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TAPACHULA, Chis.,15 de junio de 2020.- La organización brigada callejera en apoyo a la mujer “Elisa Martínez” Chiapas, ha entregado unas 600 despensas a mujeres migrantes y mexicanas en la ciudad.
Desde que inicio la emergencia sanitaria del coronavirus, mes con mes, la organización ha entregados 150 despensas a la máxima población de trabajadoras sexuales, meseras de bares y cantinas.
“Los recursos que se tienen no dan para todas las mujeres, porque son demasiadas trabajadoras sexuales cada 30 días, se ha ido recortando los apoyos, pero esta vez se volvió a entregar insumos como condones masculinos y femeninos, además de medicamentos”.
La situación de las mujeres es un trabajo extremo porque no hay las condiciones, por más que se quieran cuidar ponen en riesgo su vida, pero la necesidad de seguir trabajando en las calles las lleva seguir laborando y buscando el sustento en cada día.
Al menos en esta ciudad, la cifra es variable “tenemos a mujeres nuevas que han empezado la vida sexual porque muchas eran de bares y cantinas y por la emergencia sanitaria del coronavirus que tienen mas de tres meses sin percibir ingresos ahora ya son trabajadoras sexuales”.
En esta ciudad fronteriza, hay trabajadoras sexuales migrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras y mexicanas en su mayoría de la tercera edad que están trabajando.
Hay un promedio de mas de 500 a 600 trabajadores sexuales en Tapachula que se dedican a trabajar en el centro, sin embargo, durante esta pandemia se ha incrementado en un 5 % de bares y cantinas han migrado a esta vieja actividad.
En Chiapas, en el sureste mexicano, los tres niveles de gobierno, se han olvidado de brindar apoyos, recursos o algún tipo de ayuda a las mujeres que se dedican a prestar el servicio de prostitución en la Frontera Sur.
De acuerdo a la organización brigada callejera, las autoridades federales, no se han acercado a brindarles alguna asesoría, entrega de medicamentos o despensas, los únicos que han brindado algún apoyo son los organismos de la sociedad civil para poder seguir ejerciendo de manera segura su actividad utilizando guantes, cubre-bocas y gel antibacterial.
A las sexoservidoras, es necesario que las autoridades les brinden al menos una despensa para poder quedarse en casa un mes para afrontar la pandemia que las alejado a lugares mas alejados de la mancha urbana donde existe mayor inseguridad y violencia.
En Chiapas, la pandemia no ha detenido la prostitución, porque es vivir o morirse de Covid-19 porque son personas que tienen que vivir el día a día y sino trabajan no cuentan con un sustento económico para sus familiares.