Futuro secretario de Educación presenta el programa “Chiapas puede”
Con la finalidad de combatir la deserción escolar de educación superior en la entidad, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), lleva a cabo un proyecto único en México, modelo que instituciones como la Universidad Autónoma de México (UNAM) o el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se encuentran en proceso de imitar debido al éxito obtenido.
Son varios los factores que promueven que jóvenes del nivel superior terminen sus estudios profesionales, tales como la falta de recursos económicos, insatisfacción por el programa de estudios, problemas de salud y la paternidad o casamiento.
Es en el tema de la paternidad o maternidad en edad escolar donde el proyecto apoya a los jóvenes para que no abandonen sus estudios y puedan ofrecer un patrimonio a su nueva familia, pues en Chiapas existen jóvenes que dejan la carrera profesional al no contar con personas capacitadas para el cuidado de sus hijos.
Por tal motivo la UNACH desde hace dos años creó el proyecto de “Estancias Infantiles UNACH”, una institución que cuenta y sobrepasa con los estándares de exigencia que órganos reguladores exigen para este tipo de servicios.
La directora de la estancia infantil ubicada dentro de las instalaciones de la UNACH en Tuxtla Gutiérrez, Nora Raquel Soto Soto, explicó el objetivo principal de este proyecto que actualmente apoya a 63 familias de padres que estudian alguna carrera presencial en la máxima casa de estudios de Chiapas.
“Las estancias infantiles, el propósito que tienen es evitar que los jóvenes estudiantes universitarios tengan que truncar su carrera. Hasta el día de hoy atendemos 63 niños en edades que van desde los 45 días a los cuatro años de edad. Este servicio es sólo para hijos de estudiantes universitarios de las licenciaturas presenciales”, explicó.
Los jóvenes padres pueden dejar a los infantes desde las 6:30 de la mañana lo que les permite estar presentes en sus clases con la seguridad que profesionales en cuidados infantiles vigilan al menor.
Al llegar, el padre de familia es recibido por un médico general el cual revisa al niño o niña además que se le solicita al papá o mamá responsable que llene un cuestionario en el cual contesta preguntas desde la hora que despertó el menor como si presentó algún tipo de patología en el transcurso de la noche anterior.
La finalidad de este filtro sanitario, detalló la directora del lugar, es tener un control sobre la salud del niño así como también prevenir brotes epidemiológicos y de contagio para los demás menores dentro de las instalaciones, se previene casos como Influenza AH1N1.
Cabe señalar que en la entrada los padres firman el acta de conformidad además que se les informa la dieta, con fotografía, que seguirán los menores dentro de la estancia así ellos están informados en caso de alguna enfermedad posterior a la entrega. Los horarios de servicio son de seis y media de la mañana hasta las tres de la tarde.
Una vez adentro de las instalaciones, los menores son atendidos por el personal de apoyo educativo para realizar actividades de acuerdo a la edad que le permita crecer con recursos para una niñez plena.
Las instalaciones cuentan con puertas de seguridad, pisos anti-impactos, anti-derrapantes así como zonas desinfectadas donde los menores en edad temprana, como los que tienen 45 días de nacidos, pueden aprender mientras juegan sin riesgo a infecciones.
Nora Soto además agregó que una vez al mes los niños practican las indicaciones para salvaguardar la seguridad bajo las normas de Protección Civil las cuales ha visto resultados positivos en casos de sismos, únicos fenómenos que han enfrentado.
El proyecto de Estancias Infantiles UNACH es hasta el momento único en el país, por tal motivo en fechas recientes han recibido la visita de personalidades del mundo político y universitario para conocer y asimilar el proyecto en otras entidades en el país.
Casos como el de José Ramón Narro Robles, rector de la UNAM así como del IPN e integrantes de los DIF estatales en México, han visto con buenos ojos la creación de este tipo de estancias infantiles de tal manera que buscan implementarlas en las instituciones educativas y las entidades de México.
“Ellos mismos en su experiencia en trabajo de universidades, nos han dicho que nunca les había tocado ver un proyecto como este… Quien conoce este tipo de servicio que se presta aquí se sorprenden pues por una cuota de recuperación de 200 pesos al mes, los chicos tienen acceso a una estancia de primer nivel”, detalló la directora.
Por tal motivo y con la intención de seguir incrementando el impacto del proyecto en la comunidad universitaria se planea la apertura para el próximo mes de una estancia en la ciudad de Tapachula, con una inversión de seis millones con una capacidad de noventa niños.