J Balvin, Marshmello, Armin van Buuren y Julión, en el FIG de León
FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 30 de octubre de 2020.- Este año, el dolor que deja la estela de muertos por coronavirus, el desastre y la muy lenta recuperación económica, hacen que la celebración del día de muertos adquiera una especial profundidad, fuera de la normalidad . Se hará con devoción, como acto de fe, no ocurrirá como antes cuando los festivales y los concursos provocaban depredación de la selva que tenía que pagar con su vida “el fortalecimiento de la tradición”, dice Marisol Berlín, presidenta de la Academia de la Lengua y Cultura Mayas de Quintana Roo (Acamaya). La profesora Cecilia Kay Nicté Chablé opina también que en esta ocasión, la aún arraigada tradición, será momento muy emotivo, de celebración y convivencia familiar, quizá con sus adaptaciones para evitar contagios y, para quienes perdieron a alguien por el Covid 19, será especialmente doloroso. Espera que esta situación motive a comprender mejor el significado profundo del Janal Pixan que es el de “agradecer a la tierra los frutos que prodiga, reflexionar sobre el ciclo de la vida y la necesaria vuelta a la tierra para abonar a los frutos que están por venir. De esta misma forma, a pesar de las historias dolorosas tras la partida de un ser querido, la comida de las almas se sirve para agradecer y celebrar la existencia”. Ambas coinciden en que el Janal Pixan es una celebración actual, vigente. En muchas casas se adornará una mesa de altar de muertos y servirá para que la familia sirva sus ofrendas, haga rezos, plegarias y queme el pom, el romero, la alhucema cuyos aromas “habrán de acercarnos a la memoria de los que se han ido”, dijo MarisolBerlín. Destacó que en estos tiempos de Covid 19 muchas personas regresaron a sus pueblos al perder sus empleos en el sector de servicios turísticos y muchos volvieron a sembrar las milpas. Han visto retoñar sus esperanzas y por eso en los altares ofrendarán el tumben sa’ o atole nuevo, el iswaj, los dulces de camote, papaya, calabaza, los chachakwajes, tamales en pib, viandas comidas, bebidas, frutas y flores volverán a llenar de colores, aromas y misticismo nuestro entorno, agregó. Asegura que la cosmovisión maya ancestral se refleja en la celebración con el respeto a los muertos y Yuum Kimi, señor de la muerte. El ciclo maya tiene en las celebraciones de noviembre una enseñanza vital: todo lo que nace tiene que morir para dar paso a otras manifestaciones de vida. La profesora Cecilia Kay Nicté menciona que sigue viva la tradición ancestral del Janal Pixan y que coexiste con otras de diversas religiones. La adopción de tradiciones occidentales es inevitable, pero hay un constante cuestionamiento y reinterpretación. Por mínima que sean las ofrendas en altares, estas reflejan la tradición oral, las historias de abuelos y abuelas, el recordar a los difuntos. Cada persona le da significados distintos a los elementos del altar pero aún pueden notarse referencias al Xiba’albá , a la naturaleza y especialmente la gran necesidad de convivir en torno a las almas para fortalecernos como familia y comunidad. Únete a nuestro grupo para que siempre estés enterado de lo más importante https://chat.whatsapp.com/L4XbFlko4uB7ZvdmLBDv2f