A Coyoacán llegó por días, gastronomía y artesanía yucateca mía ¡Bomba!
San Cristóbal de las Casas, 18 de septiembre del 2015.-Indígenas de la zona Altos de Chiapas, se preparan para ir a trabajar en los ranchos agrícolas de Sonora, Baja California y Chihuahua, ante la falta de trabajo en su tierra y salarios mal pagados.
Dijeron que se acerca la temporada de cosecha de uva de exportación a los Estados Unidos, por lo que aprovecharán a trabajar en el corte de esta fruta en los campos agrícolas del norte del país.
Los indígenas jornaleros pertenecen a los municipios Oxchuc, Chanal, Ocosingo, Huixtán, Altamirano, Larraínzar, Chenalhó, Pantelhó y Tenejapa.
Manuel López Santis, quien por segunda ocasión viajará a los ranchos agrícolas, mencionó que un trabajador puede ganar por el corte de uvas, en un día, de entre 120 pesos, hasta 400 pesos o más, dependiendo de la capacidad de corte del trabajador.
Expusieron que los jornaleros agrícolas que van a los campos agrícolas sufren una serie de violaciones a sus derechos humanos y laborales, porque no se respetan los contratos de trabajo.
Los trabajadores agrícolas señalan que en esos campos agrícolas viven en condiciones precarias porque las viviendas son galerones con camas de catres y los sanitarios están insalubres por la escasez de agua en el desierto.
El jornalero indígena es discriminado por capataces y los mismos trabajadores nacionales que los ven como ciudadanos de segunda clase, los ven como mano de obra y nada más, expresaron.
Narran que la jornada laboral en estos campos agrícolas ubicados en el desierto de Sonora y Baja California, comienza desde las 6 de la mañana y termina a las 6 de la tarde.
En esta ocasión que se avecina el corte de uva en el norte del país, indígenas de esta zona de los altos de Chiapas, se anotaron para viajar a los diferentes ranchos agrícolas de uva, pero también de cultivos de jitomate, calabacita y pepino.
El contrato incluye transportación ida y vuelta, es por 3 meses de duración o dependiendo la cosecha y reciben 2 comidas al día.
Señalan que en esos campos agrícolas viven como esclavizados, porque todavía persisten las tiendas de raya, como en la época revolucionaria de 1910, por lo que los obligan a comprar en estas tiendas y comedores que son del mismo patrón.
Expusieron que no entienden como la producción se va para los Estados Unidos y se paga en miles de dólares, mientras el jornalero percibe la mínima parte del salario.