La suerte de Cuitláhuac, el indeseable
Los cambios en la administración de Adán Augusto López Hernández de este fin de semana, son importantes porque suponen una adecuación o corrección del rumbo, pues si bien se van piezas que el Ejecutivo requiere en otras posiciones para cerrar bien su ejercicio, de la misma manera llegan personas a mejorar la tarea.
En la vieja cultura priísta, se estilaba que en dos años se cubría el pago de cuotas de campaña y por eso se hacía el primer ajuste. Pero también le daba la oportunidad al presidente o al gobernador de ajustar su equipo para hacerlo producir.
A mitad de su gestión, el titular del poder Ejecutivo ya tenía completo el cuadro con el que pensaba dejar huella. Eso implica nominar a los mejores para bien terminar.
Los que se van, que en algunos casos no son piezas de “pago” a grupos, de igual forma debe ser capaces de responder en otros ámbitos como la Cámara de Diputados local o federal.
El siguiente “cambio” en paquete se da un año antes de la elección para presidente o gobernador y trasluce la preparación para entregar la estafeta mediante un aterrizaje terso.
Asimismo, los que renuncien este sábado para buscar un cargo de elección, deben ser funcionarios que han dado resultado, pues ir a los comicios supone una recompensa ciudadana por el buen desempeño.
Pero mientras el gobierno hace su primer movimiento de importancia con miras a los comicios intermedios del año próximo, la oposición acelera el paso para estar en condiciones de competir.
Hasta el momento los adversarios de Morena han encontrado que la única fórmula para darle la pelea al partido en el gobierno es “hacer bola”. Esto es, de manera individual ningún partido de oposición tiene posibilidades de ganar espacios.
Por más que en el PRI presuman la “enorme popularidad” del exgobernador Andrés Granier Melo, y que en el PRD se ufanen de la estructura armada por el senador Juan Manuel Fócil Pérez, ambos partidos son nada si compiten solos.
Si la oposición no junta fuerzas será difícil darle la pelea al régimen. Ni siquiera en plazas como la alcaldía de Centro tienen figuras que puedan ganar una elección sin la estructura partidista.
Granier, por citar un caso, es el “mejor candidato” de Facebook, pero afuera del mundo virtual hay tabasqueños que lo siguen creyendo responsable de haberle entregado al perredista Arturo Núñez Jiménez una administración hecha añicos.
Y al sol azteca se le sigue responsabilizando del fracaso monumental de propio Núñez y de su esposa Martha Lilia López Aguilera.
Aun con todos los señalamientos que se le hacen al gobierno morenista, en el imaginario colectivo Granier y Núñez siguen apareciendo como culpable de lo mal que se encuentra en Tabasco.
De ahí que ambos institutos deban entrelazarse para lograr posiciones en 2021, pues de manera individual ninguno gana.
En resumen, mientras el régimen hace su primer ajuste para defender la plaza en las siguientes elecciones, sus adversarios se apuran con la alianza que les daría la posibilidad de salir airosos.
PARA SU INFORMACIÓN…
AUMENTÓ EL NÚMERO DE ciudadanos que acude al Parque Tabasco a hacerse la prueba Covid de la Secretaría de Salud, la cual es gratis. Falta por saber si la positividad está aumentando o sigue en descenso. Por lo pronto hay expectativas por ver qué va a pasar dentro de dos semanas que empiece en el país la segunda oleada de coronavirus.