Libros de ayer y hoy
COMENTARIO A TIEMPO
NO BASTA
Por Teodoro Rentería Arróyave
Ante la brutal represión de estudiantes en el estado de Guerrero, con resultados trágicos de dos jóvenes asesinados, otro más en estado de coma, uno que fue obligado por policías a disparar un rifle para culparlo de haber iniciado la confrontación, más desaparecidos y heridos, no basta con la decisión camuflada del gobernador, Ángel Aguirre Rivero de correr a cuatro de sus funcionarios.
El país está de luto, no sólo la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, y la entidad, prueba de ello es la consternación y el repudio en generalizado -en la Cámara de Diputados se guardó un minuto de silencio por la estudiantes masacrados-, sin embargo como siempre hay una salvedad, la del presidente del Partido de la Revolución Democrática, PRD, Jesús Zambrano Grijalva que en un intento fallido de cubrir al expriísta Ángel Heladio Aguirre Rivero, a quien junto con el Partido Acción Nacional, PAN, llevaron al poder en alianza con ofensa, al declarar que le ha solicitado una investigación objetiva y creíble.
Mientras tanto en Chilpancingo, ciudad capital del estado, se multiplican las manifestaciones, en la cuales estudiantes, padres de familia y organizaciones civiles e indígenas, acusan de asesino al gobernante y piden que salga de la entidad porque no puede estar gobernada por un represor de esta naturaleza.
Mientras esto ocurre en la plaza pública, se ha iniciado una guerra de inculpaciones entre la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular es el discutido, Genaro García Luna, y las autoridades del estado, mismas que culpan a elementos de su Policía Preventiva Federal de haber sido los primeros en llegar al lugar de los acontecimientos y haber iniciado la refriega, al mismo tiempo en un comunicado, la dependencia federal culpa a los policías ministeriales guerrerenses de haber disparado sus armas, es decir de haber asesinado a los jóvenes normalistas, Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.
El gobernador Aguirre Rivero, de inmediato en una acción que pretende ser efectista, renunció a su Procurador General de Justicia, Alberto López Rosas; al director de la Policía Ministerial, Antonio Valenzuela Valdez; al secretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte Borja, y al subsecretario de esta última dependencia, general en retiro Ramón Arreola Ibarría, según el gobernante para no entorpecer las investigaciones del asesinato de los dos estudiantes.
Es de hacerse notar que quien hunde al gobernador, es precisamente este último cesado funcionario, por cierto fue el que estuvo a cargo de las acciones policíacas y dio la orden de arremeter contra los estudiantes que se manifestaban en la carreta Del Sol, como lo dijimos en la entrega anterior arengándolos con la majadera frase de: Órale cabrones.
El mílite, como lo consignó el diario La Jornada en su edición de este miércoles, en entrevista realizada en plena carretera y al final de la contienda y cuando aun yacían en la cinta asfáltica los cadáveres de los jóvenes asesinados, a preguntas expresas contestó así:
¿Fue orden del gobernador (Ángel Aguirre) el desalojo? -La orden del gobernador es que se restableciera la paz aquí. El personal de la policía estatal trae equipo antimotines y viene desarmado completamente.
¿Restablecer la paz con dos estudiantes muertos? -Establecer la paz con 800 seudoestudiantes que están tapando el paso, respondió molesto.
En consecuencia, la orden de represión fue del gobernador Aguirre Rivero, quien debería solicitar, cuando menos, licencia al cargo, mientras las autoridades federales concluyen las investigaciones.
Ya no más 68s y no basta con correr a cuatro funcionarios, los responsables intelectuales y materiales deben de responder ante los tribunales, sino es así será una nueva burla a la justicia, al pueblo de Guerrero y a toda la nación.
Periodista y escritor. Vicepresidente de FELAP y Presidente fundador y vitalicio de FAPERMEX. Agradeceré Sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] y [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de diciembre de 2011, p. 3
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal difundió un presunto peritaje en el que, según la dependencia, un agente de la Policía Ministerial de Guerrero, vestido de civil, sería el responsable de la muerte de uno de los dos estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, fallecidos durante el desalojo violento que realizaron policías locales y federales en la Autopista del Sol el pasado lunes.
La dependencia que dirige Genaro García Luna envió a los medios de comunicación dos imágenes; una de ellas es una fotografía aérea de la zona del desalojo, con gráficas sobrepuestas que supuestamente indican la manera en que el policía ministerial abrió fuego y mató al estudiante. La otra consiste en dos imágenes y un cuadro de texto.
La SSP federal escribió en el documento: los impactos de proyectil de arma de fuego sobre el muro de contención, que demuestra que los impactos fueron hechos por un costado, donde estaba haciendo disparos la Policía Ministerial. Esto es acompañado con fotografías de un hombre vestido de civil disparando y agentes federales posicionados lejos y de frente al cuerpo de uno de los estudiantes abatidos.
La Procuraduría General de la República (PGR) revisará las actuaciones ministeriales realizadas por la Procuraduría General de Justicia de Guerrero relacionadas con la muerte de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Las fuentes consultadas indicaron que durante la noche del lunes y la madrugada de ayer funcionarios de la PGR recibieron los casquillos de bala percutidos, restos de ojivas (balas) y cada una de las armas que fueron puestas a disposición del Ministerio Público, las que fueron sometidas a pruebas para determinar cuál lanzó los proyectiles que provocaron la muerte de los jóvenes, identificados como Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, estudiantes normalistas.