
En Morena caben muchos, pero no todos: Nahle sobre Yunes
BEJALTIK
F. Darinel
Permanezcan en los caminos,
busquen y pregunten por las rutas ancestrales,
donde se encuentra el bien y caminen por ellas,
para que encuentren descanso para sus almas
Jeremías (6,16)
PAX ET BONUM
LOS CAMINOS DE HOY
Agradecimiento
Buen día tengan todos Ustedes; amables, respetados y apreciados lectores, como preámbulo a la opinión del día de hoy, permítanme transcribir un fragmento de la canción La Montaña, del inigualable romántico cantautor brasileño Roberto Carlos, pues este y todos los días de la vida que he vivido, me siento agradecido y profundamente conmovido con ese gran hacedor de la luz y la obscuridad, de la lluvia y el desierto, de la sonrisa y el llanto, y aquí para él, lo cual comparto con todos Ustedes, el fragmento de esa canción:
por eso digo: te agradezco Señor un día más / te agradezco Señor que puedo ver / qué sería de
mí sin la fe que yo tengo en ti. / Por más que sufra / te agradezco Señor también si lloro / te agradezco Señor por entender / que todo eso me enseña el camino que lleva a ti. / Una vez más te agradezco Señor / por otro día / te agradezco Señor que el sol nació / te agradezco Señor nuevamente, agradezco Señor
Día de la Paz
Por otro lado hoy 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz, o Día de la Paz, una resolución que tomó y proclamó la Asamblea General de las Naciones Unidas un 30 de noviembre de 1981, misma resolución; que por obvias razones y porque ya se había avizorado siempre sería un acto solemne, se plasmó en la Resolución 36/67, de la misma asamblea internacional, esta decisión y proclamación tomada por la Asamblea General de la ONU, se realizó una vez que ya habían iniciado el periodo de sesiones de 1981, pero pensaron en esa ocasión que se proclamara como Día Internacional de la Paz el 21 de septiembre de 1982, para que coincidiera con la apertura del período de sesiones de la Asamblea, que se hacía el tercer martes de septiembre de cada año. Por eso la primera vez que se conmemoró el Día de la Paz, tuvo lugar en septiembre de 1982. Sin embargo, durante el año 2001, la Asamblea General aprobó por unanimidad la resolución 55/282 , en la que declaró que el 21 de septiembre sería un día anual de cesación del fuego y de no violencia. Desde entonces las Naciones Unidas invitan a todas las naciones y a todos los pueblos a respetar ese Día la cesación de hostilidades y a observar también el Día con actividades de educación y concienciación del público respecto de asuntos relacionados con la paz.
Para todos
Y bueno, en apego a conmemorar este día, como el Día de la Paz, y aprovechando que tengo este bendito espacio, en donde puedo dilucidar y reflexionar; al lado de Ustedes, amables lectores, sobre temas diversos, quiero hoy aprovechar para enviarles mis mejores deseos para que; por lo menos, para aquellos que sufren, quienes tienen tiempo que no han comido, que desde hace años o meses; irónicamente, viven una larga agonía, para nuestros hermanos del norte de nuestra república y de otros estados, en donde viven y resienten con mayor crudeza este embate en contra del narcotráfico, para los países en donde la guerra y el hambre no ha cesado y para todos aquellos que sufren y las lágrimas y el dolor son el pan y las heridas la oración consuetudinaria y para todos los que habitamos este hermoso y atormentado mundo, que por lo menos este día cesen esos dolores, esas penas y este sea un día de paz.
Y para hoy, ciudadanos del mundo; chiapanecos, comitecos hermanos.
SIEMBRA
Cuando de mí no quede sino un árbol
cuando mis huesos se hayan esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de ti no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el aliento del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonido sin eco
dormidos en la sombra de un olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa
¡Escúchame!
Yo aspiro a que vivamos
en las vibrantes voces de la mañana.
Yo quiero perdurar junto contigo
en la savia profunda de la humanidad:
en la risa del niño,
en la paz de los hombres.
en el amor sin lágrimas.
Por eso,
como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
a la tierra y al viento,
te pido que nos demos al futuro del mundo…
Miguel Otero Silva.
Es cuanto.