Niegan entrega de recursos federales para el campo de Chihuahua: CNC
CANCÚN, QRoo, 24 de diciembre de 2019.- En el Caribe Mexicano, el destino turístico más importante de México, se encuentra uno de los ecosistemas más importantes del mundo, el Sistema Arrecifal Mesoamericano, el cual se encuentra en riesgo por la gran cantidad de aguas negras que son vertidas en él. Dicho sistema es una barrera de coral que se extiende por más de mil kilómetros entre México, Belice, Guatemala y Honduras. Desde hace 30 años la ascendente producción de aguas negras, debido al acelerado desarrollo turístico y el crecimiento poblacional en Quintana Roo está impactando este hábitat, el cual es hogar de miles de especies marinas. En la Península de Yucatán, a diferencia del resto del país, hay un sistema de suelo kárstico y un acuífero a escasos metros de profundidad interconectado con el mar con una especie de tuberías naturales. Dicha condición lo vuelve un territorio sensible a la contaminación. La carencia de drenaje ha obligado a las familias a instalar fosas sépticas no reguladas o bien conectar el tubo de drenaje directo a los ríos subterráneos. Estos contaminantes llegan directo al mar. Los nitratos y fosfatos de las aguas negras aportan los nutrientes necesarios para el crecimiento de macroalgas carnosas que crecen encima de los corales, les quitan el oxígeno y terminan por matarlos. A esto se le suma que la infraestructura de drenaje formal de la Comisión de Agua Potable, la concesionaria Aguakan y plantas de tratamiento formales de los hoteles también contaminen. La Norma Oficial 001-Semarnat, establece que se pueden inyectar al acuífero la misma cantidad de contaminantes en la Península de Yucatán que en el resto del país, pese a que es más sensible a la contaminación. Organizaciones ambientales como CEMDA, Amigos de Sian Ka´an, Centinelas del Agua y Healty Reefs impulsan un cambio en la norma para que en esta región se obligue a un tratamiento de aguas residuales más riguroso, sin embargo, la Semarnat no ha dado respuesta. Actualmente, el Arrecife Mesoamericano atraviesa por una emergencia ambiental que de no atenderse llevaría al colapso a este ecosistema en los próximos 10 0 15 años. Los arrecifes ocupan solamente el 0.1 por ciento de las superficies de los océanos en el planeta, pero en ellos habita el 25 por ciento de la vida marina. Además, del arrecife se sustenta todas las actividades turísticas del Caribe Mexicano, pues de él dependen las arenas blancas y el color turquesa del mar, es una barrera natural de protección contra los huracanes y es un atractivo turístico para actividades como buceo y snorkel y lo más importante el hogar de especies marinas. Con información de Aristegui Noticias