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La producción de mango está en peligro de extinción, debido al deterioro ambiental que se ha generado en la región Soconusco en el últimos 10 años, aunado al mal manejo de las plantaciones y a la poca inversión de los productores hacia este fruto.
El especialista en frutales, por más de 40 años, y catedrático de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UNACH, Juan Quilantán, señaló que la baja en la producción del mango en el soconusco la ubica en 3 o 4 toneladas por hectárea, muy por debajo de la media nacional que es de 6 a 7 toneladas por hectárea. Contrario a lo que sucedía hace algunos años, que se producía de 15 a 18 toneladas.
Las condiciones climáticas que se han suscitado a partir del deterioro ambiental tiene que ver al incremento de las temperaturas para la producción del mango, que de 33 grados centígrados ha pasado hasta a 38 grados en casi todo el año.
Mencionó que el Gobierno y los productores poco o nada han hecho para solucionar este problema del mango que poco a poco ha dejado de plantarse para sustituirlo por otras plantaciones, supuestamente más productivas.
Mencionó que el problema del mango no se ha atacado en su conjunto para que se pueda encontrar una solución razonada.
Juan Quilantán estimó que se deben hacer las prácticas adecuadas para que se realice una buena cosecha y estimó que no se puede pensar en la industrialización sino se ha cumplido con la producción de este fruto, por lo que el panorama del mango es negro para esta región.