Indicador político/Carlos Ramírez
Calcetines al revés
–¿Quiere que se lo cuente otra vez?
Mientras medio México debate el estilo presidencial de ponerse los calcetines dizque al revés–como si tal frivolidad fuera crucial– a todo el país se lo carga el payaso financiero…
El subsecretario de Hacienda Fernando Aportela se viste de cuervo para anunciar los malos augurios: creceremos entre 2.2 y 2.8% –de una vez váyale apostando al pronóstico más bajo–. Lejos quedó aquella expectativa del 3.2%; ni quién se acuerde de la meta de 4.2 cacareada por el Secretario Videgaray a principio de año.
Según el INEGI, la inversión extranjera creció 135% en los últimos doce meses, sí, pero ni eso ayuda a compensar el déficit de ingresos debido al desplome de los precios petroleros y la menor producción aún con la costos cobertura de este año y la anunciada para 2016.
Según Aportela, el problemón financiero viene de fuera. Se sale por la entrada. Dice que estamos mejor que Argentina, Brasil o cualquier otra economía en desarrollo. Es decir, que si vamos mal hay otros peor. Lo que no dice el funcionario hacendario es que por ser tan sexys con los mercados nuestro peso rueda cada vez más cerca de la lumbre. Por eso llaman a los bomberos del Banco de México.
Le digo que las malas noticias vienen como las arañas; de dos en dos o de tres en tres…
El precio del dólar sigue en alza imparable; la divisa verde pasó la raya de los 17 pesos; no bajará pronto. Especialistas estiman cotizaciones en torno a los 17.50 para mediados de septiembre y de 18 pesos para fin de año.
Por más que el Presidente de la República le vea el lado bueno a la devaluación disfrazada de depreciación, nada borra la amenaza de la burbuja inflacionaria ni el golpe al ánimo popular –mal acostumbrado a las crisis– que percibe al país en el tobogán de mayor pobreza.
Crecer de manera balanceada como dicen los tecnócratas financieros, no es sino pésimo eufemismo ante un crecimiento raquítico.
Se necesitan medidas urgentes, aflojar la correa tributaria y potenciar el mercado interno. Aplicar terapia de electroshock a un paciente grave, en terapia intensiva, de lo contrario al sector privado podría darle un infarto a menos que se haga realidad la promesa de flexibilizar la reforma fiscal para incentivar la inversión con mayor deducibilidad y menor castigo al ahorro a lo plazo.
EL MONJE LOCO: Quienes sí traen los calcetines al revés son algunos tuitócratas carroñeros de moral distraída con el circo presidencial de las frivolidades; se entretienen con hacer bullying al mandamás, cuando las cosas no está para menos.
@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com