COMENTARIO A TIEMPO/Teodoro Rentería Arróyave

COMENTARIO A TIEMPO
MIGUEL DE LA MADRID HURTADO
Por Teodoro Rentería Arróyave

CUERNAVACA, MORELO. Dentro del argot literario, principalmente en el periodístico, se designa a las frases hechas y que demuestran flojera mental del autor como “lugares comunes”.

En un símil de tal flojera intelectual, con motivo del sentido fallecimiento del ex Presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, las críticas al personaje desaparecido son precisamente eso: “ataques comunes”, ataques de repetición.

Desagradable en verdad, esa recurrencia simplista a un hombre que amó profundamente a México, que supo gobernar como ningún otro en tiempos de crisis y de terribles fenómenos naturales que hirieron las entrañas mismas de la nación.

Cada quien hablará de su tiempo y circunstancia, por ello nosotros nos referiremos a su gran labor de estadista en el tema de la comunicación social de Estado, para ello recurrimos al relato de los siguientes acontecimientos.

Después de una persecución de los colaboradores más abyectos del anterior régimen, por la valentía del director general de la organización Grupo ACIR, Francisco Ibarra López, llegamos a fundar los noticiarios dentro del concepto de la Comunicación Humana que aun prevalece en ese grupo de radiodifusoras.

Seguramente, porque ganamos la noticia de que Miguel de la Madrid Hurtado sería candidato a la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, PRI, el entonces secretario de Programación y Presupuesto nos invitó a que nos sumáramos a su campaña electoral, a lo cual con respeto, nos opusimos.

Don Miguel insistió al explicarnos que iba a crear un gran proyecto de comunicación social de Estado, al crear dos institutos nacionales de Cinematografía y de Radio y Televisión y que fortalecería la agencia de noticias Notimex y el diario El Nacional, para ello, nos expresó, que había pensado en nosotros para dirigir el de Radio y Televisión.

Después del éxito de la campaña y después de enviarnos los proyectos de decretos correspondientes de creación de los institutos para el análisis, presentamos un contraproyecto en el cual, de acuerdo a las experiencias internacionales, considerábamos que fueran tres los institutos y en esas condiciones se crearon los Institutos, Mexicano de la Radio, IMER; de la Televisión, IMEVISION; y de Cinematografía, IMCINE, nos nombró director general fundador del primero.

El desarrollo fue estupendo, todas las radiodifusoras dispersas en las dependencias y organismos del Ejecutivo Federal, fueron el pie de cría del IMER.

En el de la Televisión se llevó a cabo una inteligente negociación para que la poderosa Televisa moviera a su Canal 8 a la frecuencia del 9 y así IMEVISION contara con dos canales principales, el 7 y el 13.

Desde ahí, desde esas creaciones del Presidente de la Madrid hicimos una verdadera radiodifusión de Estado, no de gobierno, que posteriormente los desnacionalizados lograron desmantelar al privatizar IMEVISION y casi desaparecer el IMCINE.

Afortunadamente, prevalece pese a la estulticia y a los ataques al Estado Republicano. Ahí está de pie el Instituto Mexicano de la Radio, sirviendo a todos los mexicanos, con algunas fallas que son fáciles superarlas.

De esa dimensión, y solo en un capitulo, fue la grandeza de ese mexicano patriota, de ese estadista, Miguel de la Madrid Hurtado. Ese es parte de su legado.