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GUADALAJARA, Jal., 16 de julio de 2021.- El marchista mexicano Horacio Nava se encuentra a unos días de buscar hacer historia en los Juegos Olímpicos de Tokio, los cuales, son sumamente especiales, pues será su cuarta justa veraniega en la que sigue soñando con dar lo mejor de sí para México y poner al país en lo más alto. Durante su trayectoria deportiva, Horacio pasó uno de los momentos más dramáticos, al detectársele un padecimiento de nacimiento, lo cual lejos de aminorar su ánimo, blindó su corazón y lo convirtió en guerrero para ser uno de los deportistas aztecas más importantes. Esto y otras situaciones más charla en exclusiva con Quadratín Jalisco. ¿Cómo fueron tus inicios en la disciplina de marchismo? Desde chiquito siempre mi contacto con el deporte fue muy intenso. Siempre fui más de jugar futbol, beisbol, en Chihuahua somos muy beisboleros, basquetboleros y yo lo practicaba. Tuve la oportunidad de ver los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en donde Carlos Mercenario ganaba medalla de plata y haz de cuenta que para mí fue enamorarme, fue el flechazo. El ver que un mexicano podía, que un mexicano obtenía medalla, para mí fue muy grande, muy motivante, pero desde ese momento yo dije: ‘quiero representar a México, quiero unos Juegos Olímpicos, quiero estar en un pódium de Juegos Olímpicos’. Ver unos Juegos Olímpicos para mí fue el detonante para dedicarme al deporte.
¿Carlos Mercenario fue tu punta de lanza para decidir dedicarte a esto? Sí. En esos Juegos Olímpicos mis hermanos practicaban también el deporte. En esa competencia estaba también un chihuahuense, yo soy de Chihuahua y Miguel Ángel Rodríguez obtenía el séptimo lugar, actualmente es mi entrenador, entonces se conjugó todo. Mis hermanos lo practicaban, Carlos Mercenario conseguía medalla de plata, a un mexicano lo veía como triunfador y un chihuahuense, un paisano lo veía que también hacía un gran papel en Barcelona 92. Aunado a eso pues estaba a canción de Barcelona 92 (llamada Barcelona, compuesta por Freddy Mercury), que si tienen oportunidad de escucharla, se las recomiendo mucho, habla de los sueños y para mí fue muy motivante todo lo que compaginó esos Juegos Olímpicos. ¿Cuántos hermanos tienes? En mi familia somos tres, puros hombres. Tengo tres hermanos, yo soy el más chico. Cuatro hombres de mis papás en la familia, entonces debe haber sido complicado para mi mamá, sobre todo.
«Yo creo que la familia cuando te ve contento, cuando te ve convencido de que sigues tus sueños, se suben al barco y como digo». Horacio Nava Pero grandes satisfacciones, entre tus hermanos que también practicaban el deporte y tú, pues ahí tienen a la familia contenta. Sí, la familia es creo tu primer gran patrocinador, es México. La familia es por quien te empiezas a dedicar y quien te empieza a dar la oportunidad de poder estudiar y de poder hacer un sueño, porque pues yo creo que todos los que nos dedicamos a algo, parte de la escuela es un sueño y no es tan fácil a veces para cualquier familia el apoyarte o tratar de darte las condiciones más idóneas que podrían ser para dedicarte a la música, a las artes, en fin, al deporte. Yo creo que la familia cuando te ve contento, cuando te ve convencido de que sigues tus sueños, se suben al barco y como digo, son tu mayor pilar y en mi caso, un mal resultado o un buen resultado, la familia siempre está con los brazos abiertos y siempre es el mismo recibimiento de la familia y los amigos. Vas por tus cuartos Juegos Olímpicos, pero en tu primera experiencia, viviste las dos caras de la moneda. Primero pues el clasificarte a tu primera justa, pero también el vivir el otro lado de la moneda ¿cómo fue que se te detectó orgullo una cardiopatía de nacimiento llamada, a ver si lo pronuncio bien, Wolf Parkinson White? ¿es cierto esta situación? ¿cómo la afrontaste? ¿cuáles fueron los riesgos que conllevó esta situación? Sí, fíjate. Nací con un problema cardiaco que se llama, como bien lo dices Wolf Parkinson White. Es una afectación que