EPISTOLARIO/Armando Rojas

12 de noviembre de 2013

20:56

Redacción

Epistolario

Territorios perdidos

Por Armando Rojas Arévalo

JESSICA: Tú estás aterrada, yo preocupado. Los niveles de violencia se están reactivando en muchas partes del país y las cosas se están saliendo de control. Ya no se habla de estados fallidos, sino de territorios perdidos.
Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Oaxaca se han convertido en estados donde la ingobernabilidad es evidente y el escenario social es de zozobra; la autoridad constituida nada hace o nada puede hacer para controlar la acción de grupos u organizaciones, como los maestros, estudiantes de las normales rurales y las bandas criminales que tienen a la ciudadanía como rehén.
Pareciera que esta situación no tiene remedio, pero quisiera ser optimista al pensar que la paz está si no cercana sí próxima. El primer año de cada gobierno, llámese estatal o presidencial, siempre afronta normalmente problemas de ajustes. El gobernante que llega hereda lo que el antecesor le dejó porque no pudo resolverlos en su momento o por mala leche.
El que llega al gobierno se encuentra con un escenario catastrófico, que le obliga a actuar con serenidad. Porque he aquí que hasta los de casa lo muerden. Protegen sus intereses parcelarios y pretenden imponer sus dictados.
Para ser simplista, el primer año es como los dos primeros rounds de una pelea de boxeo. Es de medir distancias, hacer fintas y estudiar al contrario. Sin embargo, el período o la duración del evento es de sólo seis años, en el mejor de los casos, y el tiempo pasa rápidamente. Cuando vienes a darte cuenta, el tiempo ya se te vino encima.
El gobernante toma las riendas del poder en el segundo año y las deja en el quinto. Tiene prácticamente sólo 2 años para resolver los dilemas que le plantea la gobernanza. Empero, hay quienes ni en el segundo ni en el tercero ni en el cuarto años resuelven nada, por incapacidad, por negligencia o valemadrismo.
En el caso de PEÑA NIETO quiero pensar que todos los problemas económicos, políticos y sociales- que le estallaron desde los primeros días de su investidura, empezarán a resolverse en el segundo año. La cuestión es que el tiempo se le está viniendo encima y los problemas en vez de aminorar se recrudecen.
Recuperar la autoridad en los territorios perdidos, poner en orden a quienes quisieran doblegarlo (adentro, en casa, y afuera, sus adversarios), sosegar los ánimos sociales, sacar la economía a flote y dar a los mexicanos la certidumbre que queremos, pareciera estar en chino.
La prioridad, más que las reformas estructurales que han sido tomadas como panacea, es rescatar la gobernabilidad. Punto. Que no se le vaya de las manos.
DE OTRAS COSAS, aunque FAUSTO VALLEJO insista en que entre su interino JESÚS REYNA GARCÍA y él no hay ningún problema y por eso lo volvió a nombrar secretario gobierno, la realidad es otra. Hubo celos naturales de FAUSTO porque su pupilo llegó a sentir en esos 6 meses que estuvo en el cargo, que se quedaba definitivamente al frente del gobierno y tomó algunas medidas que no le gustaron en su cama de hospital, como por ejemplo hacer remoción de funcionarios que le había dejado.
Al llamarlo de nueva cuenta, seguramente porque OSORIO CHONG le hizo la recomendación, FAUSTO dijo que con el retorno del ex gobernador interino acaba la etapa de especulaciones y perversidad que hablaban de rupturas y traiciones.
Para reinstalarlo en la secretaría de gobierno, FAUSTO tuvo que pedirle la renuncia a JAIME MARES CAMARENA, pero lo reincorporó a la Coordinación de Apoyo Municipal de donde había salido.
ALGUNOS DATOS INTERESANTES sobre La Quina.
Se convirtió en líder del Sindicato Petrolero Impulsado por LÓPEZ MATEOS, en 1958.
El 10 de enero de 1989, dos días antes de su cumpleaños número 67, JOAQUÍN HERNÁNDEZ GALICIA fue detenido por órdenes de CARLOS SALINAS DE GORTARI en un operativo violento de decenas de policías y soldados en la casa del líder petrolero en Ciudad Madero, Tamaulipas. Fue condenado a 35 años por homicidio y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército, fue absuelto en 1997.
Se empeñó en medir fuerzas con el entonces candidato presidencial del PRI, CARLOS SALINAS DE GORTARI, a raíz de que éste como secretario de Programación y Presupuesto, eliminó el porcentaje del 2% que recibía el sindicato de los petroleros por cada contrato que firmaba PEMEX y a esto se sumó el hecho de que MARIO RAMÓN BETETA, director general de la paraestatal, firmó contrato con una empresa de transporte naviero que no era la de SALVADOR BARRAGÁN CAMACHO y HERNÁNDEZ GALICIA, y ahí empezó su desgracia. Eso, más lo que trascendió después de que La Quina había financiado un libro -¿Un asesino en palacio?- que relata que uno de los miembros de la familia Salinas de Gortari -Raúl o Carlos- asesinó con un rifle calibre 22 a una empleada doméstica.
Al comenzar 1988, en Salamanca, Morelia, Ciudad Madero, Ciudad Victoria, Coatzacoalcos, Minatitlán y Tula, La Quina conminó a los petroleros a rechazar al candidato CARLOS SALINAS DE GORTARI. El 6 de julio de 1988 fue la votación para elegir al nuevo presidente de la República; La Quina ordenó a los miembros del sindicato votar por CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, no por SALINAS, lo que determinó su suerte medio año después, a tan sólo un mes de que este último tomó posesión.
Moraleja: en este país no hay que equivocarse. Pregúntenle a ELBA ESTHER GORDILLO.