Cierre e inicio/José Jiménez Magaña

El proceso electoral 23-24 llega a su conclusión. Es el quinto proceso de elección nacional en nuestro país en este siglo, contiene características que se pasan de largo por las apariencias inmediata sin señalar sus rasgos de esencia, como es el elemento de la alternancia. Es también la tercera elección en que se da a probar un proyecto político nacional partidista. En este proceso electoral nacional es un hecho de que se reprueban contundentemente las políticas neoliberales.

En el conjunto del sistema político cierra el probar las posiciones políticas de derecha, centro e izquierda. Aun cuando hoy el centro se da en vacío y la derecha se presenta con un proyecto político neoliberal y la izquierda va en un frente amplio con el progresismo al mando, así como el agrupando fuerzas del centro a casi toda la izquierda.

El centro se presentó como el espacio de poder que se determina con el PRI, dio paso a la alternancia pero en el marco rijido del neoliberalismo con tecnócratas y monetaristas de una escuela. Con su determinación el estado dejo abandonados espacios de responsabilidad política y social por la privatización y otros espacios más sin regulación, llevando al caos, el desorden y la violencia.

La derecha, representada en el sistema político mexicano por el PAN más otras linduras ultras, agrego la corrupción y el impulso incontrolable de la avaricia, de hacer de todo lo público a negocio privado.       

La izquierda, una parte de las izquierdas, hoy se presenta en morena como partido frente y  movimiento social, un partido de cuadros vanguardia y de masas movimiento, en una izquierda nacionalista progresista moderada. 

La derecha puso en prueba su proyecto y mostro sus resultado, corrupción. El centro mostro su proyecto reciclado con un expresidente que se asomó hace poco y quiso ser el líder defendiendo el neoliberalismo como doctrina del estado, a efecto de privatización.

Se cierra el proceso político electoral con una serie de decisiones, acciones y movimientos.  La instalación de las cámaras y el poder de la nueva mayoría partiditas. Reconfiguración del sistema político mexicano con la desaparición de un partido político nacional, la presentación de la derecha en debilidad política y de dos agrupaciones formales de partidos con la excepción de un partido que se muestra solo tratando de diferenciarse. 

La aprobación de las reformas, de la madre reforma, la reforma judicial. Se anuncian las restantes a manera de poner piso a otras decisiones. El relevo de la dirigencia política del partido morena como el partido en el poder, más partidos aliados. La asunción a la presidencia de la primera mujer presidenta.

Y se suma también a la tan señalada ausencia del dirigente histórico, la preocupación de no volverse un partido de estado.