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Periodismo bajo asedio
Fredy López Arévalo
Ayer fue día de la Candelaria, día de comer tamales, y día en que las comunidades rurales de San Cristóbal de Las Casas invistieron a la autoridad municipal con el bastón de mando. Fue la primera ocasión que este símbolo de autoridad entre los indígenas de los Altos de Chiapas es entregado a una mujer: Victoria Cecilia Flores Pérez, electa el 4 de julio del 2010 como la primera presidente mujer de San Cristóbal de Las Casas, aunque en época prehispánica existen petrograbados que demuestran que algunas ciudades-Estado, como Tonina, Palenque y Yaxchilán, habrían sido alguna vez gobernadas por mujeres. Pero de la época colonial a la fecha, Victoria Cecilia Flores Pérez es la primera mujer en lucir el traje de lana de borrego, cruda, negro, propio de las mujeres de las etnias que habitan la región de los Altos de Chiapas. Los representantes indígenas entregaron a la autoridad civil ese símbolo del reconocimiento y de responsabilidad para preservar las tradiciones. Pocos citadinos coletos saben que detrás de las altas montañas que bordean el valle de Jovel habitan grupos indígenas, y que estos siguen desarrollando sus tradiciones y costumbres ancestrales, que viven en condiciones de aislamiento, marginación y extrema pobreza. Pero el Día de La Candelaria es tradición refrendar el poder, el reconocimiento y la obediencia de sus pueblos a un solo mando: el de la autoridad civil electa democráticamente en las urnas. Pero también ayer fue Día Internacional de los Humedales, y San Cristóbal de Las Casas tiene mucho que celebrar, porque el martes por la tarde el secretario General de Gobierno, Noé Castañón León, y la secretaria del Medio Ambiente, Vivienda e Historia Natural (SEMAVIH), Adriana Lourdes López Moreno, entregaron la autoridad municipal, de Las Casas y La Libertad, los programas de manejo, conservación y restauración de los humedales, en el caso de Jovel, los de María Eugenia y La Kiss, últimos remanentes de lo que existió hasta hace por lo menos tres décadas, y sobre los que el Congreso del Estado emitió un decreto de protección, como Áreas Naturales Protegidas, el 1 de febrero del 2008, avalando una iniciativa enviada por el gobernador Juan Sabines Guerrero. Pero hacía falta que el gobierno de Chiapas aclarará la imposibilidad jurídica para hacer efectiva la declaratoria de Área Natural Protegida sobre los Humedales de Montaña de Lagos de María Eugenia y La Kisst, y era un imperativo que la secretaria de Medio Ambiente, Vivienda e Historia Natural (Semavih), Lourdes Adriana López Moreno, presentará físicamente el Plan de Manejo, Conservación y Restauración de los humedales, sobre todo luego de que el decreto del 2 de febrero del 2008 quedó en suspenso por 14 amparos que promovieron propietarios de predios considerados dentro de los polígonos del área sujeta a la regulación institucional. Eso había imposibilitado que jurídicamente el decreto promulgado por el Congreso del Estado a iniciativa del gobernador Juan Sabines Guerrero se aterrizara, dejando en entredicho la voluntad del gobernador y más aún la prevalencia del Estado de Derecho y el imperio de la ley. Hubieron de pasar tres largos años para revertir en los tribunales los amparos ganados por los particulares que se manifestaron lesionados en sus legítimos intereses, frente a lo que pretendía salvaguardarse: el interés general de la población y más aún de un ecosistema único en el mundo. Poco nada podía hacer el gobierno del estado para protegerlos, hasta el pasado martes en que el propio secretario general del gobierno de Chiapas, Noé Castañón León, acudió en compañía de Lourdes Adriana López Moreno para concretar la entrega del tan anhelado programa de manejo. Pero eso había que explicarlo a los grupos de presión, como el autoproclamado Consejo Ciudadano, ahora ya desarticulado o por lo menos callado, que alegaba falta de voluntad de la SEMAVH, y más aún del gobernador Juan Sabines Guerrero, contra quien habían enderezado sus baterías, su grito de guerra, no obstante que Lourdes Adriana López Moreno había insistido hasta el cansancio que el gobierno del estado estaba atado de manos, y que la SEMAVIH no podía publicar el plan de manejo para la preservación, conservación y restauración ecológica de los humedales de montaña denominados La Kiss y María Eugenia, porque el decreto había sido impugnado.
Pero el martes 1 de febrero del 2011, justo cuando se cumplían tres años desde que el gobierno del estado libre y soberano de Chiapas estableció que debían ser conservados, protegidos y restaurados los humedales de montaña del Valle de Jovel, porque constituyen un ecosistema raro, no solo en Chiapas sino en todo el mundo, y cuando se celebran 40 años de la Convención Internacional sobre Humedales de Importancia Internacional, llamada la Convención de Ramsar, que incluyó a los humedales de La Kisst entre los más importantes a nivel internacional, porque sirven para captar, filtrar, almacenar y proveer agua para satisfacer las necesidades básicas de la población, cuando se hizo realidad una demanda sentida por todos: la entrega del Plan de Manejo, Conservación y Preservación, para proteger los intereses que habitan el valle de Jovel, porque al filtrar el agua de lluvia a los mantos freáticos y purificarla, los humedales de La Kiss y María Eugenia recargan los mantos acuíferos y los manantiales y protegen los suelos contra la erosión, retiene nutrientes para la flora y fauna, a la vez que permite la sobrevivencia de por lo menos 10 especies endémicas, bajo amenaza de extinción según la norma mexicana NOM-059-ECO-2001, que tienen su hábitat en los humedales de La Kiss y María Eugenia, entre las que se encuentra el pez Popoyote y el Chipe cabeza plateada, el tecolote ocotero; la ranita arborícola y la rana ladrona; el abaniquillo adornado de Chiapas; el dragoncito de labios rojos; la nauyaca tzotzil; la culebra ocotera y el dominico corona negra, según investigaciones de expertos del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
Entonces no tengo más que agregar: ¡una hurra para el gobernador Sabines, por hacer realidad este decreto, aunque el proceso haya durado tres largos años! Sobre todo, porque triunfo la razón sobre la sinrazón, y porque se envía una señal positiva para detener el grave deterioro ambiental que se observa en el valle de Jovel, entre otras cosas por la pérdida acelerada de bosques en el cerro del Huitepec, Zontehuitz, Salsipuedes y Santa Cruz, y la también grave contaminación de los ríos Amarillo, Chamula, Navajuelos, Fogótico y Ecatepec, que languidecen por contaminación física, química y biológica provocada por descargas de drenajes y desechos urbanos.