Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Las reformas constitucionales de febrero de 1983 del presidente De la Madrid transitaron a México del Estado social al Estado neoliberal de economía empresarial de mercado. El ideólogo de esa reforma fue Carlos Salinas de Gortari, secretario de Programación y Presupuesto.
En agosto de 1985, Salinas pronunció un discurso en un seminario sobre Rectoría del Estado en la UNAM y ahí explicó el nuevo Estado con funciones acotadas, la elevación del sector privado a rango constitucional y el mercado como pivotes del desarrollo. El bienestar social ya no era prioridad del Estado, sino consecuencia del crecimiento económico impulsado por el mercado.
Por su importancia, se trascriben párrafos importantes del discurso que explicó el adelgazamiento del Estado para un correlativo fortalecimiento del sector privado. El texto puede ser leído en versión íntegra en http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/7CRumbo/1985%20CSG.RecEdo.html:
El Estado es la organización política de la nación, y a la vez es la sociedad políticamente organizada. Por ello, su ámbito de acción se da en las relaciones de poder. De la necesidad de someter el ejercicio del poder a una norma jurídica, se derivan las ideas centrales del derecho constitucional, en particular la fundamentación de la acción del Estado en el concepto de soberanía, tanto en su dimensión externa de soberanía nacional frente a la competencia de los demás Estados nacionales, como en su dimensión interna de soberanía popular, respetuosa de los derechos básicos del hombre.
Algunos consideran que la acción del Estado es un reflejo de los grupos en pugna, Y en particular lo consideran un mero mandatario de los grupos dominantes. Otros suponen que el Estado es la instancia que crea y organiza la sociedad. Sin embargo, posiciones así de extremas pueden resultar simplistas. La vida política no puede reducirse a la dinámica de fuerzas socioeconómicas. El Estado no es la arena política donde se dirimen los conflictos sociales. Hay una autonomía relativa del Estado respecto de los diversos grupos que actúan y compiten en una sociedad plural. Por ello debe rechazarse la posición reduccionista que considera que las formas del Estado varían simplemente en correspondencia con los modos de producción.
En lo que concierne a la economía mixta mexicana se establece la concurrencia del sector público, del sector social y del privado a los propósitos generales del desarrollo nacional, incorporando a todas aquellas formas de actividad económica que contribuyen al desarrollo de la nación. Para el sector público se establece que tendrá a su cargo exclusivo, las áreas estratégicas que la Constitución especifica. Se consigna explícitamente al sector social como integrante fundamental de la economía mixta, con lo que se recoge una aspiración de las organizaciones sociales de México. Se reconoce la función social del sector privado, así como la conveniencia de que existan condiciones favorables para el desenvolvimiento de la empresa privada, sujetando su desarrollo al interés público.
Es necesario subrayar que el ejercicio de la rectoría económica no requiere de un Estado grande sino democráticamente fuerte. La expansión indiscriminada del Estado como política de desarrollo no resuelve los problemas, y sí conduce a congestionarlo Y a disminuir su eficiencia para atender áreas que sí son estratégicas para el país. Por ello, recientemente se han venido instrumentando la venta o liquidación de entidades públicas no estratégicas ni prioritarias, como una medida que quita desperdicios Y evita inercias, y al mismo tiempo, permite atender con eficacia las áreas fundamentales y, en aquellos casos en que los programas de desarrollo así los justifiquen, ampliar la promoción y la participación en áreas prioritarias.
Al desprenderse el Estado de entidades no fundamentales, está abriendo espacios para apoyar el avance de la reestructuración productiva del país y encontrar la posibilidad en un contexto de recursos escasos, para apoyar programas realmente prioritarios. En la medida en que el Estado ha destinado recursos para financiar la expansión o sanear financieramente a las entidades no prioritarias, ha tenido que restar recursos para otras actividades fundamentales. Debe entonces reconocerse que en la medida en que se continúen vendiendo o liquidando entidades no prioritarias, se podrá, en consecuencia, fortalecer las que sí lo son, cumpliendo así el mandato moderno de rectoría del desarrollo.
En estos y otros párrafos de Salinas se explica el Estado neoliberal de 1983 a 2018.
Política para dummies: la política es el gobierno del poder.
@carlosramirezh