Periodistas debaten sobre La búsqueda de la verdad en el FICG
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas; 15 de mayo de 2016.- Nico el francés, ha revolucionado con la panadería francesa “El Horno Mágico”, en esta ciudad, ya que no solo hace deliciosos panecillos, sino que también regala cientos de panes a la gente que se forma en una fila, un hecho insólito en este mundo materialista donde ya nadie da nada de gratis.
Las cámaras de Quadratín, platicaron con este joven panadero y también músico de percusiones, originario de los Alpes, Francia, quien inició la venta en canasta de pan hace siete años y hoy en día, está generando 10 empleos diarios, además de que ha enseñado a hacer pan a 30 trabajadores, de los que algunos ya abrieron su propio negocio en Mérida, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez y en San Cristóbal.
“Es mi revolución, sin tapujos, es como hacerle frente al mundo capitalista, es vivir en un mundo donde no todo es el dinero, hago lo que indica mi corazón”, mencionó.
En entrevista relató que empezó hacer pan debido a que se quedó sin dinero para regresar a Francia, no tenía ni para el boleto de avión, fue así como para obtener un poco de dinero, inicio la venta de pan en canastas.
“Mi primer pan en San Cristóbal, salió porque llegué aquí, se me había acabado el dinero de mis vacaciones, me quedé, empecé a buscar trabajo y al final, en un momento donde trabajaba empecé hacer pan en un horno de leña muy antiguo y en ese horno, el pan sale súper rico y la primera vez que salí a vender con mi canasta, acabé todo en menos de una hora”. Hacer pan era como el trato para quedarme en la casa donde vivía, por lo que saqué a vender una canasta de pan de baguettes, cuernitos y pan de centeno”.
Después de tres años de la venta de pan en canasta, Nico, junto con su compañero francés, decidieron comprar un horno para hacer pan en la casa que rentaban, luego abrieron el “Horno Mágico”, donde regalan pan todos los días, eso sí primero van en la fila, las niñas, los niños, los abuelos, los hiyypis y todas las personas que lleguen a formarse.
“Eso lo hacemos desde siempre, desde la época de la canasta, el pan que se queda, no lo vamos a poder comer todo ni a tirar, ni a guardarlo para otro día, la idea es que el pan del “Horno Mágico”, sea fresco siempre y se podría vender frío al otro día más barato para sacar una ganancia yo lo veo mejor que la gente que no puede comprarlo, mejor se le reparta.
Por ejemplo, ayer sobraron 100 panes y cada niño se fue con su bolsa de pan, se pueden volver a formar en la fila hasta que se acabe el último pan que no se vendió en el día”.
De los 180 panes que antes se preparaban diariamente para la venta en canasta, ahora el “Horno Mágico”, hace de 500 a mil panes.
Que dice Nico del dinero:
“A mí el sistema en donde vivimos no me gusta, el dinero no me gusta, el sistema de babilonia, ojalá algún día se va a caer y entonces, desde que soy dueño, puedo manejar una onda del sistema, es mi revolución, la panadería, puedo hacer lo que quiero, puedo repartir el dinero entre todos nosotros a como yo quiero.
Prefiero que seamos más trabajando para trabajar menos, los chicos aquí trabajan 30 horas a las semana, tienen una semana de vacaciones y nos vamos de vacaciones una vez al año, trabajan 5 días a la semana, con sueldos de 4 a 7 mil pesos y repartimos entre todos el dinero, finalizó.