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César Huerta/Quadratín Jalisco
GUADALAJARA, Jal., 5 de mayo de 2023.- Lo que ocurrirá la noche de este sábado en el estadio Akron alcanza, sin problema, el calificativo de histórico. Saúl el Canelo Álvarez volverá a su tierra después de 12 años y lo hará como el mejor boxeador mexicano del momento. Enfrentará al británico John Ryder en un combate que tendrá en juego cuatro títulos mundiales de peso supermedio.
El primer “round” se llevó a cabo este viernes. Los pugilistas se enfrentaron a la báscula y la vencieron. Para el importante evento se eligió uno de los recintos más emblemáticos para la ciudad. El Teatro Degollado abrió sus puertas, el esta vez no para albergar música, canto o baile. Ahora fue el escenario donde dos boxeadores se vieron las caras por última vez antes de subir al ring que ya se encuentra instalado en la casa de Chivas.
Fue una celebración de inicio a fin. Cerca de 100 niños deportistas del Code Jalisco gritaban “¡Canelo, Canelo!” cuando faltaba todavía más de una hora para que iniciara el evento. La familia de Saúl Álvarez llegó en gran número. Todos se colocaron en la primeras filas, al centro del recinto. Llevaban la misma vestimenta roja con blanco, con una leyenda en la espalda: “The king is coming home”. El Rey vuelve a casa. Después de 12 años, peleará ante su gente.
Para la familia se trata de una ocasión única en la vida. La abuela del Canelo nunca lo ha visto pelear en vivo. Esta vez estará presente en el estadio. En cada uno de los hermanos de Álvarez, en su esposa, sus hijas, tíos, primos, sobrinos, en cualquier pariente es notoria la emoción que produce este acontecimiento.
Saúl Álvarez es protagonista de magnas funciones que generan enormes cantidades de millones de dólares. Las funciones de ese tipo son casi inalcanzables para la economía de México. Para hacerlo posible, el Canelo tuvo que hacer sacrificios monetarios. Renunciar a los millones adicionales que habría ganado en cualquier otra parte del mundo. Pero la verdadera recompensa se ve en las primeras filas del Teatro Degollado. Una ceremonia de pesaje como está, jamás la había vivido.
El gobernador Enrique Alfaro dio la bienvenida a los presentes. Después de que los combatientes de las dos peleas preliminares subieran a la báscula, apareció el mariachi en el escenario del recinto. Interpretó El Son de la Negra y Guadalajara. Enseguida, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán, reveló que el combate había sido elegido para ser un evento por La Paz, por parte de la Fundación del Papa y el gobernador presentó el olivo que será plantado por tal motivo en la Unidad López Mateos.
Entonces, llegó el momento esperado. Fue presentado el británico John Ryder. Enseguida explotó el grito de “¡Canelo, Canelo!” en el Teatro Degollado. Sonaron las matracas y ondearon las banderas de México. Apareció en el escenario Beto Vega para cantar el corrido que compuso en honor del boxeador jalisciense, mientras el pugilista se quitaba la ropa para subir a la báscula. Será ese mismo intérprete quien entonará este sábado el Himno Nacional Mexicano.
El momento de la verdad. Primero subió John Ryder. Su peso: 168 libras, en el límite de los súper medianos. Luego, tocó turno al Canelo Álvarez. Su peso: 167.5 libras. Sin problema alguno. Así, se declararon listos para el combate de este sábado. Vencieron ya a la báscula y ahora solo falta definir en el ring si Saúl será capaz de retener los cuatro títulos mundiales que expondrá en el Estadio Akron, avalados por el CMB, OMB, AMB y la FIB.
Afuera del Teatro Degollado, cientos de aficionados esperaban al boxeador. Su salida del recinto se salió de control. La policía del estado y la seguridad privada sufrieron para darle orden al recorrido del boxeador desde el teatro hasta su auto, colocado a las afueras del lugar. Al llegar ahí, el Canelo saludó a las personas que estaban más cercanas al cerco colocado para impedir que se acercaran. Desde su vehículo, también extendió la mano para agradecer a los presentes. Desató la locura. Un profeta en su tierra, que este sábado escribirá una página histórica para la ciudad.