Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
CAFÉ PARA TODOS
ALBERTO CARBOT
* GOBIERNO PREPARA OFENSIVA EN TAMAULIPAS; LA SITUACIÓN EN LA ENTIDAD, CADA VEZ MÁS GRAVE
* LA GENDARMERÍA NACIONAL VERÁ LA LUZ A MEDIADOS DE JULIO PRÓXIMO
Ya se ha tardado el gobierno mexicano, pero parece ser que ahora sí prepara una ofensiva de grandes proporciones contra el crimen organizado en Tamaulipas, escenario de sangrientos enfrentamientos en los últimos días que arrojaron casi una treintena de muertes en una semana.
El Procurador General de la República Jesús Murillo anunció que actualmente se diseña la estrategia mayor, similar a la que se echó andar semanas atrás en Michoacán, aunque descartó que se vaya a designar un comisionado del gobierno federal, como en este caso.
El gobierno de Enrique Peña se ha comprometido a devolver la paz y tranquilidad a los tamaulipecos a la brevedad posible, afirmó Murillo. Ojalá que no se trate de una promesa más, de las cuales ellos ya están hartos.
Tamaulipas -por donde se cree que transita la mayor cantidad de droga hacia Estados Unidos-, es territorio de disputa de los cárteles del Golfo y Los Zetas, aunque se sabe que también meten sus manos el cártel del Pacífico, cuyo líder -hasta su arresto, el pasado 22 de febrero pasado-, era Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Los enfrentamientos de los últimos días obligaron a suspender actividades escolares y cerrar algunos comercios, se deben al arresto de 2 capos de la droga locales que controlaban el puerto de Tampico y sus alrededores.
Murillo rechazó que Tamaulipas se encuentre abandonado por el gobierno federal, que es una impresión generalizada. “No está abandonado el estado. Es atendido por el gobernador, por el gobierno federal, pero, indudablemente, tendrá que llegar el momento en que la estrategia plena se aplique completamente y se resuelva”, afirmó.
Los principales enfrentamientos, entre bandas rivales del Cártel del Golfo, han tenido como escenario la zona conurbana del puerto de Tampico, que incluye Ciudad Victoria, la capital. El secretario general de gobierno, Herminio Garza, informó que como resultado de los enfrentamientos de hace al menos una semana, fueron detenidos 10 presuntos delincuentes, además de que se logró confiscar un número indeterminado de armas, cartuchos y equipo táctico.
Entre las víctimas ha habido civiles ajenos a los grupos que se disputan el control de la región, pero el funcionario asegura que “las investigaciones que tenemos hasta ahora, nos arrojan que son blancos delincuenciales, han sido ejecuciones directas”.
“Están yendo sobre blancos específicos entre ellos mismos”, dijo el funcionario. Ese argumento es muy endeble pues se sabe que siempre que los narcos se adueñan de las calles para dirimir sus diferencias los ciudadanos quedan en medio, en estado de total indefensión.
Las autoridades decretaron el cierre de algunas escuelas y comercios, mientras que algunas industrias también han debido suspender sus actividades.
Este nuevo capítulo en la espiral de violencia que castiga a Tamaulipas desde hace varios años, se inició luego que el gobierno federal informó sobre la captura de Javier Garza, jefe del cártel en la zona de Tampico, el pasado 23 de febrero en Taxco, Guerrero.
A diferencia de Chihuahua (concretamente Ciudad Juárez) y Baja California (específicamente Tijuana), en Tamaulipas -donde no sólo Nuevo Laredo es epicentro de la violencia, sino también Matamoros, Reynosa y ahora también Tampico y Ciudad Victoria-, las cosas no han mejorado en años.
Lo peor de todo es que ahí ni siquiera se cuenta con una prensa que informe puntualmente de lo que sucede, porque las amenazas son quizá peores que en el caso de Chihuahua o Baja California, y por razones desconocidas, las autoridades federales no han querido entrarle con una ofensiva a fondo para resolver la situación.
Ahora se habla de la posibilidad de que se envíe a un comisionado federal, como el que ya funciona en Michoacán, a lo que por supuesto se oponen las autoridades locales.
Este lunes se realizó la décima primera sesión itinerante del Grupo de Coordinación Tamaulipas en la primera zona naval, en Ciudad Madero, donde el gobernador Egidio Torre, se comprometió a redoblar esfuerzos para ayudar a mejorar la estrategia de seguridad.
Torre dijo que el gobierno del estado “no escatimará esfuerzos ni recursos para reforzar y mejorar la estrategia de seguridad, que dé tranquilidad y confianza a los habitantes, además de certeza a las inversiones y generación de empleos.
“Tamaulipas cuenta con el apoyo del Gobierno de la República que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto, para mejorar y consolidar la estrategia de seguridad. Nuestro gobierno redoblará esfuerzos para hacer posible este anhelo de los tamaulipecos”, señaló.
