
Dictan 170 años de prisión a feminicidas de niña Fátima
Manuel Salazar/Quadratín Oaxaca
OAXACA, Oax. 30 de abril de 2025.- Con el salón cubierto de coronas, flores blancas, fotografías, velas encendidas y voces firmes, se realizó este miércoles el homenaje de cuerpo presente a Sandra Estéfana Domínguez Martínez, defensora de derechos humanos del pueblo ayuujk, asesinada tras haber sido reportada como desaparecida el 4 de octubre de 2024.
En la funeraria Núñez Banuet, mujeres de distintas colectivas, amigas cercanas y familiares se reunieron para recordarla como lo que fue: una mujer firme, solidaria y generosa.
Algunas tomaron la palabra para leer mensajes de despedida y pronunciar exigencias de justicia.
“Fue el Estado”, fueron los mensajes coincidentes de las diversas colectivas, ya que consideraron que nunca tuvo la protección como defensora y activista.
En el altar, una fotografía de Sandra —portando una blusa bordada de la Costa y una sonrisa serena— presidía la ceremonia, rodeada de arreglos florales que llevaban los nombres de quienes la amaron, acompañaron y respetaron su lucha.
Sandra fue hallada sin vida el pasado 24 de abril, en una fosa clandestina ubicada en Santiago Sochiapan, Veracruz, junto con su esposo, Alexander Hernández.
Desde su desaparición, colectivos y organizaciones denunciaron omisiones institucionales y exigieron al Estado su búsqueda con vida.
Su cuerpo fue entregado a la familia para su despedida y quedan en el ambiente preguntas sin respuesta.
Encontraron el cuerpo, pero no la verdad, pues solo vincular el hecho con el crimen organizado es un argumento para tratar de cerrar el contexto de sus denuncias, comentó Yésica Sánchez Maya.
Reconocida por su defensa a las mujeres indígenas y su valentía al denunciar una red de pornografía no consentida entre funcionarios públicos en 2020, Sandra Domínguez dejó una huella imborrable en la lucha por la justicia en Oaxaca.
Durante la ceremonia, las palabras de quienes hablaron no solo recordaron su vida, también nombraron el vacío y la rabia al considerar que ninguna defensora merece una muerte sin castigo.
Fue un homenaje muy emotivo, con tristeza y reiterando la petición para que el crimen no se quede en la impunidad.
Despidieron a la amiga, a la hija, a la madre, pues deja en la orfandad a una hija y también algunos casos de desapariciones y feminicidios que no se han resuelto.
El sepelio se realizará esta tarde en el panteón de San Pedro Ixtlahuaca, mientras las flores y las consignas sembradas en su nombre siguen floreciendo en la memoria colectiva.