Libros de ayer y hoy
COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería Arróyave.
Con la amargura del Partido Acción Nacional, PAN, que reflejan las reacciones de sus líderes y militantes, el Partido de la Revolución Democrática, PRD, le dio el Requiescat in pace, RIP, a la alianza antinatura con las derechas en el Estado de México con el beneplácito de los verdaderos luchadores de izquierda; mientras el alcalde con licencia de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, se convirtió en el candidato a la gubernatura de la entidad por el Partido Revolucionario Institucional, PRI, ante la presencia de la plana mayor del tricolor.
Fue un fin y principio de semanas del reencuentro del PRD en la congruencia con sus principios, sus programas y su ideología misma, al sepultar la absurda alianza con PAN en la entidad mexiquense y que seguramente marcarán destino y rumbo del más fuerte partido de la izquierda mexicana,
El Consejo Nacional rechazó la alianza con las derechas al no obtenerse las dos terceras partes que indica su Estatuto, en cambio avaló por mayoría calificada la coalición con el Partido del Trabajo, PT, y Convergencia por 129 votos a favor, uno en contra y 44 abstenciones.
La triunfadora indiscutible vuelve a ser la secretaria general del PRD, Dolores Padierna, quien siempre sostuvo para la formación de esa coalición la candidatura de Alejandro Encinas Rodríguez, que avala ampliamente Andrés Manuel López Obrador y a la que se sumó de última hora el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón.
Con la molestia que nunca pudo disimular, el presidente del PAN, Gustavo Madero Muñoz, después de afirmar que respeta la decisión del PRD, no pudo evitar el disgusto al agregar que no comparte la determinación tomada por el Sol Azteca y concluyó con el sofisma de que iremos por coalición con los ciudadanos
Ya era domingo, cuando el presidente del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, ante el frenón a las alianzas antinatura que inventaron Manuel Camacho Solís y Felipe Calderón Hinojosa e impulsara su antecesor, Jesús Ortega Martínez, propuso a los consejeros presentes, optar por la alianza con el PT y Convergencia para propiciar la unidad y cerrar el capítulo de la discusión en torno al acuerdo con el PAN, que sumió durante tantos meses a los perredistas en debates intensos que han tensionado la vida interna del PRD.
Si esta actitud de congruencia de Zambrano Grijalva hubiera aparecido antes, con seguridad estaríamos ante un partido de izquierda cohesionado y fuerte como lo requiere el país.
Otro que hizo berrinche fue el secretario del Trabajo del gabinete calderonista, Javier Lozano Alarcón, tampoco se pudo reprimir y al través de su cuenta de Twitter, aseguró que sólo bastó la orden autoritaria de su ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para que se alinearan el precandidato, Alejandro Encinas Rodríguez; el jefe de Gobierno del D. F., Marcelo Ebrard Casaubón; la secretaria general del Sol Azteca, Dolores Padierna, y el recién nombrado integrante del CEN perredista, René Bejarano; además de otros liderazgos.
Claro, seguramente le reviraron contra otra orden autoritaria la de Los Pinos, en el sentido de que las alianzas antinatura tenían que llevarse a cabo, porque para eso está el mando y el poder.
Finalmente en Toluca, Eruviel Ávila Villegas protestó como candidato del PRI a la gubernatura mexiquense ante el líder nacional Humberto Moreira Valdés, el gobernador de la entidad, Enrique Peña Nieto, 11 gobernadores de otras tantas entidades del país, 623 de 676 consejeros mexiquenses y cientos de líderes priístas convocados en la explanada de la unidad de la sede estatal, donde se definió al tricolor en su transformación como el partido de los pobres.
RIP a la alianza; un PRD que surge congruente con sus principios, programas e ideología y con su candidato Alejandro Encinas Rodríguez; todo esto con la amargura de los panistas que reflejan con sus exabruptos lanzados, inclusive, desde sus cuentas de twitter, los cuales irán solitos con su candidato, Felipe Bravo Mena, y Eruviel Ávila Villegas ya es candidato al gobierno mexiquense con el renovado PRI, el partido de los pobres.