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TAPACHULA, Chis., 18 de junio 2025.-El administrador del rastro de Tapachula, Jorge Ortiz Arévalo solicitó la intervención de las autoridades de salud para regular o controlar la comercialización de bovino para consumo, ya que el 60 por ciento del ganado que entra en canal a los mercados de la localidad, se sacrifica de forma clandestina y en lugares que no se aplican los protocolos de salubridad e higiene.
En entrevista, con Quadratín Chiapas, el también productor pecuario explicó que en el rastro municipal se sacrifican de 25 a 35 animales, que representa el 40% de la carne que se consume en esta ciudad, mientras que el 60% que se comercializa en mercados, tianguis y carnicerías ubicadas en diversos puntos, se mata de forma clandestina y proviene de otros municipios principalmente de Mapastepec y fronterizos que ingresan de manera irregular por Guatemala.
“No hay control en la entrada de ganado ya en canal a Tapachula, lo cual representa demasiado riesgo para la salud de los consumidores, ya que en la ganadería hay mucho problemas con enfermedades y a pesar de esto, las autoridades correspondientes no le ponen atención”, aseveró visiblemente molesto.
“Yo ya hice mi queja a las autoridades estatales y no me tomaron en cuenta. Fui a la Secretaría del Campo, les expliqué el caso y me dijeron que a ellos no les compete, que es a la Secretaría de Salud y la Secretaría de Salud dice que no, que les compete a la del Campo entre ellos se echan la culpa pero ninguno de los dos actúa”, lamentó Ortiz Arévalo.
Recordó que anteriormente, las autoridades implementaban operativos en entradas y salidas de Tapachula, pero desconoce la razón por la cual se suspendieron, a pesar de que diariamente detenían vehículos transportando carne, vísceras y cabezas que venían de Guatemala y Mapastepec.
“La autoridad no ha tomado en cuenta los reportes que yo he hecho. La corrupción, apatía, negligencia, descuido e irresponsabilidad están poniendo en riesgo la salud de los consumidores ya que hay muchas enfermedades que se pueden adquirir al consumir carne de dudosa procedencia”, alertó.
Bajo la supervisión del médico veterinario zootécnico, Guillermo Enrique Petriz Grajales, en el rastro municipal se garantiza la aplicación estricta de la norma de calidad en la matanza del animal y manejo de la carne hasta que llegue a los mercados.
Petriz Grajales, quien es el inspector del rastro municipal, certificado por el gobierno del estado, explica que dentro del protocolo de salud establecido, una vez que entra el camión con el ganado, se verifica la documentación de donde viene, se checa el número de arete y se verifica que el animal no se encuentre lastimado por el problema del gusano barrenador.
Posteriormente, se pasa al cajón de noqueo, donde el animal es sujetado al riel elevado para cuando sea sacrificado no toque el piso por sanidad.
Abundó que el resto del proceso, como pelado, extracción de vísceras y el corte en canal se realiza con el animal elevado; pero en el área de maquila también se revisa que el animal no haya tenido algún tipo de enfermedad como brúcela, tuberculosis o parásitos.
Cómo último proceso, se pasa la carne en canal a la cámara de refrigeración para que aguante el proceso completo y llegue a los mercados lo más fresca posible.
El médico veterinario aclaró que en Tapachula es el único rastro de este tipo, ya que en otras ciudades todavía realizan la matanza en el piso, sin los protocolos de salud e higiene.
Ortiz Arévalo informó que las personas que sacrifican en el rastro municipal cuentan con un certificado que se le puede mostrar al cliente que quiera consumir su carne.