De Primera Mano/Rodulfo Reyes Aguilar

Desequilibrio partidista  

¿Le alcanzará el tiempo a la oposición para dar la pelea en Tabasco en 2024 o se mantendrá desarticulada en abono al proyecto transexenal del presidente Andrés Manuel López Obrador? Los indicios no muestran una recuperación en el mediano plazo de los partidos antagónicos a Morena.  

Tenía mucho tiempo que los adversarios del gobierno en turno no mostraban la flacidez que se le denota ahora al PRI, PRD y PAN. De hecho, ya hay voces que advierten que el Revolucionario Institucional podría perder su registro en las próximas elecciones: es grande el cisma abierto por la disputa del grupo del exgobernador oaxaqueño Ulises Ruíz con la dirigencia de Alejandro Moreno Cárdenas.  

En el Edén se vive un escenario parecido, aunque aquí producto del rechazo al “agandalle” de la corriente del exmandatario Andrés Granier Melo, quien se apoderó de las candidaturas en el pasado proceso electoral intermedio.  

La delgadez extrema se nota más porque en la tierra del presidente López Obrador la oposición se había destacado por la enjundia que viste al de Tepetitán.   

Así, desde finales de los 90 había sido robusta y le disputaba el poder palmo a palmo al tricolor, hasta que en 2012 por fin le arrebató la Quinta Grijalva, esto es cuatro sexenios después de su surgimiento.   

Voltee usted a ver hacia los institutos hoy opuestos al régimen y no verá una cara con probabilidades de crecer en los tres años que le quedan a la administración de Adán Augusto López Hernández.  

Peor aún: el único contendiente que se observa es el experredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, diputado federal plurinominal por Movimiento Ciudadano (MC), a quien le tratan de confeccionar un traje como el de Enrique Alfaro, el popular gobernador de Jalisco que hizo crecer allá a esa insignificante fuerza.   

En su condición de segunda y tercera fuerza, el tricolor y el negriamarillo carecen de cuadros medianamente representativos. En el primero confiaban en lograr un segundo aire con el triunfo de Granier, mientras que en el otro esperaban que el exgobernador Manuel Andrade Díaz les devolviera algo de la majestuosidad lograda cuando AMLO militaba en él.  

Pero los exmandatarios terminaron de hundir a las formaciones que les permitieron disputar la alcaldía de Centro.  

Así como se observa el panorama, más que la elección constitucional de 2024, parece que está despertando mayor interés el proceso interno de Morena para elegir a su candidato a la gubernatura, ya que quien logre la nominación estará encarrilado a Plaza de Armas.  

Quizá por ese escenario –muy similar a los tiempos de cuando el PRI era partido único– es que tras la victoria del 6 de junio se han desatado las aspiraciones de algunos actores, sobre todo los que están en el Congreso de la Unión, que consideran que Morena es invencible.  

PARA SU INFORMACIÓN…  

EN “SECRETO DE estado” se encuentra convertido el estado de salud del edil capitalino Evaristo Hernández Cruz. Más allá del respeto que merece su vida privada, el vacío informativo provocado está siendo llenado por rumores. Quienes no se han tentado el alma son sus adversarios, pues en las redes sociales –o sea de manera anónima– le están deseando mal. Por lo pronto, el equipo de Hernández está manteniendo el timón, pero hay duda de cuánto tiempo se puede mantener la barca sin el capitán. Por cierto, la entrega-recepción no será problema: la alcaldesa electa, Yolanda Osuna Huerta, mantiene buena relación con quien la pasará la estafeta.