Café para todos/Alberto Carbot

Las autoridades sanitarias han armado una gran alharaca en torno al tema del  Zika, sobre todo por el hecho de que hay 7 mujeres embarazadas que son objeto de una minuciosa vigilancia médica, ante el riesgo de que surjan casos de microcefalia u otros males congénitos.

Sin embargo, este mal está todavía muy lejos de convertirse en una epidemia, pues se contabilizan apenas 83 casos y ya una embarazada que dio a luz, no presentó ningún problema.

Sin embargo, por un lado se magnifica el tema del Zika y por el otro se minimiza la gravísima epidemia de influenza, ésta si muy palpable y cada vez más fuerte, que en los últimos días ha golpeado al grueso de los capitalinos en la ciudad de México.

Aunque el gobierno ha admitido que este problema ya ha cobrado 79 muertes en lo que va de la temporada invernal y que sólo en la última semana hubo 683 contagios, para totalizar mil 997, el asunto ha tenido un bajo perfil, como si a propósito se quisiera ocultar.

El subsecretario de Salud Pablo Kuri, dijo que de octubre a diciembre de 2015 sólo hubo 262 casos de influenza, pero que en 2016 “se disparó la cifra” debido a que la estación fría llegó muy retrasada.

“El frío se nos atrasó; no empezó como normalmente ocurre en la segunda quincena de diciembre. De hecho, empezó en las primeras semanas de enero y lo que ha hecho es un corrimiento de la temporada invernal y, por lo tanto, en el inicio o la presentación de los casos de influenza”, afirmó.

Sin embargo, a pesar de que este problema en este momento debiera enfocar toda la atención de las brigadas de salud, se sigue publicitando el peligro del virus del Zika.

Es verdad que ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una alerta internacional el pasado día primero sobre este mal contagiado por el mosquito “Aedes Aegypti” -el mismo que transmite el chikunguya y el dengue-, pero nada se dice de la influenza a pesar de que parece adquirir las dimensiones de 2009, cuando se dijo que había surgido una pandemia con epicentro en México y se armó un tremendo alboroto mundial.

Actualmente, a pesar de que los hospitales especializados en males respiratorios y los servicios de urgencias del sector salud están repletos de enfermos con influenza, en la prensa no se menciona el tema o se relega a las páginas interiores de los diarios.

De forma casi soterrada, se habla de que hay desabasto de medicamentos como el Oseltamivir o el Tamiflu en las farmacias privadas, pero no hay más detalles al respecto.

Sin embargo el asunto es más serio de lo que parece, y es importante que el gobierno encienda las alarmas y advierta a la población para que tome las medidas adecuadas o de lo contrario el asunto podría volverse incontrolable.

Pascual Feria, el dirigente de los dueños de farmacias, literalmente autorizó con sus advertencias de desabasto el incremento descontrolado del precio del Tamiflu,  que en condiciones de baja demanda no llega a los 300 pesos, mientras que ahora se vende entre 500 y 800 pesos.

Tristemente no hay autoridad reguladora de precios (Profeco) o sanitaria (Secretaría de Salud), que impida lo que ya es un círculo vicioso de aumento de precios de determinados medicamentos durante la época del año con mayor demanda.

Por supuesto que llama la atención que  el mismo doctor Kuri haya restado importancia al desabasto de Tamiflu, máxime cuando los tratamientos que tiene en su poder la Secretaría de Salud apenas alcanzarían para atender  a poco menos del 2 por ciento de los mexicanos.  ¿Sabrá realmente del riesgo sanitario en ciernes?

VIRGILIO ANDRADE, SIN RESPALDO NI ORDEN DENTRO DE SU PROPIA SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Las cosas cada vez pintan peor para Virgilio Andrade Martínez, secretario de la Función Pública (SPF), quien el pasado 3 de este mes cumplió un año al frente de la institución, entre cuyas atribuciones se encuentran las de organizar y coordinar el sistema de control y evaluación gubernamental, inspeccionar el ejercicio del gasto público federal y su congruencia con los presupuestos de egresos, y sobre todo, establecer acciones que propicien la transparencia en la gestión pública, la rendición de cuentas y el acceso por parte de los particulares a la información que aquella genere.

