Itinerario político
BEJALTIK
F. Darinel
Permanezcan en los caminos,
busquen y pregunten por las rutas ancestrales,
donde se encuentra el bien y caminen por ellas,
para que encuentren descanso para sus almas
Jeremías (6,16)
INVISIBLES
LOS CAMINOS DE HOY
Crece
Parece que nada se puede hacer en contra de los prostíbulos disfrazados de cantinas, aunque en la actualidad ya se les llamen bares, y digo nada, no porque sea imposible luchar en contra de ellos, sino porque la voluntad, la dedicación y la responsabilidad del servicio y los servidores públicos que están implicados en este asunto, está totalmente ausente de esta realidad; vergonzosa realidad que poco a poco ha ido ganando terreno desde mediados de los noventas, paralizada un poquito en el 2002 y 2003, y del 2005 al 2007, y totalmente vuelto a desatar después de este tiempo, en donde de ahí para la fecha estos negocios han prosperado y han aumentado notablemente; insisto, por la indolencia, por la falta de ganas de trabajar, y también debo de apuntarlo, por una sospechosa indolencia y despreocupación por este problema.
Es sabido
Por un lado está primeramente la coordinación de salud municipal y luego seguridad pública, que son las dependencias municipales que tienen que ver con la regulación y atención de este problema, pero aunque denuncias vengan y vayan, se publiquen o no, las quejas se estancan, porque aunque aparenten ser atendidas o definitivamente nada, las cosas siguen igual.
Ni que no se sepa
Los burdeles disfrazados son fáciles de reconocer y sin entrar a ellos, porque cuando la clientela es baja, las meseras; que casualmente no están uniformadas, se sientan a la puerta de estos negocios, luciendo sus diminutas y sugerentes vestimentas, o ya definitivamente paradas también en los umbrales de estos bares, en una actitud franca de oferta del antiguo negocio de la carne, que lejos de toda mojigatería y lejos hipocresía, no es correcto desde el punto de vista legal, pues para eso, allá a finales de los 80s, la zona de tolerancia fue creada y llevada a las afueras de Comitán y desde entonces toda la familia está lejos, se llevaron pué hasta allá a: la Tía Lola, la Tía Nelly, la Tía Flor y otras tías, puesto que la prostitución vigilada y regulada aun siendo legal en México, también era menester que se dispusiera en un lugar en donde no ocasionara disturbios, situaciones que son normales en este tipo de lugares, por la dureza y el estilo de vida de quienes la practican y quienes manejan estos negocios, a más que en ellos nunca falta la venta de alcohol y este siempre causa problemas y delitos.
Sin asombro
Ahora bien, para nadie es un secreto, ni una situación de asombro que en estos bares se practica la prostitución clandestina, que de clandestina no tiene nada, lo clandestino es como se hacen pijijes nuestra autoridades, y que aparte de este conocimiento los días y los años han pasado, y lejos de disminuir han aumentado y con ello los actos de violencia y delictivos en las inmediaciones de estos bares; bares que para nadie es un secreto que una vez que ha llegado la hora de cerrar lo hacen, pero clandestinamente se sigue permitiendo la entrada de parroquianos y se continua expendiendo cervezas y licores a los que se quedaron ahí encerradotes y contentos.
¿Imposible?
Por eso cada vez que se toca este tema con los presuntos implicados en la regulación, vigilancia y actos de punibilidad por la ilegalidad, siempre surge el mismo pretexto: la verdad es que sí están ahí en la noche, y sí hay pué putas, pero si uno llega a quererles decir que están ejerciendo la prostitución clandestina y no están haciendo nada, decime ¿cómo se los comprobás?, además si están vendiendo trago después de la hora permitida y tocás y no te abren decime ¿cómo lo comprobás también?… aaah pobrecitos, están atados de manos, nooo pueeedeeennn.
Confabulación
Qué pretextos tan absurdos y tan faltos de imaginación, como la supuesta falta de imaginación e inteligencia; para las estrategias, tienen para demostrar en in fraganti el delito y tener pruebas para dejarles caer una multa adecuada, y clausurarlos definitivamente. Claro que no tendrían que ir los de siempre, o los mismos trabajadores de estas dependencias municipales, ni estar planeando futuras estrategias y operativos a puerta abierta, pues está más que claro que existe una red de corrupción e informantes desde dentro, que con anticipación les dan el pitazo a los lenones y matronas, de tal suerte que cuando llegan a estos bares, hasta tienen como meseras a monjas, en lugar de traguito sirven leche y en lugar de bolos disfrutando en la tele de banda max o la rockcola, hay un grupo jóvenes mirando National Geographic en la televisión, o ya definitivamente solo queda el tufo de trago y orina en los alrededores de estos bares, que casualmente cuando llegan están cerrados.
Mejor con otros
Claro que se necesitan operativos realmente sorpresivos, se necesita de la cooperación interdependencial con jurisdicción sanitaria, con la judicatura municipal, con las corporaciones policiacas estatales y con la fiscalía de la región, que al parecer es a donde tendrán que ir los inconformes y los quejosos, pues aquí sí están trabajando, pues a este fiscal no se le ha pelado hasta la fecha ningún pez gordo o si esto pasa de forma inmediata, está pasando que al poco los capturan y los echan a la sombra, y si acuden aquí los denunciantes, aquí sí es seguro que los atiendan, porque con esa indolencia de actuar, las autoridades municipales encargadas de este problema, prácticamente se auto señalan ya como incompetentes en los sentidos jurídico y racional.
Evidentísimo
Sencilla y definitivamente no quieren; porque de poder sí se puede; que no se les junte en cielo con la tierra, puesto lo que falta, al parecer es valor, honestidad, uso de la inteligencia; que no creo que les haga falta ¡son pué bien vivos!, pero mayormente falta el sentido de responsabilidad, respeto a la sociedad, filantropía y el deseo de paz en las calles, que en mucho son inseguras, porque en forma micro, pequeñas zonas de tolerancia clandestinas nuevamente están de vuelta en la ciudad, y aunque nuestras autoridades lo saben, nada quieren hacer, y para ejemplo tan solo basta ver la microzona de tolerancia que está detrás de la agencia Dodge; sobre la 8ª calle sur poniente que cuenta con tres supuestos bares, en donde los parroquianos y asiduos visitantes; como ocurre en la zona de tolerancia, cuando la noche cae y hasta muy altas horas de ella, tan solo les cuesta emplear unos cuantos pasos para salir de un burdel, cruzar la calle y entrar a otro, y en tanto no pasa nada.
Es cuanto.