Eduardo Ramìrez se reùne con ACNUR para fortalecer atenciòn a refugiados
Tonalá, Chis.- Para lograr una verdadera educación en los niños no hay nada como atraer su atención, interés y afecto; esa interconexión entre alumno y maestro, de otra manera lo único que se logra son burriquines cargados de libros, asi lo dio a conocer Ruby Mireya Pérez López, madre de familia.
Quien además dijo, ella tienen un niño de nombre Diego de 5 años, y es su tesoro, por eso agradece a las verdaderas educadoras aquellas que educan bien a los niños, pues asegura ellas merecen recibir más honores que los propios padres de los menores, porque aunque ellos les dieron vida, y suplen necesidades básicas, por obligación deben atender, mas sin embargo las educadoras comprometidas enseñan en cada acción dia a dia el arte de vivir bien.
La verdadera educadora lo trae en la venas busca de diversos medios que sus pupilos, aprendan sin pensar en el esfuerzo invertido, encontrando en ello una gran satisfacción, esa que solo da el servicio, por ello recomendó a quien no tiene convicción mejor no se emplee en ello porque es una labor que requiere gran compromiso.
No hay mejor pago que la sonrisa de agradecimiento de un niño.