pasa uno entre millones, a mí me tocó. Todos tenemos una vía eléctrica, yo tenía una de más y cuando se utilizaba esa vía eléctrica de más, empezaba a temblar, sudar, me daban taquicardias, en fin. Era algo que cuando se utilizaba esa vía eléctrica de más, todo la tenemos esa vía eléctrica que es lo que hace que se mueva el corazón. Yo tenía esa vía eléctrica de más y como cualquier Parkinson, cualquier problema cardiaco tenía los síntomas; sin embargo, como era de nacimiento, pues en mi vida, hasta que me hicieron ese electrocardiograma en 2005, me di cuenta de la magnitud, de que yo tenía un problema cardiaco y de qué, gracias a Dios, con la explicación de los doctores, no pude haber caído en mejor deporte, porque pues lo que me explicaba en ese momento, si yo hubiera escogido un deporte de potencia o de velocidad, hubiera sido muy complicado para mi corazón. Desde riesgo de algún desmayo hasta una muerte súbita, que hemos visto deportistas, que todos suponemos que el deportista está muy sano y 100 por ciento cuidado y hay veces que no es así. En mi caso, imagínate, yo ya tenía, estaba a tres años de Juegos Olímpicos, de mi sueño, y que se me detecto tan simple como en un electrocardiograma. Yo creo que la importancia también de decirle a la gente que se haga, los chequeos: a veces nos da miedo checarnos, pero yo creo que, la mejor manera de estar sano, pues es previniendo y pues con un chequeo podemos salir de dudas. En mi caso nunca me lo había hecho, se me detecta con ese electrocardiograma. Me dicen que yo ya no sirvo, que no puedo seguir compitiendo, que era un riesgo para todos y pues imagínate, a tres años de Juegos Olímpicos, de mi sueño, de venir trabajando desde Barcelona 92, que fue cuando empecé a trabajar, pues mis sueños cambian de la noche a la mañana. Fue un poco complicado, un estrujón de los que yo creo que a todos nos da la vida, en mayor o menor magnitud, pero siempre nos dan unos estrujones, en donde yo creo que debemos de detectar los mensajes que nos dan. En ese momento yo creo que lo más fácil hubiera sido: bueno, pues tengo algo en el corazón, ni modo, debo descansar y a que digan pues era muy bueno y ni modo, a ser, pero yo creo que cuando empezamos a buscar alternativas buscamos soluciones, pues se nos van abriendo puertas. Un ejemplo: el año pasado a todos nos pasó, la pandemia nos paró, todos tenemos sueños, todos tenemos anhelos y de la noche a la mañana nos cambió, entonces, yo creo que a todos se nos presentan momentos complicados en la vida; sin embargo, cuando buscamos alternativas, cuando buscamos soluciones, se nos van abriendo oportunidades y en mi caso así fue. Tuve la oportunidad de operarme. Carlos Hermosillo, en ese entonces era el Director de la Conade y llegó a él el caso, en donde dijo: ‘bueno, está joven’. Yo tenía 21 años en ese entonces, ‘viene de un resultado deportivo muy importante, pues vamos a apoyarlo, para si mínimo puede hacer su vida a normal, pues adelante, si puede seguir entrenando, pues qué bien’. Pero creo que fue algo muy importante para mí, tener el apoyo de la institución y nos operamos, tomamos la decisión. El cardiólogo en ese entonces todavía me decía: ‘¿seguro te quieres operar? Una inyección lleva riesgos. Hay deportistas que por una lesión en la rodilla se han retirado ¿seguro que te quieres operar del corazón?’. Y pues para mí fue sin pensarlo, yo sabía que era la única alternativa de estar en Juegos Olímpicos, si no me hubiera operado no hubiera podido estar y yo creo que fue la decisión correcta. Hubo un cambio de chip en mí donde darnos cuenta que de la noche a la mañana pueden cambiar las cosas y nada está seguro, entonces el mayor cambio fue el de decir: ‘tengo que disfrutar, no irme a dormir enojado o despedirme de alguien mal, porque mañana no sabemos qué pasa’. Disfrutar las pequeñas grandes cosas de la vida y yo creo que todo eso fue lo más importante, el mensaje que me pudo mandar. En ese momento tenía presiones del resultado, a lo mejor de patrocinadores de compromisos que tenía a tres años de Juegos Olímpicos.
