Epistolario/Armando Rojas

GUADALUPE, de por si me perturba la descomposición que estamos observando, y ahora que me entero de las cosas que a continuación te cuento, más. La población de nuestro país se está avejentando. Preciso para no dar lugar a interpretaciones erróneas: las personas entre más edad tienen, más sabias son, pero desgraciadamente su experiencia de vida y profesional nadie la quiere y eso convierte a las personas mayores en improductivas y en un “estorbo”, cuando debe ser todo lo contrario. Eso es lo triste.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI revela que en México hay 12.9 millones de personas de 60 años y más, y de acuerdo a proyecciones realizadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO)ese grupo de personas será el 22 por ciento, en tanto que la población infantil llegará al 19 por ciento.

¿Qué quiere decir todo esto? Los maestros CRUZ ALVAREZ PADILLA, del Instituto de Investigaciones Económicas, y AÍDA DÍAZ TENDERO, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, afirman (Gaceta UNAM, 22 de agosto 2014) que este fenómeno refleja una tendencia decreciente del número de hijos por mujer y un aumento en la esperanza de vida, lo cual provoca un proceso acelerado de envejecimiento poblacional.

Esto conduce a un contexto socioeconómico de inequidad, pues por un lado incrementa la pobreza (por la improductividad de las personas mayores) y por el otro, refleja falta de seguridad social y pensiones. Los viejos se hacen pobres antes que ricos.

De acuerdo con estudios realizados, en los estados del norte del país las personas mayores tienen mejor bienestar que en los del sur, donde por condiciones étnicas y de desarrollo ese sector de la población no cuenta con la calidad de vida deseable.

El envejecimiento de la población se debe, en términos generales, al aumento de la esperanza de vida. Por ejemplo, en 1970 –dice el INEGI- vivían en promedio 61 años, en el 2000, 73, y en el 2014 esa esperanza de vida llegó a los 75.

Según datos del propio INEGI, la población económicamente activa es de 52.1 millones de personas que representan el 58.6 por ciento del segmento de 14 años y más. De los 52.1 millones, 4.3 millones tienen 60 años y más, y de ellos 97.7 por ciento está ocupado y el resto desocupado. Otro dato interesante: de una población de 65 años y más, de 8.9 millones, 2.4 millones son población ocupada, de la cual 1.9 millones son informales y sólo 514 mil son formales. En otras palabras, tres de cada cuatro personas de este segmento se dedican al comercio informal.

En la materia de pensiones, según datos del Seminario Universitario Interdisciplinario de Envejecimiento, de la UNAM, sólo el 25 por ciento de las personas mayores la reciben (la pensión), mientras que los demás, nop obstante haber trabajado toda su vida, no la reciben.

Esto plantea una grave contradicción: por un lado los programas de salud de México han elevado la esperanza de vida, y por otra parte la política económica y los esquemas de bienestar han abandonado a los viejos, tanto en el empleo digno como en la atención de seguridad social.

Conclusión: Llegar a viejo en nuestro país, es predestinarse a vivir en el desamparo. Nadie te da empleo. Nadie te atiende. Y lo que es más, todo el presupuesto de que se disponga no alcanzará para pensiones.

Fíjate qué curioso: Hace una década, los empleadores imponían como requisito para contratarte tener máximo 45 años de edad; hoy, 35 años. ¿Y los que tienen más de eso? ¿Qué va a pasar cuando la población mayor se incremente?

EN CHIAPAS, por ejemplo, ya dejaron de pasar pensión a los viejitos que por incapacidad física no pueden acudir a cobrar su cheque. Que los lleven aunque sea en camilla, es la orden.

Qué grave.

DE OTRAS COSAS, si RAÚL PLASCENCIA quiere buscar su reelección como presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, mejor que ni lo intente. Tiene tan mala fama pública por estar más al lado de los gobernantes que de los pisoteados, que ni el senador verde PABLO ESCUDERO, que es su padrino, podría ayudarlo. ¡Y eso que ESCUDERO –del PVEM, por cierto- es yerno de MANLIOFABIO BELTRONES!

En algunos rincones muy conocidos de San Lázaro ya se negocia quién puede ser el sucesor de RAÚL PLASCENCIA. Se habla mucho de MAURICIO FARAH, quien se encarga de la administración de la Cámara.

ATOLE CON EL DEDO.-Como ya estaba previsto, CARLOS NAVARRETE es el nuevo presidente del comité nacional del PRD. Uf, las “elección” fue reñidísima. La botarga de Los Chuchos será el presidente número 13 de ese partido y estará en el cargo hasta 1917.