El nuevo lenguaje de los gobernantes
Tal y como se esperaba, de acuerdo a todas los análisis de las casas encuestadoras, en los comicios celebrados este domingo en los estados de México, Coahuila, Nayarit e Hidalgo arrasó el Partido Revolucionario Institucional, PRI. Significativos resultados para la elección presidencial del próximo año.
Ahora las cosas se cambiaron, el Partido Acción Nacional, hecho gobierno, fue el que se distinguió por actos de mapachería electoral, a tal grado que fueron detenidas 16 personas, entre ellas un sujeto de nacionalidad venezolana con algunos miles de pesos para repartir en la compra de votos y además al verse descubiertos, el presidente del albiazul en Hidalgo armó una señora gresca.
Los resultados de los Programas Preliminares de Resultados Electorales, PREP, cuando llevan más del 70 por ciento de los votos computados dan, en todos los casos un amplísimo margen al PRI.
Con 62.42 por ciento ganó la elección a gobernador del Estado de México, el candidato de la Alianza Unidos por ti -PRI-Verde Ecologista-Panal-, Eruviel Ávila Villegas, seguido de Alejandro Encinas Rodríguez de la Alianza Coalición Unidos Podemos Más -PRD-PT-Convergencia-, que apenas alcanzó 21.21 por ciento; en el sótano con 12.46 por ciento el candidato del Partido Acción Nacional, PAN, Felipe Bravo Mena.
En Coahuila, Efrén Moreira Valdez del PRI-Verde Ecologista y Panal gana con 57.13 por ciento de los votos, sus contrincantes apenas si pintaron: Guillermo Anaya Llamas del PAN con 35.55 por ciento, mientras el petista Jesús González Schmall y el perredista Genaro Eduardo Fuantos Sánchez registran, respectivamente, 1.16 y 0.90 por ciento.
Lo de Nayarit es más que sintomático, puesto que todavía la víspera algunos auguraban los triunfos de la panista, Martha Elena García Gómez, por cierto esposa del ex gobernador, Antonio Echeverría Domínguez, así como del perredista Guadalupe Acosta Narango. En este caso, el candidato de la coalición Nayarit Nos Une -PRI-PVEM-Nueva Alianza aventaja con el 47.91 por ciento.
La panista logró 35.5 de los votos y en tercer lugar se ubicó el perredista Guadalupe Acosta Naranjo, con el 11. 42 por ciento de las preferencias; Nayar Mallorquín, de la coalición entre PT y Convergencia, consiguió apenas el 2 por ciento de la votación.
En Hidalgo, aunque con repartición, gano el PRI la mitad de las alcaldías, incluyendo la joya de la corona, la capital Pachuca
El análisis no deja lugar a dudas, la sociedad con estas votaciones demostró su rechazo al actual estado de cosas. La lectura es simple: castigó a la actual administración federal y desea la alternancia, como se logró hace 11 años.
Aunque algunos se niegan a aceptar que estos resultados son representativos de lo que va ocurrir en las presidenciales del 2012, al menos de que ocurriera una catástrofe o el país fuera obligado a tomar caminos antidemocráticos, no se vislumbra que se pueda frenar dicha tendencia.
Dentro del PRI, también estos triunfos favorecen sin discusión a un solo precandidato: al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, político que acompañó a todos los candidatos, excepto al de Edomex, para que no se le acusara de andar de presidente de su partido en lugar de atender el alto puesto que protestó atender con toda lealtad y entrega.
Esta visto, que por ahora los partidos contrarios al PRI sólo ganan cuando logran fraguar alianzas antinaturas y con candidatos tricolores prestados; de otra manera el PRI arrasa y la mapachería se pasó al PAN.