Visión financiera
De la Perla del Soconusco al Diamante de Vizcaya
El torrencial aguacero que caía sobre Tapachula había comenzado ese viernes desde las cuatro de la tarde. Ya se había convertido en un día atípico, pues eran las nueve treinta de la noche y continuaba lloviendo. Dentro de casa el olor de la lluvia se mezclaba con el delicioso olor a comida recién preparada. Una lluvia como ésta es la excusa perfecta para cancelar cualquier compromiso social y no habría remordimiento ni reclamo alguno, pensé. Pero justo en ese momento, un taxi se detuvo frente a la puerta de mi casa. <<Parece que se rompió el cielo>> escuché decir al taxista. Desde la ventana vi que el hombre que viajaba en el asiento trasero se bajó del coche y tocó el timbre. Habían pasado sólo tres minutos de la hora acordada para nuestra cita. Después del protocolo de bienvenida, me dijo que le sirviera un tequila “para entrar en calor”. Se me hizo raro, pues no lo consideraba como un gran bebedor, y al tequila no cualquier extranjero le entra. Antes de que mis labios prueben esta etílica bebida quiero darte las gracias por la invitación a cenar Panxo (=Pancho), me dijo con cierto aire de emoción. Resulta increíble que después de haber estado varios meses en el Soconusco, mañana tenga que partir de regreso a Bilbao.
El tiempo se ha ido volando. Pero también ha sido un tiempo muy productivo y creo que hice todo lo que tenía que hacer. Me voy muy contento del trabajo que hemos realizado juntos y también por haber conocido gente tan maja en este lugar. Para la cena de despedida he traído un par de botellas de Txakoli tinto. No es un vino muy conocido en México, pero estoy seguro que os va a encantar. Cuando compré las botellas en Bilbao, mi idea era tomármelas yo sólo en Tapachula, pero desistí. Vos sabéis que el vino sin plática no sabe igual.
Oye Panxo, espero que no te vayas a ofender con lo que voy a decir, pero antes de venir a México y considerando ese sobrenombre tan rimbombante que le han puesto a esta ciudad, pensé que Tapachula era un lugar muy bello. Y también una ciudad muy organizada. Pero vaya chasco que me he llevado! Tengo curiosidad por saber quién sacó eso de que Tapachula es la “La Perla del Soconusco”. Por favor, hasta parece una vacilada. Y mira que no estoy diciendo que la región sea fea, por el contrario, la naturaleza es bellísima. Es un bosque tropical hermoso. Los diferentes cultivos que se explotan, como café, mango, cacao, rambután, entre otros, generan una vista soberbia del paisaje, sobre todo cuando las plantas están floreciendo. Un espectáculo difícil de encontrar en otros lugares del planeta. Pero precisamente casi todo lo que ha tocado el hombre en esta región lo ha vuelto feo. Especialmente la ciudad.
Entonces no entiendo el afán de querer embellecer a Tapachula con sólo decirle La Perla del Soconusco. Se necesita más que eso. Date cuenta que en otros países, ciudades verdaderamente atractivas no tienen este tipo de sobrenombres. Bueno, al menos no los conozco, y ejemplos de ciudades bellas sobran. Claro que en descargo de lo que estoy diciendo, debo reconocer que ese sobrenombre lo he escuchado decir principalmente de fuentes oficiales, políticos y algunos periodistas. Seguramente habrá muchos tapachultecos que no se tragan el cuento, pues aún y cuando puedas querer mucho a esta ciudad, con abrir un poco los ojos te darás cuenta que dista mucho de ser una Perla.
Aunque este sobrenombre podría parecer de la menor trascendencia, yo lo veo como un doble engaño por parte de los políticos y la clase gobernante. Y no estoy hablando del gobierno actual, sino los gobiernos de las últimas décadas. Por un lado, tienen entrampada la ciudad en un sinfín de deficiencias urbanas, que se podrían explicar porque las personas que ocupan los diferentes cargos públicos no son las más idóneas, o bien, por la corrupción e impunidad. Por otro lado, cubren el nombre de la ciudad con una palabra muy bella como <Perla> y después la difunden a los cuatro vientos, esperando que la gente se acostumbre a ella, la haga propia y la acepte. ¿Pero como dice el dicho? Una mentira dicha mil veces no se convertirá jamás en una verdad.
