Abanico
Con toda razón, las redes sociales estallaron la tarde de ayer para convertir en tendencia el impensable resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Una decisión que significó el segundo gran revés que “le receta” la División de Poderes al dictador López Obrador.
Y es que el Máximo Tribunal constitucional tiró el llamado “plan B” del presidente, que no era otra cosa que un bodrio ilegal para satisfacer los caprichos dictatoriales de AMLO.
Pero también es cierto que nadie debe olvidar que meses antes –y como muchos recuerdan–, el Poder Legislativo también rechazó las reformas constitucionales propuestas por el dictador López, para destruir al INE.
Iniciativas que, al ser desechadas por una limitada mayoría en el Congreso, provocaron la furia del “rey chiquito”, quien de inmediato anunció una furiosa venganza; el llamado “plan B”.
Meses después, y luego de que Obrador alardeó del control y “lealtad” a los que ha sometido a legisladores de su partido y a sus aliados, una mayoría de ministro de La Corte le aplicaron la misma receta al tirano de Palacio.
Es decir, nueve de 11 ministros de la Corte –incluidos dos de los sirvientes históricos de Obrador–, rechazaron el bodrio motejado como “plan B” para destruir al INE y, con ello, millones de mexicanos que se volcaron en redes hasta convertir en tendencia lo ocurrido en la Corte.
Y es que, sin duda, La Corte llevó a cabo una tarde histórica para la decadente, decreciente y casi moribunda democracia mexicana.
Sin embargo, pocos se han percatado de que “la madre de todas las batallas” apenas empieza. ¿Y por qué apenas empieza?
Elemental, porque lo que viene es el gran fraude en 2024.
Sí, porque mucho siguen sin entender que la genética de Obrador no admite derrotas y que su diccionario nunca ha aceptado la victoria de otros, a costa de la imagen y los intereses de López.
Dicho de otro modo, resulta que la guerra contra el dictador apenas empieza y que las batallas para defender la democracia mexicana “están en pañales”. ¿Y por qué está en pañales?
1.- Porque López Obrador nunca ha sido un demócrata y nunca aceptará que lo derrotó la democracia; así como nunca ha aceptado una victoria electoral de nadie que no sea él en las urnas. Y por eso, en el 2024 hará fraude
2.- Sí, porque todo aquel que haya seguido la trayectoria política del locuaz López, sabe que no se rinde ante las leyes, tampoco ante las normas y menos frente a la Constitución. Y en 2024 tiene el “plan F” de fraude.
3.- Y si dudan, ahí están dos frases para los bronces: “Al diablo con sus instituciones” y “no me vengan conque la ley es la ley”. Retrato del dictador, amenaza del fraude que viene.
4.- Porque en toda su historia de casi 30 años de supuesto “líder social”, Obrador nunca ha reconocido autoridad alguna, que no sea la suya. ¿Por qué hoy López debía aceptar la división de poderes; la alternancia y la paridad entre los poderes Ejecutivo y el Legislativo?
5.- Y, sobre todo, porque a pesar de lo que establece la Constitución, el locuaz López cree, supone o imagina que él y sólo él es la representación del poder popular en México y el mundo. Y por eso intensificará su odio contra La Corte y mandará más lacayos para amedrentar y hostigar a La Corte.
6.- Dicho de otro modo, el dictador López se ve en el mundo igual que Mussolini, que Hitler, Stalin y que todos los grandes criminales de la historia.
7.- Lo que no sabe es que todos esos sátrapas terminaron en el bote de basura de la historia.
8.- Y es que por más que López y sus lacayos insistan, lo cierto es que el gobierno de la 4T es uno de los mayores fracasos de la historia.
9.- Y, por eso, porque “Andrés” sabe que en elecciones limpias, sin trampa, sin “cochupos” y sin engaños y transas, Morena nunca volverán a ganar una lección.
10.- Y por todo ello AMLO hace lo necesario para matar al INE, al INAI y a los poderes Legislativo y Judicial.
Y es que sabe que su tiempo para pasar a la historia se ha agotado y sabe que tarde o temprano estará preso.
Por lo pronto dará la última batalla, no se rendirá y lanzará la mayor guerra posible contra los poderes Legislativo y Judicial; lanzará la mayor guerra contra la presidenta ministra de la Suprema Corte.
Pero también es cierto que veremos a Obrador detrás de una reja, pagando sus crímenes políticos, crímenes de Estado y de “lesa humanidad”.
Al tiempo.