabecera de la comunidad. A CARLOS PENAGOS lo golpearon, le quitaron la camisa y lo dejaron con su playera blanca, mientras que a RAMÍREZ DE AGUILAR le pusieron una blusa regional, propia de las mujeres de Chenalhó, que de acuerdo a los usos y costumbres del pueblo significa que no tiene palabra de hombre, que es mentiroso.

De ese tamaño. Qué vergüenza.

El Procurador del Estado y otros funcionarios mantuvieron reunión en San Cristóbal, para lograr la liberación de los diputados, la cual se dio pero hasta esta mañana cuando la alcaldesa, del PVEM, por supuesto, electa contra los usos y costumbres, tuvo que dimitir y a cambio de ello los diputados fueron liberados.

DE OTRA PARTE, la tarde de ayer miles de padres de familia se sumaron a la marcha de maestros disidentes, mientras que en otra, cientos de ciudadanos vestidos de blanco demandaban cese a la violencia. Tuxtla vive en una especie de guerra civil. La gente prefiere mantenerse a buen recaudo en sus hogares porque los enfrentamientos entre maestros y policías han sembrado pánico. Solamente ayer, fueron incendiados dos vehículos, uno de ellos una patrulla policial.

Los tuxtlecos piden a gritos que, no obstante que el problema magisterial es del resorte federal, cese la embestida agresiva de la policía. Toletes, golpes y gases lacrimógenos de los federales, y hogueras de los maestros en las calles, forman parte del escenario crucial.

EN TANTO, el gobernador salió en su avión desde el mediodía hacia la Ciudad de México, muerto de miedo a pedir auxilio. Y regresó hasta hoy, cuando el problema ya estaba “resuelto”. ¡Vaya gobernador! En ningún momento dio la cara ni para proteger a sus amigos ni para dar órdenes a la  policía de rescatarlos.  

La tensión en Chiapas puede agudizarse con la amenaza de un paro de transportistas porque no les han cumplido, y los bloqueos de carreteras por parte de campesinos e indígenas por otros motivos. Total, a río revuelto ganancia de pescadores, como dice la frase que se convirtió en lugar común para describir escenarios como éste donde la autoridad ya no es respetada.

Dudo que MANUEL VELASCO COELLO caiga, porque el Presidente PEÑA NIETO le ha ofrecido todo su apoyo. ¿Hasta cuándo, Presidente? Mientras, a los chiapanecos que se los cargue el carajo. No se vale.

ME HAN ENVIADO LA CARTA que un niño de Villaflores de nombre GERARDO,  de 12 años le mandó a PENA NIETO, y la reproduzco parcialmente. Es conmovedora. “Señor Presidente, estoy asustado con lo que pasa en mi estado de Chiapas. Mis maestros sólo iban a manifestarse…Cuando se despidieron de nosotros no llevaban armas ni bombas, sóo se llevaban la confianza de que serían escuchados y atendidos, pero hoy que veo las fotos de la agresión y golpes que le dan a mis maestras y maestros, no puedo más que llorar y suplicarte ya basta!!!

Mis maestros no son esos delincuentes que a diario matan, roban, violan, secuestran y nos envenenan con drogas, y tú no haces nada por protegernos. Por eso, señor Presidente, te tengo miedo…”

SI NUÑO y OSORIO CHONG pensaban que ya habían expulsado al magisterio de la Ciudad de México, se equivocaron. Los de la CNTE se plantaron ayer en las afueras de Gobernación, pero esta madrugada los desalojaron y se fueron a instalar su campamento en Balderas

JESÚS ORTEGA, el “Chucho Mayor” del PRD, en un intento por parar la carrera de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, presentó ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) una denuncia en contra del líder de Morena por utilizar el Registro Nacional de Electores para hacer proselitismo.

El pleito entre ambos no es nuevo, pero esta embestida de ORTEGA se debe a que en Zacatecas el candidato de MORENA a gobernador, DAVID MONRREAL, y su hermano RICARDO, delegado en Cuauhtémoc, prácticamente desfondaron al PRD en esa entidad al lograr que muchos militantes del PRD se pasaran al partido de LÓPEZ OBRADOR. Uno de ellos es RAFAEL FLORES, quien era coordinador de la campaña del candidato perredista a gobernador, PEDRO DE LEÓN MOJARRO, ex priista, se pasó al bando morenista.

Obvio, Ortega y su tribu están furibundos.

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