Mira que no es por criticar, ni señalar con el dedo, pero habría muchas cosas por mejorar en esta ciudad para que en verdad sea considerada como Perla. Por ejemplo, caería bien una regulación de los productos que se venden en las afueras de los mercados. He visto ahí bastantes comerciantes ofreciendo pollos, carnes, pescados y mariscos, con pocas normas de higiene. Se debe tomar en cuenta que con el clima que tiene Tapachula, esos productos, que están al aire libre, se pueden descomponer y transformar en alimentos peligrosos en sólo unas horas. Igualmente, generan un hedor insoportable y progresivo conforme transcurre el día. Es triste percibir que los vendedores no han recibido ninguna capacitación para vender mejor sus productos. Por otro lado, tanta aglomeración de vendedores ambulantes hace que la gente apenas pueda caminar por las banquetas. Eso ahuyenta a muchos compradores que prefieren ir a los supermercados. Y qué me dices de ese mercado improvisado que pusieron a un lado del teatro de la ciudad? Sin duda faltó visión y planeación. ¿Dónde está la función reguladora del estado? Es una verdadera pena, pues en esos mercados se pueden encontrar frutas y verduras deliciosas a precios muy baratos. A propósito de higiene, la implementación de una red de drenaje profundo es otro reto que tiene la ciudad. Es alucinante ver como corren las aguas negras por las calles durante la temporada de lluvias. En esa época la ciudad se convierte en un gran foco de infección, y una seria amenaza para la salud de los habitantes. Sobre todo si consideramos que en la ciudad existen cientos de puestos de comida callejera. Comida que fácilmente se puede contaminar. Algo similar se da con el manejo de la basura. Se ha vuelto un problema que, hasta donde me han dicho, ningún gobierno municipal ha podido resolver. Toda la cadena está en problemas, desde el que produce la basura, hasta el lugar destinado como basurero. Me he quedado mudo al ver como los camiones recolectores van esparciendo la basura por toda la ciudad, cuando se dirigen al basurero. Bueno, son camiones de redilas o de volteo, pero no especiales para recolectar basura. A propósito, tampoco a los transportistas de materiales para la construcción los obligan a cubrir sus camiones con alguna lona cuando llevan cemento, cal, arena o grava. ¡Cómo causan molestias a los que se cruzan por su camino! Cuando esto ocurre, mínimo le dan una buena polveada a los autos que pasan cerca. Pero si andas de malas, ya sabes, parabrisas estrellado. Ya que ando por la calles debo mencionar a los conductores de combis y taxis. ¡Cómo causan malestar y accidentes! Pero creo que ellos son los menos culpables, pues no hay reglamento que les exija una capacitación adicional de manejo y un curso para tratar cordialmente a sus usuarios y la gente con la que interactúan. Tampoco hay una regulación sobre el número de pasajeros y la velocidad máxima permitida para circular. O quizá si la hay, pero volvemos a lo mismo, nadie la respeta y tampoco la autoridad la hace respetar. Si vamos más a fondo de este asunto tendríamos que hablar de los pulpos del transporte, gente influyente que tiene varias combis o taxis y que los alquila a los trabajadores del volante. ¿Mediante que mecanismo se hicieron de tantas concesiones? Quizá esta sea una de las aristas medulares del problema del transporte público en esta ciudad. Bueno, tampoco hay que olvidar a los taxis piratas.
De recién llegado te diré que fui muy ingenuo al criticar los topes, pero ahora entiendo que es la única forma en que el conductor puede moderar la velocidad de su vehículo y respetar al peatón, pues la educación vial no está generalizada en esta ciudad. Sin duda uno de los aspectos más tristes e impactantes es ver la ciudad llena de baches y zanjas. Aunque algunas calles ya las están reconstruyendo, me ha sorprendido ver la propaganda del gobierno en turno grabada en el concreto de las calles terminadas. Esos son grafitis gubernamentales absurdos. Que mala idea y que feo se ve Panxo. Hasta va parecer plática de borrachos por el cambio tan abrupto de temas, pero no quisiera olvidar comentarte que me sorprende la crisis de agua en una ciudad que la tiene en abundancia. El suministro de agua no es constante en mi colonia y en ocasiones la calidad del líquido es deficiente. Agua demasiado turbia y de dudosa calidad. Chocolate, pues. Hasta el agua de garrafón que supuestamente está purificada es de baja calidad. Un amigo que es bioquímico me dijo que había encontrado bacterias coliformes en un análisis de esa agua.
La seguridad pública me parece que es otro de los retos principales de esta ciudad. Entiendo que asaltos a la gente los hay en todo el mundo. Aquí y en Cafarnaúm. Pero me sorprende mucho que en las calles de Tapachula exista muy poca vigilancia policiaca para disuadir el delito. Me sentí especialmente vulnerable cuando fui a sacar dinero de los bancos. No ves ni un solo policía! Si alguien te quiere quitar el dinero lo hace y no hay autoridad que pueda auxiliar. En otras partes de la ciudad es igual. El ciudadano está inerme ante los delincuentes. Con los agentes de tránsito pasa lo mismo. Fui testigo de cómo varios conductores se pasaron el semáforo en rojo y no hubo nadie que interviniera. Oye, y la regulación de bares y giros rojos es todo un reto para el gobierno. Por ahí alguien sacó la numeralia de que en la región había más bares que escuelas. Pero…¿por qué razón han proliferado tanto los bares? Me han comentado que las licencias para nuevos bares están restringidas, y debido a ello, para autorizar la venta de cerveza y licores, las licencias salen como “loncherías”, “cevicherías”, “marisquerías”, “centros botaneros”, etc. Pero en esencia y por definición son bares. No hay duda que el ingenio para burlar la ley no tiene límites.
