
Covid, Otis y John aumentaron adicciones en Acapulco: Carlos de la Peña
Karla Galarce Sosa/Quadratín Guerrero
ACAPULCO, Gro., 14 de agosto de 2025.- La directora general de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), Carmen Fernández Cáceres advirtió que factores como la temperatura, la calidad del aire, el ruido ambiental, la contaminación de fauna y vegetales, así como el cambio climático, tienen un impacto directo en la salud mental de las personas y deben incorporarse de forma prioritaria en las estrategias de prevención de adicciones y en las políticas públicas de salud.
En su ponencia Salud mental y medio ambiente, presentada durante el 22 Congreso Internacional en Adicciones, destacó que a nivel mundial una de cada ocho personas padece un trastorno mental y que 75 por ciento de quienes tienen padecimientos mentales, neurológicos o por consumo de sustancias no recibe tratamiento.
Señaló que 316 millones de personas usaron drogas en el último año, lo que representa un incremento de 28 por ciento respecto a hace una década.
Indicó que la marihuana es la droga más utilizada, con 244 millones de usuarios, seguida por los opioides con 61 millones, los estimulantes tipo anfetamina con 31 millones, la cocaína con 25 millones y el éxtasis con 21 millones.
Subrayó que en México, los datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) muestran que las metanfetaminas han desplazado a la marihuana como la droga de mayor impacto entre quienes solicitan tratamiento, superando 35 por ciento de los casos en 2024.
Fernández Cáceres expuso que los Centros de Integración Juvenil han incorporado iniciativas como huertos terapéuticos en 80 unidades de atención, beneficiando en 2025 a más de mil pacientes.
Entre los beneficios reportados se encuentran: una mejor convivencia grupal en 82 por ciento de los casos, desarrollo de habilidades psicosociales en el 67 por ciento, mayor adherencia terapéutica en 61 por ciento, disminución de la severidad del padecimiento en 39 por ciento y capacitación para el trabajo en 18 por ciento.
Resaltó también el uso del arte como herramienta para el diálogo comunitario y la construcción de paz, con actividades culturales y talleres que promueven el respeto, la justicia y la participación de las juventudes como agentes de cambio social.
“La salud es la base del desarrollo, no hay salud sin salud mental y no hay salud mental con consumo de drogas. La estrategia nacional por la paz y contra las adicciones atiende las causas y otorga oportunidades de sano desarrollo a niñas, niños y jóvenes”, afirmó.