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MEXICO, D.F. 25 octubre.-En el marco de la celebración de la Tercera Semana Nacional de Migración, la Congregación de Misioneros Scalabrinianos en México a través del trabajo del Padre Flor de María Rigoni, fue distinguida con el Premio Quetzalcóatl, con el cual el Instituto Nacional de Migración reconoce la labor realizada por algún extranjero residente en México, sobresaliente por sus actividades profesionales o altruistas reflejadas a través de un esfuerzo valioso en beneficio de las personas migrantes y/o del beneficio cultural, social, político o económico de México.
Este es el caso del padre Rigoni, quien con una trayectoria de humanismo, trabaja desde hace 25 años en nuestro país en favor de las y los migrantes nacionales y extranjeros, quienes regresan o transitan por nuestro territorio con el propósito de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
El Padre Flor de Maria Rigoni nació en Premia, Italia, hace 66 años y su ordenamiento como Sacerdote y Misionero de la Congregación de Misioneros de Scalabrini, marcó a sus 25 años de edad lo que sería el destino del resto de su vida, que es acompañar y defender los derechos de quienes por diferentes causas dejan su tierra y se convierten en migrantes, deportados o refugiados.
El misionero Rigoni llegó a Tapachula, Chiapas, en 1998 y fundó la Casa del Migrante Albergue Belén, donde ha dado alojamiento, comida, protección, y aliviado el cansancio y heridas de más de 41 mil indocumentados.
En días pasado, durante una gira de trabajo en esa ciudad fronteriza, el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río Madrid, le informó al defensor de los indocumentados de la decisión de ser reconocido con el Premio Quetzalcóatl, el cual fue recibido por el padre Miguel Álvarez, representante en México de la Congregación de Misioneros Scalabrinianos, y en nombre de Rigoni, quien se encuentra apoyando la promoción de acciones humanitarias en Ginebra, Suiza.
Durante la ceremonia de entrega efectuada en el Museo del Niño El Papalote, el comisionado del INM destacó la labor de los 30 años de trabajo en México de los misioneros scalabrinianos, quienes llegaron a México por primera vez en 1980, a Guadalajara, y posteriormente han abierto las Casas del Migrante en Tijuana, Ciudad Juárez, Tapachula y Nuevo Laredo. Destacó también que, en los 25 años de presencia scalabriana en las casas del Migrante, se han recibido a 351,000 migrantes, proporcionando a cada uno de ellos dos comidas completas diarias, cambio de ropa, asistencia médica y psicológica, así como medicamentos en caso de requerirlos.
El Premio Quetzalcóatl fue entregado por el INM en 2009 a la ex consultora de la UNICEF y abogada española Amaya Renobales Barbier, por sus investigaciones y trabajo realizado para incorporar y sancionar nueve delitos en el Código Penal de Quintana Roo, como la pornografía infantil o el turismo sexual y contribuyó a reformar otros como la Trata de Personas y la sustracción de niños, niñas y adolescentes.
En 2008, como parte de las actividades realizadas durante la Primera Semana Nacional de Migración, la profesora estadounidense Ellen Calmus recibió el reconocimiento por su proyecto en favor de las familias de migrantes mexicanas denominado El Rincón de Malinalco, el cual nació del centro de recursos educativos que formó a petición de los niños del Barrio de San Juan, en 1998, en el Estado de México.