No obstante, como en México todo parece el mundo al revés -de acuerdo con un reportaje  firmado por Elinor Comlay, de la agencia de noticias Reuters-, funcionarios de alto nivel de la mencionada Secretaría ejercen de manera discrecional y a todo lujo, los viáticos que les son asignados en sus viajes internacionales.

Como ya se acostumbra en el llamado “fuego amigo”, el periodista de Reuters seguramente no obtuvo estos datos mediante una exhaustiva investigación como antaño, sino vía las gargantas profundas o a través de los enemigos que Virgilio Andrade tiene al interior de la propia SPF o en el gobierno mismo, como ya se acostumbra.

Si estas revelaciones no tuviese trasfondo político, la sociedad habría de agradecer la denuncia periodística, porque exhibe los excesos de Hilda García -quien por cierto no aparece ya en el Portal de Transparencia de la SPF-  y que merced a los 450 dólares diarios asignados, se autorizó pantagruélica cenó con caviar, salmón y champaña en el restaurante Harrods, de Londres.

Igualmente, el informe revela que Jorge Pulido, titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos, desembolsó 500 dólares para el pago de dos taxis y comidas durante una escala en Frankfurt, Alemania, y que también Alejandro Bonilla, director general adjunto de Contrataciones Electrónicas -durante un viaje a Hawai para supuestas negociaciones de la Asociación Trans-Pacífico-, en sólo 24 horas llegó a consumir 3 órdenes de calamar, una de las especialidades más caras del hotel donde se hospedó.

Sin embargo, al cínico dispendio con cargo al erario público de estos personajes, se suma la triste defensa que hizo el propio titular de la Función Pública, quien según la mencionada agencia “tiene poca idea de cómo sus subalternos gastan los viáticos en sus salidas al extranjero”.

Efectivamente, tiene razón en parte. Virgilio Andrade personalmente puede ignorar esos datos, pero no así los encargados de la administración y finanzas de la dependencia, de la cual él es titular y por lo tanto responsable, ya que entre sus obligaciones está precisamente el de fortalecer las buenas prácticas y la transparencia de cuentas.

La información dada a conocer, ha levantado una ola de indignación por cuanto la semana pasada el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso anunció un importante recorte, “preventivo”, dijo, de 132 mil millones de pesos al presupuesto de este año.

Otro sería el caso si todos los funcionarios que viajan al extranjero pagasen los gastos con sus propios recursos, y entonces sí, que la señora García o los señores Pulido y Bonilla, paguen cenas de 450 dólares, taxis y sándwiches de 500 dólares o desayune, coma o cene los calamares más suculentos y caros del mundo. Pero eso es una utopía, sobre todo, en terrenos de la Secretaría de la Función Pública, que precisamente es la encargada de impedir o regular los excesos en todas las áreas de gobierno.

Si así está la Secretaría de la Función Pública, entonces habrá que imaginarse cómo están las otras oficinas no sólo del ámbito federal, sino de los gobiernos estatales, municipales o delegacionales. Los excesos romanos no son tales en México.

GRANOS DE CAFÉ

El encuentro -forzado- que finalmente tuvo el secretario de Educación Pública,  Aurelio Nuño, con los integrantes de la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, resultó una esperanza para los mentores oaxaqueños, ya que en la reunión anunció inversiones por 2 mil millones de pesos para la infraestructura escolar de 2 mil 300 planteles de la entidad, cifra que contrasta con el recorte presupuestal de más de 3 mil millones de pesos que se aplicó a la dependencia hace una semana, y que sin embargo -dijo-, no afectará a los alumnos de alto rendimiento, porque se mantiene íntegro el sistema de becas.

Al final, parece que al limar las asperezas entre el titular de la SEP y la CNTE, el beneficio será para todos o por lo menos así se plasmó en el discurso de Nuño, quien ante el reproche de baja inversión en infraestructura escolar ofreció que serán los propios padres de familia quienes fiscalicen la aplicación de los recursos a invertir, con lo que se evitará que -como en pasado reciente-, los dineros se queden en las arcas magisteriales de la Coordinadora o en los bolsillos de sus dirigentes…