Indicador político/Carlos Ramírez
CAFÉ PARA TODOS
ALBERTO CARBOT
* EL PRIMER INFORME CON CLAROSCUROS; BAJAN LAS PROYECCIONES DEL PIB Y SE PREVÉ UNA RECESIÓN
* GABINO CUÉ Y MIGUEL ÁNGEL MANCERA, CÓMPLICES DE LOS SOCIÓPATAS DE LA CNTE
Muchos están de acuerdo en que el desempeño del presidente Enrique Peña Nieto ha sido mejor de lo esperado. Durante los casi nueve meses que lleva en el poder, quienes creían que iba a fracasar y cometería error tras error, han tenido que tragarse sus palabras. El primer informe de gobierno, que rendirá el próximo domingo, quizá traiga consigo buenas noticias.
Se han aprobado varias iniciativas en el Congreso, entre ellas la de educación y telecomunicaciones. Ahora mismo se está preparando el proyecto energético que prevé crear los denominados contratos de utilidad compartida con empresas privadas.
Sin embargo, la situación presenta altibajos, por lo que quizá el informe sea de claroscuros. El principal problema que enfrenta es el de la economía, un frente en el cual se han sucedido en cascada las malas noticias en los últimos días.
A tal grado la situación se ha nublado, que Rodolfo Navarrete, un destacado analista de Vector Casa de Bolsa, se atrevió ya a pronosticar que la economía mexicana podría enfilarse hacia una recesión y aparecen cada vez más señales de debilidad.
En conferencia, el director de análisis y estrategias de inversión de la firma, aseguró que tras el periodo de expansión de la política fiscal, tras la crisis de 2009, la economía mexicana ha perdido fuerza.
Al referirse a la decisión anunciada la semana anterior de reducir la proyección de crecimiento económico, del 3,5 al 1,8, señaló que una revisión a la baja del crecimiento económico necesariamente implica una baja en los ingresos públicos.
Con menos ingresos y con la presión de una posible salida de capitales del país, el gobierno deberá reducir el gasto público aún más, o aumentar las tasas de interés para hacer más atractivo a México y evitar que la inversión de cartera se vaya, advirtió.
Ahora se admite que, a diferencia de lo que ocurrió en la mayoría de los países emergentes, la inversión que llegó a México fue principalmente a través de la bolsa de valores, por medio de los llamados capitales volátiles o golondrinos, como se prefiera llamarlos y enfocada a los bonos gubernamentales.
Para el experto, dado que el gasto de gobierno deberá ser reducido para mantener un déficit fiscal bajo, será casi imposible tener un mayor crecimiento económico para este año.
De hecho, se estima que la expectativa de crecimiento del PIB no será ni siquiera de 1.8, sino de 1.1 por ciento según Vector.
El propio secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo en días pasados que este año México registrará un crecimiento económico mediocre. El año pasado, creció un 3,9 por ciento y originalmente para este año el gobierno tenía previsto un repunte del 3,5, aunque luego cambió el vaticinio al 3,1. Sin embargo, la desaceleración económica derivada de la situación interna y mundial obligó a las autoridades financieras a rectificar.
Videgaray dijo que la decisión de reducir las previsiones del PIB es un llamado a la acción para hacer las reformas que habrán de quitarle el freno al crecimiento y que la economía no está creciendo al ritmo que debe, necesita y puede hacerlo.
En los últimos 12 años, registró una tasa promedio anual de 2.1 por ciento, lo que sería una buena noticia porque el país no ha dejado de crecer, pero lo malo es que ha sido por debajo de lo esperado.
Videgaray confía en que la economía se acelerará en el segundo semestre, pero ello no cambiará los pronósticos de un crecimiento bajo. De acuerdo con el secretario de Hacienda, México debe y puede crecer más, y para eso hay que tomar las decisiones como país que debemos tomar, y esto implica hacer las reformas que podemos hacer.
Esto por supuesto debiera ser un acicate para que el Congreso apruebe una reciente reforma energética enviada por el presidente días atrás al Senado.
LA INESPERADA REDUCCIÓN DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO
Entre las señales que han aparecido de debilidad en la economía figuran la caída del peso frente al dólar estadounidense a su nivel más alto en casi dos meses en días pasados, justo un día después de que el gobierno ajustara su proyección de crecimiento del PIB.
Por cierto que la decisión siguió al anuncio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el sentido de que durante el segundo trimestre de 2013, el PIB se redujo 0.74 por ciento respecto al trimestre anterior. Por si fuera poco, la tasa de desempleo en México alcanzó su nivel más alto en julio desde enero pasado, al llegar a 5.12 respecto al mismo mes de 2012.
El INEGI indicó que 23.6 por ciento de los desocupados no cuenta con estudios completos de secundaria, mientras que los desempleados de mayor nivel de instrucción representaron el 76.4. El único renglón que sigue cayendo es el de la tasa de informalidad laboral, que se ubicó en 60.04 por ciento de la población ocupada, cifra inferior al 61 registrado en julio de 2012, de acuerdo con el informe.
Todo esto ha llevado a los empresarios a pedir un plan emergente para reactivar la economía en lo que resta del año.
Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que a pesar de que la actual administración federal ha sido exitosa en alcanzar acuerdos políticos importantes, que derivaron en la presentación de varias reformas estructurales que tendrán impacto a mediano y largo plazo, es necesaria una estrategia de este tipo para encarar la situación.