LOS TAMAULIPECOS REPROCHAN INDIFERENCIA DEL GOBIERNO FEDERAL
Lamentablemente hacen falta más que promesas y palabras para lograr que Tamaulipas recupere la paz y la tranquilidad perdidas. La situación más grave se vive en Nuevo Laredo y Reynosa, a pesar de lo ocurrido recientemente en Tampico y Madero, que suelen ser las zonas más tranquilas.
La sensación que se tiene entre los habitantes de esta urbe fronteriza es que el gobierno, tanto federal como estatal, mantienen una actitud de indiferencia absoluta hacia lo que sucede.
Se sabe, según comentan algunos blogueros del estado, que en cada tienda de conveniencia, en cada entrada a las ciudades, en cada gasolinera o central de autobuses, hay “halcones” -informantes a sueldo de los criminales-, por medio de los cuales están al tanto de todo lo que ocurre.
Las policías locales y hasta funcionarios municipales -según dicen quienes viven ahí-, están en la nómina de Los Zetas o del cártel del Golfo.
Para resumir, la semana pasada en un lapso de 84 horas, hubo más de 60 muertos, algunos descuartizados, y muchos inocentes.
“Algunos se preguntarán ¿por qué la prensa no informa? Es sencillo, la prensa en Tamaulipas, esta amordazada” -algo que ocurre en muchas partes del país-. Incluso, las cifras de muertos oficiales, distan mucho de la realidad”, afirma un conocido bloguero local llamado Mau Ceballos, quien refiere que “todos los días hay levantones, y desaparecidos; todos los días hay cobro de piso, cuotas, cobro de secuestros, extorsiones, asaltos y autobuses secuestrados”.
En su minucioso reporte sobre la situación imperante, señala que cotidianamente en la entidad “se distribuye la droga que envenena a nuestra juventud, a diario cruza la droga que tiene que cruzar y asimismo llegan fuertes contrabandos de armas y dinero”.
El tránsito de convoyes armados a plena luz del día, con personas armadas forma parte del paisaje cotidiano y ya nadie se asombra, aunque todo el mundo tiene miedo. Punto y aparte merece el caso del robo de combustible, el millonario saqueo a Pemex en Tamaulipas, donde “quienes mandan en la paraestatal de la zona, son los criminales. Las autoridades, de los tres niveles de gobierno, son simples espectadores”, afirma el bloguero.
Lo más lamentable es que el Ejército y la Policía Federal también realizan patrullajes, pero parece que los mafiosos no se intimidan ni les arredra la autoridad.
Es urgente, una intervención eficaz en Tamaulipas, como lo hizo en Juárez, Tijuana, Morelia y Acapulco. Ciertamente que esa entidad las cosas ya no pueden empeorar, porque están más que terribles.
GRANOS DE CAFÉ
Finalmente la tan anunciada y, sobre todo, esperada Gendarmería Nacional verá la luz a mediados de julio próximo y tendrá carácter de itinerante, lo que augura un trabajo regional como el que las fuerzas federales han realizado en Michoacán, mediante el cual se ha recuperado la gobernabilidad o cuando menos, se ha arrebatado del control del crimen organizado el manejo casi total de todas las actividades en lo que fue la suplantación real del gobierno de la entidad, principalmente en las dos presidencias panistas.
Y es que, por supuesto, había que desplegar más trabajo de inteligencia que la mera fuerza pública, cuyo número de caídos seguramente se conocerá pronto, ya que existen varias solicitudes al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, para conocer las bajas que ha tenido el Ejército, la Marina y la Policía Federal.
Precisamente por los éxitos que se ha anotado la administración del presidente Enrique Peña Nieto en Michoacán, con la captura casi total de los líderes del cártel de “los caballeros templarios”, es que se ha confirmado que la Gendarmería Nacional basará sus operaciones en el trabajo de inteligencia y para ello cuentan con la asesoría de los gobiernos de Israel, Colombia y Francia, considerados hoy por hoy como los más avanzados en el combate al terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado en todas sus modalidades.
El Propio Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ya anunció, además de la fecha de inicio de operaciones, que la Gendarmería -como séptima división de la Policía Federal-, se trasladará a los estados o regiones donde se le requiera.
Esta Gendarmería, que contará con 360 mandos y 5 mil efectivos, seguramente iniciará operaciones en el Estado de México. Naturalmente su colindancia con el Distrito Federal, convierte a la entidad mexiquense en zona geoestratégica, puesto que también es la que concentra la mayor actividad industrial del país y, por ende, la principal receptora de inversión extranjera, casi en los mismos niveles que la capital del país, al que el gobierno de Miguel Ángel Mancera quiere cambiar oficialmente el nombre por el de Ciudad de México…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección [email protected]