
Periodistas debaten sobre La búsqueda de la verdad en el FICG
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas; 16 de mayo de 2016.- Productores de café orgánico en la región Altos de Chiapas, mostraron su preocupación por los cultivos transgénicos, los cuales se están introduciendo al campo chiapaneco.
Señalaron que se están diseminando semillas transgénicas de maíz, frijol, soya en varios municipios de Chiapas y últimamente, también se está sembrando café transgénico en esta zona, ya que presuntamente es obsequiada en los programas oficiales, como ocurre con el procampo.
Miguel Gómez Ruiz, dijo que las semillas transgénicas son muy dañinas para salud, porque es una semilla que salió de laboratorio, por eso, ahora los productores de la región, dedicados a la siembra orgánica, están teniendo mucho cuidado con la siembra para evitar los transgénicos.
Mencionó “nosotros sembramos café en la zona Altos de Chiapas, siendo un café de altura, cultivado a media sombra, evitando así la tala de árboles en protección de la flora y la fauna de la región y el deterioro de la naturaleza.
Este café ha sido sembrado por los indígenas a través de los años con métodos orgánicos, por lo tanto es 100%, natural, no lleva ningún tipo de sustancias agroquímicas que alteren su aroma.
En contraparte, las semillas transgénicas, son parecidas a las semillas de plástico, dañan la salud debido a que no tienen ningún nutriente.
Activistas que se oponen a los transgénicos, han colocado mensajes en el centro histórico de la ciudad, para alertar sobre el daño que están causando en nuestra alimentación.
Señalan que el objetivo de Monsanto, es controlar los alimentos a nivel mundial, destruyendo todo rastro de los vegetales naturales y remplazándolos por sus productos con sus semillas terminator.
Alertaron que la tecnología de Monsanto, produce granos estériles incapaces de germinar. Esto obliga a los agricultores a comprar semillas de Monsanto cada año, en lugar de guardar y reutilizar las semillas de sus cosechas, como se hacía tradicionalmente.