Ya te debo tener aburrido [y quizá molesto] con mi plática tan quejumbrosa sobre la ciudad en que vives. Pero créeme que es, como dicen ustedes, en “buena onda”. En ocasiones los que venimos de fuera vemos cosas que ustedes quizá ya no perciben debido a la cotidianidad. Tendría más ejemplos para contarte toda la noche, pero no quiero abusar de tu bonhomía. Sólo quiero mencionar algunos más que me parecen importantes. Si te parece, después cambiamos de tema. Además, hay que tomar en cuenta que el vino se está acabando, y si bien al principio te dije que vino sin plática no sabe bueno, al revés es peor.
Bueno, date cuenta también que tu ciudad no tiene una biblioteca. Esto entendido en el sentido moderno, como un lugar núcleo para actividades intelectuales y culturales, y no solamente como un lugar que ofrece libros para la lectura. ¿Cómo se puede fomentar el deporte en una ciudad que no tiene un centro deportivo público? ¿Si los jóvenes no hacen deporte que van a hacer con su tiempo libre? ¿Y los adultos qué? también ellos necesitan ejercitarse, ¿pero dónde? Una vez que salí temprano a trotar me roció de insecticida una avioneta que alquilaron para combatir al mosquito del dengue. Tampoco hay parques y jardines con instalaciones adecuadas para el esparcimiento de las familias. Bueno, hay un parque ecológico que pudo ser, pero que está abandonado y convertido parcialmente en basurero. No obstante que la naturaleza ha sido muy generosa con esta región, no se cuenta con un bosque para salir a caminar y respirar aire puro. Ni para que hablar de una ciclovía que podría movilizar miles de estudiantes sin tener que pagar transporte. Si hubiera todo esto, eventualmente podría hasta surgir por ahí algún talento deportivo. A menudo, el director de la Cruz Roja declara a los medios de comunicación local sobre el alto índice de llamadas falsas a los teléfonos de emergencia. ¿Será acaso esto una consecuencia del ocio popular? Mi vecino me ha dicho que en la ciudad la lluvia matinal es sinónimo de holgazanería, pues hay un acuerdo tácito entre maestros y padres de familia de que si amanece lloviendo se suspenden las clases. ¡Ni que las clases se dieran al aire libre! Esta acción, además de generar un atraso académico en los jóvenes, les acarrea un hábito difícil de revertir en posteriores etapas de su vida. Vives en una ciudad donde el periodista lucra con el dolor ajeno al presentar la foto del muerto en la contraportada del periódico, incrementando con ello el dolor del círculo familiar y de amigos. Periodistas que exhiben y se burlan de personas que por diferentes causas han caído en manos de la justicia y que les toman fotografías tras las rejas, y las publican explícitamente. Si Panxo, que no les vendan ideas baratas! Eso de la Perla del Soconusco debe cambiar. Si la quieren seguir usando con responsabilidad, pues que las autoridades [y ciudadanos] cambien y modernicen la ciudad. Si no la quieren modernizar, pues que cambien de sobrenombre y que le pongan uno menos ambicioso. Ojala que opten por la primera opción.
¡Madre mía, pero que plática te he dado! Ha sido más bien como un soliloquio, pues casi no te he dejado hablar. Sólo para terminar con el tema quiero aclararte que te he dicho todo esto con la mayor sinceridad, pues en el fondo abrigo la esperanza de que las cosas cambien para bien. La región posee una magia fascinante y los habitantes que son muy nobles, trabajadores y joviales, merecen una mejor ciudad. Vas a creer que en un principio se me ocurrió que podría escribir todo este rollo en un documento que pudiera servir de reflexión y para desvelar un poco los ojos de la gente. Al poco tiempo deseché la idea, pues ciertamente iban a pensar que viene de un gachupín entrometido. Resultaría contraproducente. Oye, pero que tarde es ya, Me voy a dormir, mañana temprano salgo a lo que ustedes llaman “Madre Patria”. Otro sobrenombre que no me gusta. Créeme que traigo todo este rollo en el subconsciente, pues hace días soñé que había hecho una propuesta al alcalde de Bilbao para llamarle a la ciudad el “Diamante de Vizcaya”. Risas. Pues ahora que te he dicho todo esto me siento un poco más tranquilo. No me podía ir a España sin decirlo. Entiendo que tú estás siempre ocupado con tus actividades, pero ¿no crees que algún día pudieras dedicar un poco de tiempo a escribir algo sobre esto? Bueno, ya me contarás si algún día lo escribes. Igual no pasa nada, pero si lo haces no olvides enviarme el escrito para ver cómo quedó.