Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
BERLIN, Alemania.- a 23 de junio de 2022.-Desde la firma en 1948 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todos los países del G7 y todos los Estados miembros de la UE están obligados a respetar los derechos humanos y los derechos de los niños en sus cadenas de suministro. En 2022, casi 74 años después, las naciones que pertemecen al G7, siguen beneficiándose de la esclavitud y la explotación de decenas de millones de niños como mano de obra infantil barata. La Unión Europea es el principal beneficiario financiero de la miseria y el trabajo infantil en los rubros del café, el cacao y muchos otros productos.
Alemania, que preside actualmente el G7, aprobó en 2021 la «Lieferkettengesetz», una ley que protege a los explotadores y viola la obligación del Estado alemán de proteger y defender los derechos humanos y los derechos de los niños.
El Parlamento canadiense está a punto de aprobar un proyecto de ley sobre la esclavitud moderna, el que no eliminará la esclavitud y protegerá a las empresas que utilizan el trabajo infantil en sus cadenas de suministro para reducir costes y aumentar los beneficios.
En 2015, el Reino Unido aprobó la Ley de Esclavitud Moderna, una ley que tuvo un efecto insignificante en la eliminación de la esclavitud y el trabajo infantil en las cadenas de suministro del Reino Unido.
La sección 307 de la Ley Arancelaria de Estados Unidos de 1930 (19 U.S.C. §1307) prohíbe la importación de cualquier producto que haya sido extraído, producido o fabricado total o parcialmente con trabajo forzado, incluido el trabajo infantil en régimen de servidumbre, pero desde 1930 Estados Unidos ha importado decenas de billones de dólares en bienes producidos total o parcialmente con trabajo forzado o infantil.
La realidad en Francia, Italia y Japón no es mucho mejor.
Francia acogió a los delegados de las Naciones Unidas que firmaron el Acuerdo de París de 1948 para proteger los derechos humanos, conocido como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero la esclavitud y el trabajo infantil pueden rastrearse en 2022 hasta las marcas de lujo francesas más caras.
Japón es una potencia industrial y tecnológica admirada en todo el mundo, también por tener una cultura de respeto como ninguna otra. Lamentablemente, Japón no tiene el mismo respeto por los derechos humanos y los derechos de los niños de otros países. Japón se beneficia de la esclavitud y de la explotación de millones de niños en sus cadenas de suministro.
Italia no sólo tiene esclavitud y trabajo infantil en sus cadenas de suministro internacionales, sino también utiliza el «caporalato» (esclavitud) en las plantaciones que cosechan muchos de los productos agrícolas italianos amados por los italianos y por todo el mundo. También hay trabajo infantil en la industria italiana.
En 2015, todas las naciones del G7 y los estados miembros de la Unión Europea se comprometieron, en la Asamblea General de la ONU, a apoyar los objetivos de desarrollo sostenible. Siete años después la miseria, el hambre y el trabajo infantil han aumentado debido a modelos comerciales crueles y a falsos programas de ayuda al desarrollo.
Por si todo lo anterior no fuera lo suficientemente malo para los cientos de millones de personas en las cadenas de suministro de las naciones del G7, muchas corporaciones tienen modelos de negocio que han aumentado o mantenido la miseria, el hambre, la desnutrición, el trabajo infantil y la migración forzada.
Debo mencionar que también hay miseria, desnutrición y trabajo infantil en las cadenas de suministro de las Naciones Unidas y de sus organizaciones UNICEF, OIT, PNUD, FAO, etc.
Esto significa que ni el Secretario General de la ONU ni los directores de UNICEF, OIT, PNUD, FAO, etc. toman en serio su obligación de defender y proteger los derechos humanos y los derechos de los niños, ni pueden ser considerados como un ejemplo de respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño, ni ningún otro tratado internacional relacionado con estos temas.
¡Todo esto debe terminar! No sólo es cruel, es inhumano y además es ilegal.
Confío en que, 74 años después de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ustedes, como líderes del grupo de naciones del G7, tomen medidas inmediatas para defender y proteger los derechos humanos y los derechos laborales de cada niño, cada trabajador y cada agricultor actualmente explotados en las cadenas de suministro para reducir sus costes y aumentar sus beneficios.
Atentamente,
Fernando Morales-de la Cruz