De dónde sacaste esa fortaleza mental? Porque estarás de acuerdo que no es fácil, sobre todo siendo tan joven, el sobreponerte a un tema como ese y no retirarte del deporte. Fíjate que en su momento fue un golpe muy fuerte. Imagínate, seguir mi sueño y a tres años que te digan que ya no sirves, sobre todo después viniendo de un resultado que era Finlandia, mi primer Mundial donde había estado entre los ocho mejores y que pues pintaba todo para Juegos Olímpicos ya, entonces que me dijeran que ya no podía, fue un golpe muy duro. Como todo, yo creo que al principio les decía que estaban locos, yo toda mi vida he hecho deporte, desde chiquito hacia deporte, ahorita estoy en alto rendimiento, estoy a tres años de Juegos Olímpicos, en la prueba más larga del atletismo que hay, ¿cómo creen que voy a tener algo en el corazón? Si lo hubiera tenido, ya desde cuando me hubiera muerto, pero no, precisamente la Diosidencias, me gusta llamarlas así, porque ahorita lo que platicaba, el doctor me había dicho que si hubiera escogido otro deporte diferente a la marcha, el corazón normalmente crece y a mí me creció y mi corazón era precisamente más grande por esas taquicardias, por el deporte que yo practico, pues se fortaleció y está más grande, entonces toda mi vida tengo que estar haciendo deporte. Fue pensar varias cosas, desde la negación: ‘en México no quieren que practique yo porque soy de Chihuahua’. Sabemos que a veces sentimos que el centralismo, a veces yo decía: ‘es que no quieren que compita, como no me quiero ir a México, de repente no quieren que siga compitiendo’. Ya cuando me doy cuenta, cuando se me hacen los exámenes, cuando salen, cuando me doy cuenta de la problemática, pues también fue de la noche a la mañana otra Diosidencia, estaba un doctor, yo nada más iba a checarme a México y estaba un doctor en el hospital y esa noche operaba a una persona, entonces ese doctor, es mexicano, opera en Houston y está dentro de los mejores siete del mundo en mi padecimiento. Entonces me dicen que si me quiero operar y a cobrar menos y aparte operarte mañana mismo porque se tiene que regresar a Houston: ‘si te quiere operar es mañana mismo’. Como todo, yo bien machín en ese momento: ‘opéreme, no pasa nada’. Ya tenía 21 años en ese entonces, no tenía que pedir que firmaran mis papás. Lo más difícil fue cuando les dije a mis papas, cuando yo firmé que me quería operar, no fue difícil, yo decía: ‘con esto ya voy a estar en Beijing 2008 y voy a competir por México’. Lo más complicado fue cuando estábamos en Villas, en Conade, que le hablo a mi mamá y que le digo que me voy a operar. Como cualquier hijo que quiere hacerse fuerte, pero trae la voz acá de, no sé en qué me metí, pero ya firmé. Entonces el decirle a mi mamá que ya me operaba, mi mamá asustada completamente, le decía que estaba bien, pero por dentro me estaba moviendo. Creo que el operarme del corazón fue una de las mejores decisiones, ahora con dos niñas si me dicen que me opere del corazón, quien sabe, pero en ese momento no lo dudé que fue la decisión correcta. «Creo que para mí la mayor experiencia es disfrutar las pequeñas grandes cosas de la vida, el disfrutar, porque no sabemos qué puede pasar mañana». Horacio Nava Sin duda alguna la decisión de tu vida por lo que bien mencionas de tus niñas y por estar cerca de vivir tus cuartos Juegos Olímpicos. Sí. Fíjate que ese cambio de chip esos estrujones que nos da la vida, pues en su momento sientes que es muy difícil, que no lo vas a superar o sentimos que nada más nos pasa a nosotros, pero ya después del aprendizaje, cuando pasa, queda como una anécdota y hasta te ríes. Yo les platico que los amigos me empezaban a decir Corazón Valiente de la película, que yo ya traía un Over Hold en el corazón por ser la máquina, en fin, ya después queda como una anécdota y está en nosotros el sacarle el mayor jugo, creo que para mí la mayor experiencia es disfrutar las pequeñas grandes cosas de la vida, el disfrutar, porque no sabemos qué puede pasar mañana. Y posterior a ello llegan tus segundos Juegos en Londres 2012 ya tienes una experiencia anterior ¿cómo los viviste? ¿cómo viviste esa segunda? No te fue del