Acusan retraso en construcción de nuevo hospital del ISSSTE en Acapulco
GUADALAJARA, Jal., 14 de abril de 2020.- Virginia y Alejandro, representan a los casi 18 mil enfermeras y enfermeros que trabajan en los hospitales y clínicas de Jalisco y que de manera directa o indirecta, se enfrentan todos los días al Covid 19, sin importar haber dejado incluso a sus familias. Ella jefa de enfermeras de los servicios de salud de Zapopan, y él, uno de los enfermeros del área de urgencias del llamado Hospitalito, que tiene que cargar y aguantar un equipo especial, que casi no lo deja ver ni respirar. Dos trabajadores de la salud que hablan a Quadratín Jalisco en nombre de los 320 que arriesgan su propia vida en las unidades de Zapopan, y que lejos de ser señalados, etiquetados o agredidos, piden que los protejan y los cuiden para trabajar por los demás. Virginia Ortiz decidió dejar a su hijo y a su esposo para protegerlos, porque dice que los ama, pero también ama su trabajo que realiza al recorrer como Jefa de Enfermeras, el Hospital General de Zapopan y las 6 unidades de Cruz Verde del municipio.
Virginia Ortiz, jefa de enfermeras “Ahorita en este momento yo me encuentro aislada de mi familia, tengo un hijo, tengo un esposo, con los cuales yo decidí y les pedí que bueno, aprovechando que el niño no tendría que ir a la escuela, se fueran de casa porque mi labor es estar en supervisión en todas las unidades, tengo contacto con todo mi personal en mis servicios, y preferí que por el momento estuvieran acá”.
Confiesa que esto le causa sentimientos encontrados, pero que al llegar a su trabajo, sabe que va a hacer algo por los demás y a proteger una de las profesiones más humanas, que lamentablemente se ha visto afectada en las últimas semanas con la agresión a 10 de sus enfermeras, algo que dice, no podía creer.
“Al subirse al transporte público algunas de ellas han sufrido agresión, rechazo de que el pasajero no quiere que se siente junto a ellos, en uno de los casos a la pasante de enfermería la bajaron de plano del camión, ya había abordado, pero como empezaron a agredirla el chofer le pidió que bajara del camión, otra compañera al ir manejando su vehículo, de vehículo a vehículo la fueron agrediendo algo que si le causó susto, porque incluso la siguieron por un gran tramo”.
Reconoce que generalmente las personas las valoran, y así lo percibe de la mayoría, en un tiempo donde se vive no sólo una crisis de salud, sino también una epidemia de crisis mental.
“También nosotros somos esposas, somos hijas, somos tías, somos hermanas, somos mamás, entonces nosotros también nos cuidamos, nos preocupa nuestra familia, mi personal cada día que se enfrenta y que se pone su uniforme para poder estar en el área de detección de pacientes con Covid, les veo su rostro de angustia, veo su rostro de preocupación, pero esto les tranquiliza cuando ven que pueden hacer algo por los demás”.
Pese a la labor que realizan, siguen recibiendo agresiones
Ante las agresiones anunció que decidieron salir a las calles vestidos y vestidas de civil, quitarse el uniforme antes y después del trabajo.
“Porque lo que menos queremos es estrés al salir de nuestro trabajo, el estrés que se vive aquí es constante, es un estrés mental, es un estrés físico y salir todavía a la calle y tener que cuidarnos con ese estrés de que me vayan a agredir o me vayan a hacer algo, híjole pues no es nada fácil y complica un poco más nuestra salud mental”.
Dice preocuparle más, ver a la gente en las calles sin protección alguna, “no están viendo la realidad, están viviendo otra realidad, o qué sucede, por qué no toman sus medidas, y nos viene a la mente cuántos contagiados más vamos a tener”.