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Periodistas debaten sobre La búsqueda de la verdad en el FICG
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., 31 de octubre de 2016.- A más de un siglo de su muerte, Enedina García, mejor conocida como la tumba de la Sirena, no la olvidan ya que sigue recibiendo flores y presentes.
Relatan antiguos pobladores, que la hechicera más célebre de Jovel, hoy San Cristóbal, fue enterrada parada, con una fuerte cantidad de dinero en oro al lado de su cuerpo, pero hay de aquel alma viva que intente tomarlo pues caerá la maldición para él y sus seres queridos.
Enedina García, falleció el 22 de febrero de 1900, cuando se perseguía como brujos, a quienes se dedicaban a curar y fue desde allí que inicia la leyenda.
Antes de morir a sus 24 años de edad, se dice poseía fuertes cantidades de dinero en oro, producto del trabajo de hechicería que realizaba.
Cuando la famosa Enedina murió, fue enterrada con todo su dinero, pero por ser mal habido dejó dicho que se condenaría a quien se hubiera apoderado de su paga.
Los restos de Enedina, descansan en el panteón municipal y su tumba mide más de 5 metros de altura y tiene cuatro hermosas sirenas.
Las sirenas son elementos que distinguen al mausoleo, se dice que son símbolos de sabiduría y cuando la última caiga de este lugar, será liberado el espíritu de Enedina.
Advirtió que nadie se atreva a burlarse de la bruja de Jovel, pues puede traer dolores de hueso y calentura.
Seguiremos hablando de Enedina García, una de los sepulcros más visitados en la celebración del «Día de Muertos».