todo bien, pero estuviste representando a México dignamente. Sí. Fue una situación muy agridulce. Venía del sexto lugar olímpico, del segundo lugar Mundial, ser Campeón Panamericano en Guadalajara, de traer muy buenas marcas y en mayo me lesiono. Una lesión en el pubis que fue bastante complicada. Competimos en el selectivo lastimados, competimos en Londres 2012 lastimados, un 11vo lugar que, después de haber sido sextos y aspirar a mejorar, después de haber sido segundo lugar Mundial y querer mejorar, pues no te sabe nada bien un onceavo lugar. Para darte una idea, yo creo que pasaron un año, más de un año en yo poder ver los resultados. Yo precisamente después de esa lesión, de ese resultado, no quería saber nada de esa competencia, no quería acordarme de nada de Londres, entonces fue complicado. Después de la lesión, lejos de aminorar, yo me lesiono en mayo, las competencias son iguales que ahora, en agosto, compito 50 kilómetros en el Selectivo y Juegos Olímpicos, la lesión creció y parecía que no cedía, entonces yo decido en 2013 parece que cedió un poquito, el doctor decide que seguía apareciendo hasta con líquido y que a lo mejor ya se había hecho crónico, entonces empezamos a entrenar y fue cuando decidimos emprender a Río. Platicábamos con la clavadista Alejandra Orozco y nos contaba que el asistir por tercera ocasión a un evento de esta índole, le generaba la misma emoción. Tú con cuatro ¿se siente lo mismo? Sí, claro, es algo increíble. Cada Juegos Olímpicos han sido vividos con gran intensidad y muy diferentes. Cada ciclo olímpico es una historia muy diferente y con la misma emoción y las mismas ganas de representar a México dignamente.
Y estos unos Juegos especiales, por lo que ya sabemos, el tema de la pandemia que retrasó el tema de los Juegos para este año ¿sientes que te afectó o benefició este tema de la postergación? ¿llegas más fuerte? ¿sientes que retrasó en algo tu preparación? En mi caso particular yo creo que me benefició. Veníamos de un 2019 donde habíamos tenido tres competencias de 50 kilómetros al igual que Maratón, no se puede competir tanto. Lo ideal es competir dos veces. Yo venía de tres, una muy desgastante en Doha, de ser en el desierto, fue muy complicado. Ya después de la incertidumbre, que van diciendo en marzo, nosotros estábamos a una semana de irnos a Europa a competir, empieza la incertidumbre porque se cancelan eventos, empiezan a decir que se van a suspender los Juegos. Abril-mayo que se toma la decisión, que yo creo que fue la correcta posponer un año, para todos fue respirar, siendo muy positivos y jugando las cosas a nuestro favor fue un año más de descanso. En mi caso yo creo que lo más fuerte fue la incertidumbre de si se realizaban o no, si seguíamos entrenando igual, qué iba a pasar. Fue lo más fuerte, mentalmente fue lo más complicado y cuando se toma la decisión ya respiramos, siento que descansé ese año. «Ahorita viene la competencia y si el 6 de agosto es mi última competencia, yo me iría feliz». Horacio Nava Con este retraso, el camino para París 2024 estará prácticamente en marcha ¿piensas en unos quintos Juegos Olímpicos? El proceso ya está iniciado, un ciclo olímpico normalmente son de cuatro años, ahorita ya estamos a 2021. Si los Juegos Olímpicos de Tokio hubieran sido el año pasado, in duda hubiera sido mi última competencia. Ahorita viene la competencia y si el 6 de agosto es mi última competencia, yo me iría feliz, pero empiezan a salir nuevas motivaciones, va a ser la última competencia de 50 kilómetros en Tokio, estamos ya en el mero proceso de los Juegos Olímpicos, el próximo año hay Juegos Centroamericanos. Me gustaría despedir la prueba en Tokio y recibir la nueva prueba de 35 kilómetros en París. Yo creo que es una decisión que se tomará después de la competencia en base al resultado, según como me sienta y ya platicada con los amigos, con la familia y con mi entrenador. Horacio Nava se convierte en una de las cartas fuertes de México para sumar preseas para la nación en temas deportivos y posteriormente seguir haciendo historia, como uno de los mexicanos con más asistencias a una competencia del calibre de unos Juegos Olímpicos.