En vísperas del primer informe de gobierno del presidente Peña Nieto, el dirigente empresarial señaló que necesario un plan ambicioso de infraestructura que incluya las asociaciones públicas y privadas y aprovechar áreas de oportunidad como la economía verde y el área de telecomunicaciones.
Los hombres de negocios consideran que se tienen que generar estímulos fiscales y administrativos para impulsar nuevas inversiones de las empresas, así como acelerar la conclusión de la reforma financiera y generar acuerdos marco de política industrial.
Además, reconocen el nivel de compromiso de la actual administración federal en la generación de acuerdos políticos, aunque creen que estos tienen que concluir con cambios verdaderos y no sólo conformarse con lo políticamente viable, para contrarrestar la baja en la expectativa de crecimiento de la economía en el año.
Las próximas semanas quizá sean cruciales para el país, pues si en el Congreso se logra un acuerdo para la reforma energética, podrían generarse los incentivos necesarios que impidan revertir la situación económica y tal vez se puedan evitar los pésimos augurios de algunos expertos en torno a una próxima recesión.
Ojalá que sectores conservadores de la izquierda -como el neocardenismo y el pejismo- se den cuenta que con su rechazo a ultranza a todo lo que huela a inversión privada en el petróleo lo único que alimenta es incertidumbre.
La única manera en que se reciba más inversión extranjera pero directa y no golondrina y que haya confianza en la economía es dando certeza de que habrá reformas a la altura de las que se están dando en otras latitudes del planeta.
Aún naciones con economías socialmente planificadas como Corea del Norte o Cuba tienen legislaciones más avanzadas en materia petrolera. No se puede continuar teniendo una visión sesgada, anclada al pasado, ni aferrarse a figuras históricas como Lázaro Cárdenas para justificar posiciones radicales. Es la hora de la verdad.
GRANOS DE CAFÉ
El cinismo de los profesores paristas de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con sede en Oaxaca, no alcanza calificativo. Ahora exigen el pago del bono por ajuste en el calendario que el gobierno de la entidad accedió a entregarles una vez que los 73 mil mentores inicien el ciclo escolar 2013-2014 que arrancó hace 20 días, lapso que han ocupado para hacer un mega plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, bloquear y destruir instalaciones de la Cámara de Diputados, impedir las actividades legislativas, taponar los accesos al aeropuerto internacional y las principales vialidades del periférico y cometer todos los excesos en contra de la ciudadanía con lujo de violencia, prepotencia e impunidad.
De acuerdo con señalamientos publicados en los medios, los profesores no solamente cobrarán íntegro su salario -pese a no haber dado un solo día de clases a sus alumnos-, sino que recibirán poco más de 3 mil 500 pesos del bono por ajuste de calendario que les cubrirá el gobierno oaxaqueño con la condicionante de que inicien clases.
No hay forma de medir la indignación social ante tan ignominiosa actitud del gobierno oaxaqueño, que quiere atraer a los mentores a las aulas con bonos para que cumplan con su trabajo, palabra maldita para quienes se ostentan como maestros y ha mostrado, sobradamente, que carecen de la conciencia social que esgrimen como elemento de su discurso, igual de hipócrita falso que su compromiso con la construcción de un México mejor.
Sobra decir que más del 85 por ciento de los mexicanos desaprueba y condena su actitud, no solamente porque han aplastado todos los derechos civiles, sino porque mediante la coacción pretenden conservar prebendas que no va de acuerdo con su pobre capacidad pedagógica, desempeño profesional y aporte social.
Triste -por decir lo menos-, es también el papel que las autoridades federales han tenido frente al conflicto, y no menos vergonzante es la respuesta de los legisladores que aceptaron eliminar de la agenda del periodo extraordinario la discusión y aprobación de la Ley General de Servicio Docente, que establece la obligatoriedad de la evaluación a los profesores y las nuevas reglas para su contratación.
Pero quizá el peor papel lo ha protagonizado el gobierno del Distrito Federal que muy a tono con su colecta de simpatizantes y limosnera captación de votos para futuras elecciones, ha puesto a los sociópatas de la CNTE por encima del interés ciudadano y permitido todo tipo de violaciones a las normas más elementales del estado de derecho y a toda regla de convivencia.
Para colmo de la desvergüenza, el jefe de gobierno capitalino Miguel Angel Mancera, todavía presume tener la cara en alto para responder a sus electores y contribuyentes, por el daño que les ha causado el conflicto magisterial y enarbola la no represión como máxima de su gobierno, como si la aplicación de la ley -a la que está obligado-, fuera una graciosa concesión y no el más legítimo de los derechos ciudadanos. ¿Acaso está ciego para no advertir la ruindad de los integrantes de la CNTE y el legítimo enojo de la población?
El discurso sesentero de paz y amor le queda muy bien. El problema es que vive un desfase de más de medio siglo, que nos lleva a poner en duda su capacidad para gobernar el Distrito Federal. No queremos ni imaginar lo que pudiese aspirar a la presidencia en el 2018. Por lo pronto está claro que no tiene interés -y tal vez ni capacidad-, para garantizar la seguridad de los capitalinos a los que ya ha dejado de ver como la gente que debe servir y atender.
Dentro de 2 años el electorado le pasará el costo de facturas políticas por su inacción y temor de asumir a cabalidad sus responsabilidades para con la gente que sí trabaja en este país y que ya está harta de ser rehenes de la mal llamada izquierda…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección [email protected]