Abanico
LOS CAMINOS DE HOY
Por la paz
Ayer un enorme contingente de por lo menos unas 8 mil personas, partieron del barrio Los Vertientes, y muy contentos, pero eso sí, muy decididos marchaban clamando por la paz, que hasta el momento tiene un atisbo de estar un poquitín dañada y lastimada en ese municipio. Marcharon hombres, mujeres, niños y ancianos, marcharon con la decisión absoluta de atraer nuevamente con esta actitud la paz, que si bien es cierto no se ha perdido en este municipio, cuatro demonios, como escapados de la averno de Dante, pretenden resquebrajarla, destruirla y con ello generar un clima confuso, carente de dialogo y por sobre todo totalmente disperso y fracturado.
Por esas bajas pasiones
Esta pretensión; perversa diría yo, como lo he apuntado en ocasiones pasadas, su trasfondo es sencillo, se llama: insano deseo político, bajo la directriz de egos desmedidos e inimaginables, egos que reclaman laureles, vítores y reconocimientos que se den en un puesto político importante en La Trinitaria y si se puede para la región, mucho mejor, que satisfagan esos bajos y mezquinos deseos, que están muy lejos del deseo de servir a una colectividad.
Lo que sea
Aquello de que el fin justifica los medios, o que en el pasar de los tiempos y dentro de la política afirman ahora que: el fin justifica los miedos, algo así como lo que ha implementado Felipe Calderón en toda la república, pues así qué más da que la población este muerta de miedo, si al fin y al cabo lo que se persigue es el encubrimiento político, y en el caso de Calderón, voltear la vista hacia los gringos y con una sonrisa de sumisión darles a conocer: ya ven patrones, hice lo que me ordenaron.
Un grito en el desierto
Pero bueno, volviendo al asunto del que hablábamos, de la marcha pacífica en contra de desestabilizadores y agitadores en La Trinitaria, esa marcha que por sí sola y por la enorme cantidad de personas que acudieron, dijo en pocas palabras lo que un refrán mexicano nos ha enseñado, que le va muy bien a ese reducido grupo de desestabilizadores que quieren demostrar, absurda y mañosamente, que el municipio de La Trinitaria es un caos, por eso a ese grupúsculo le va bien, el refrán que líneas arriba dije iba a comentar, y este refrán es: una golondrina no hace verano, por lo que bien vale la pena parafrasearlo y decir: un reducido grupo no creará el caos en La Trinitaria.
El gran líder
Me pregunto si esta por demás nombrar nuevamente a ese grupo de cuatro chachalacas, a quienes les dicen ya los molinillos, por agitadores, y así tenemos el primer molinillo que es Darinel Alvarado Villatoro, que como comenté ya hasta el cansancio, su lucha es porque quiere ser presidente municipal. Pero aquí hay algo que vale la pena comentar y al respecto de la lamentable actitud de este político, pues pareciera ser que solo por esta vía es por la que puede acceder a un puesto político, la vía de la desestabilización, el engaño y la mentira. Por eso esas actitudes harto hipócritas que manifiesta este molinillo, al decir y rememorar aquella antigua y proverbial frase de las antiguas comitecas que decían: con que estemos buenitos hay lo vamos ir pasando. Con este tipo de frases tan de pueblo y sin faltar el aguardiente, son los ingredientes que utiliza, o más bien son la formula que emplea para hacerse de votos y lograr un puesto político, pero solo con engaños.
El chukuj
La Trinitaria, creo yo, no está exigiendo el limbo, ni pidiendo el terso silencio de la tundra o de la Antártida. La Trinitaria no está pidiendo la paz y la quietud de un lago, yo creo que La Trinitaria, porque esa pequeña fracción de manifestantes que ayer pidieron la paz, que mencionó como pequeña, aunque de pequeña no tiene nada, pero lo manifiesto así en comparación con el elevado número de habitantes que tiene este municipio, pide paz, pero paz de trabajo y desarrollo. Así pues, Zapaluta a través de estos 8 mil manifestantes no exigieron ese tipo de quietudes, calmas o paces en extremo, solamente pidieron la normal, habitual y cotidiana tranquilidad de este municipio, una cotidianidad y paz repleta de golpes de martillo, de gritos de alegría, de mugidos de animales, de ruidos de camiones, del rose de los machetes y del sonido de miles de pisadas sobre su suelo, pisadas de hombres y mujeres que se encuentran trabajando, de esa paz es la que hablo, la paz del trabajo sin interrupciones, aunque se encuentre lleno de ruidos, una paz que gente como Darinel Alvarado Villatoro intenta secuestrar y arrebatarle al pueblo zapaluteco.
Otro agitador
El otro hombre de estos molinillos ya lo conocen, es Fernando López, que también quiere ser presidente municipal, a quien también vale la pena decirle que no es con zozobra, con amenazas y con vandalismo como se logra un puesto político, pues un político o un luchador social para que sea querido, debe primeramente de demostrar una verdadera sana y limpia lucha, pero este, tristemente, no es el caso de Fernando López.
Mapache de todo
De los otros dos restantes poco hay que decir, pues ya casi todos los informados saben quién es el molinillo numero tres, don cara de mapache Mario Guillén, que siempre anda metido en líos de fraudes de fertilizante, de agresiones a la prensa y de estar siempre al frente de revueltas y desestabilizaciones en comunidades y en donde se ponga, ya me parece que si va un día de estos a pasear al panteón, el mapache Guillén es seguro que echa a pelear entre si hasta los muertos.
Lidersazo
Ya de don Lampo López no hay mucho que decir, pues este caduco y cansado líder, solo es un muñequito con hilos propiedad de Fernando López, que hace y deshace todo lo que su jefazo le ordene.
¡No más!
Ayer pues, La Trinitaria levantó la voz, exigió la continua y cotidiana tranquilidad de trabajo que han experimentado, dijo no querer otro lindorazo y exigió al super político Roco Gleason, ya que este municipio prácticamente le dio el gane con diez mil votos; le exigió que de una vez por todas defienda y tranquilice a uno de los más fieles lacayos que tiene su familia; la familia Albores, que en nombre de esos 10 mil votos pare de una vez por todas a Darinel Alvarado, y que de una vez por todas el diputado federal Albores Gleason, cumpla con su labor de representante popular, que deje de andarse con sus sueños y aspiraciones, porque antes hay un trabajo y una representación que cumplir, no basta decir: tu voz es mi palabra, más bien tiene que decir: la palabra y el voto de quienes me eligieron es la orden, y yo tan solo soy un servidor de esa confianza, pero onde van a creer que este muchachón así lo diga o lo entienda, si para él , los puestos que piensa están venir, son solo una empresa y un entretenimiento, algo de lo que se puede vivir.
Todo el apoyo
Así pues el clamor zapaluteco, que no desconfía de su alcalde Agustín López Lara, ni de su diputado local, Manuel Pulido López, con esta actitud dijo: las cosas con ellos están bien, marchan bien y van por buen camino, el que un grupo de mentirosos quiera hacer parecer otra que no lo es, solo es porque tienen intereses económicos y políticos.
La Trinitaria alzó la voz y ha exigido nuevamente el orden y la paz social que necesitan, para seguir avanzando como lo han hecho.