Advierte Alemania sobre flota fantasma rusa que provee petróleo ilegal
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 23 de diciembre 2020.- La mayoría de las policías de América Latina y el Caribe (ALC) no cuentan con especificaciones para disminuir los arrestos físicos por delitos menores para minimizar el riesgo de contagio de efectivos y los detenidos, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al dar a conocer sus estudios de mayor impacto público en el año, el BID, a través del trabajo realizado por Nathalie Alvarado, Leopoldo Laborda y Heather Sutton (Covid 19 y la actuación de las agencias policiales de América Latina y el Caribe), explicó, sin embargo, que hubo mejoras en otros aspectos. “Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hemos realizado un estudio comparativo para entender mejor cómo la llegada de la pandemia afectó a las agencias policiales de la región. En general, los resultados de este estudio realizado durante la etapa de emergencia del Covid 19 revelan cómo la pandemia ha obligado a las instituciones policiales a definir prioridades y racionar recursos limitados”, explicaron los expertos. Los principales hallazgos de este estudio fueron los siguientes: La mayoría de las policías de la región se han preparado y tomado medidas rápido. Desarrollaron protocolos de seguridad, dotaron a sus oficiales de elementos de protección y elaboraron planes de contingencia. Respecto a la actividad cotidiana, las agencias continuaron atendiendo llamadas por servicio (aunque con un mayor uso de herramientas virtuales). La mayoría de las policías de la región no contaban con especificaciones para disminuir los arrestos físicos por delitos menores para minimizar el riesgo de contagio a la policía y entre los detenidos. La mayoría de las policías en la región indicaron haber reducido varias acciones preventivas (como controles proactivos a vehículos o personas) y comunitarias habituales (reuniones comunitarias, grupos de trabajo de resolución de problemas, etc.). En la mayoría de los países aumentaron la presencia policial en comercios (para prevenir robos), hospitales (para asistir en la emergencia sanitaria) y espacios públicos (para controlar la cuarentena y preservar el distanciamiento social). Aunque existen protocolos sobre cómo la policía debe atender las llamadas por servicio, no siempre se contaban con protocolos específicos sobre el alcance de las responsabilidades de los agentes para hacer cumplir las medidas sanitarias. “Casi como ninguna otra institución del Estado, la policía está presente en muchos aspectos cotidianos de los ciudadanos. La crisis desencadenada por la pandemia del Covid 19 ha tenido un impacto muy particular en los cuerpos policiales. En efecto, la policía, junto con los bomberos y otras unidades de rescate, están en la primera línea de respuesta, atendiendo las emergencias y nuevas funciones derivadas de la crisis sanitaria mientras continúan con todas las responsabilidades de mantenimiento de la seguridad pública”, señalaron los colaboradores del BID. “Estas nuevas funciones en la primera línea de respuesta del Covid 19 han convertido a las policías en un colectivo de alto riesgo. De hecho, algunas entidades policiales han tenido que hacer frente a un número significativo de bajas por enfermedad o por medidas preventivas de cuarentena. Todo esto, claro está, puede afectar a su capacidad operativa. Además, las medidas de confinamiento y cierre general de actividades no esenciales han modificado las rutinas y el comportamiento de las personas. Y los datos nos indican que estos cambios también estarían afectando los patrones de delincuencia”, consideraron.