Itinerario político
BEJALTIK
F. Darinel
En medio del camino de la vida ,
dijo Dante. Su verso se convierte:
En medio del camino de la Muerte.
Rubén Darío
DESCONFIANZA
LOS CAMINOS DE HOY
La muerte siempre va a ser símbolo, de tristeza, de rabia, de desesperación y de total incomprensión, lo cual trae siempre tristeza y muchas veces la rabia, o los deseos de venganza de los familiares del muerto.
Si la muerte para los familiares es clara e indiscutible por razones naturales, solo queda la contrariedad natural y con el tiempo, la inexorable resignación, y esperar pacientemente a el mismo tiempo que todo lo cura.
Cuando la muerte no es clara, generalmente se trata de darle una explicación, que la mayoría de las veces pretende encontrar culpables, porque como nadie de nosotros entendemos la muerte, le tememos y no la queremos para nadie de los nuestros, por eso siempre se busca una explicación en donde se demuestre que hubo un culpable.
En el caso de las personas que mueren en los centros hospitalarios, muy pocas veces los familiares aceptan con total razonamiento, que ese paso inexorable llegó normalmente para su paciente, sin embargo un enorme porcentaje siempre pretende decir o explicar que si no hubiera sido por tal o cual situación, su paciente hubiese vivido.
Es cierto, la negligencia médica existe, son sonados los casos de médicos cirujanos que olvidan material quirúrgico dentro del cuerpo de los pacientes, o médicos que por la deshumanización, con indolencia se olvidan de los pacientes, y estos han muerto en el olvido de pabellones y salas de los hospitales.
Desde que hace 10 años, en el Hospital K de Comitán, murieron más 30 infantes neonatos, por razones; hasta la fecha, aun no bien clarificadas, desde entonces el miedo y la desconfianza no ha desaparecido en la población, sumado a que algunos buitres se han encargado de tratar de magnificar algunos de los naturales decesos.
Esa situación, en primer lugar orilló a que los servicios hospitalarios materno-infantiles, desde antes que edificara el nuevo hospital Belisario Domínguez, experimentaran un notable cambio y gran avance en la atención, una situación que es más palpable en el nuevo hospital materno-infantil.
Ya saben Ustedes; amables lectores, que los anteriores comentarios los hago en función de el deceso de una joven mujer y su feto de 6 meses de edad que ocurrió hace más de una semana, una situación que hasta el momento ha generado una crisis, que amenaza con tomar tintes más elevados.
Por eso, más el exceso de complacencia y complicidad del gobierno estatal con las mal llamadas organizaciones sociales, no resultó raro que una organización social, a la que pertenecía la joven mujer fallecida, sin temor alguno y acusando de negligencia médica al hospital, rápidamente optaron por bloquear y luego por el secuestro.
Hasta el momento con claridad no se sabe la causa del deceso; todavía no se descarta la negligencia médica, así como es cierto que la joven madre muerta, llegó con una hemorragia severa por un probable desprendimiento placentario, que desde su ingreso amenazó su vida.
Pero como dije líneas arriba, la desconfianza, el miedo y obviamente el abuso de las organizaciones sociales hacen que cualquier deceso dentro de los hospitales, rápidamente sea tachado de negligencia, similar a las viejas actitudes sionistas, que por cada discurso que emitían los líderes antiguos hebreos.
En ese fanatismo recalcitrante, todo era acusación de blasfemia y por desafío Dios y al imperio romano por parte de los sumos sacerdotes, porque esta actitud tiene nuestra región, parece que todo es negligencia, aun sin fundamentos y líneas de investigación serias.
Insisto, no niego que la negligencia médica exista, así como la deshumanización y los excesos de soberbia por parte de muchos médicos, enfermeras y personal administrativo en los hospitales de todo México.
Insisto también que los decesos se sigan dando de forma natural y por negligencia, pero ante estas situaciones, obviamente si existe una duda razonable, se tiene que exigir, y hasta presionar, para que la Comisión de Arbitraje Médico intervenga y se esclarezca el deceso.
El miedo y la desconfianza están ahí y hasta en crecimiento, no solo por el pasado que pesa que le dio una triste celebridad a Comitán, sino también porque por esta misma razón y en estos nuevos tiempos, los escarceos de la divulgación de falsas noticias y primicias de este tipo pretenden la búsqueda de una fama barata.
Ahí está la gran noticia de el aumento de casos de tuberculosis en la región, cuando Chiapas es una zona endémica de esta enfermedad, así como la falsedad aquella que hace un año o menos, se pretendía explotar un falsa noticia muy parecida a lo que ocurrió hace diez años.
Y esto hasta ha hecho que ahora y por el problema que está, irresponsablemente anden divulgando que a la joven madre le quedaron dentro de su cuerpo materiales quirúrgicos, cuando la realidad, por no existir todavía investigación o dictamen alguno, no esclarezca aun nada.
La verdad, es que con respecto de la información, la responsabilidad y la sensatez debe de campear, porque afirmar mentiras, puede; incluso, hasta orillar o incitar a brotes de mayor violencia y de inseguridad social.
Tristemente el deceso ocurrió, parece ser, de acuerdo a las primeras versiones de personal del Hospital Materno Infantil Belisario Domínguez, que la hoy occisa y el feto, llegaron con un cuadro de una hemorragia severa, la cual fue atendida, con la esperanza y la intención de salvar ambas vidas, pero un problema placentario; según versiones, afirman que llevo a la muerte de ambos.
Como dije al principio, a nadie le gusta pensar en la muerte, y nadie se quiere morir, ni queremos que nuestros familiares y seres queridos muera, tenemos miedo a lo desconocido y tenemos mucho miedo de extrañar a los que amamos; de no tenerlos con nosotros, y todo eso hace que en ocasiones se tomen decisiones equivocadas.
Lo cierto es que se debe de exigir que se esclarezca el deceso de la madre y de su hijo, para conformidad y tranquilidad, y paz espiritual de sus familiares, así como para que de una vez se despejen dudas, porque si existen culpables deben de ser castigados, pero en tanto no haya nada esclarecido se debe andar con mucha mesura; más en la información.
Necesitamos conocer la verdad, pero también necesitamos exigir un alto a los excesos de la organizaciones, exigirle al gobierno estatal que detenga este clima de inseguridad en el que nos ha sumergido, en este constante clima de amague y de amenaza de las organizaciones sociales, y también debemos exigirnos responsabilidad y ética en las letras, la vida y la tristeza no son cuestión de negocios, ni de famas, la vida y la tristeza son sencillamente cuestión de humanidad.
Es cuanto.