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TAPACHULA, Chis,.14 de mayo de 2020.- La iglesia católica en el sur de México, exigió al Instituto Nacional de Migración (INM), suspender y cerrar los tramites de la oficina de regularización migratoria para los extranjeros para evitar contagios del Covid-19.
César Augusto Cañaveral Pérez, director de la pastoral de la movilidad humana de la iglesia en Tapachula, Cesar Augusto Cañaveral Pérez, demandó al gobierno federal, a la Secretaría de gobernación y al Comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, detener en su totalidad los trámites en la oficina migratoria, porque pone a los migrantes en riesgo de contagio del nuevo coronavirus.
“Nosotros pedimos el cierre de la oficina de regularización migratoria, donde hay un flujo de personas muy grandes donde no mantienen la sana distancia y no se utilizan los cubrebocas y donde no existen los cercos sanitarios, cerrando estas oficinas se puede controlar el número de contagios”
El también coordinador diocesano del Albergue Belén, señaló que la pandemia del coronavirus no ha sido tomada con responsabilidad en la frontera sur por parte del INM
“Porque continúa dando citas a los migrantes, lo que los obliga a dejar el confinamiento domiciliario y trasladarse a esa oficina ubicada a un costado de la policía municipal, donde todos los días se aglomeran extranjeros sin las medidas sanitarias que establece la Secretaria de Salud como: la sana distancia y el uso del cubrebocas”, agregó.
Enfatizó que la preocupación de la iglesia católica, es porque en esta franja fronteriza con Guatemala, los migrantes cubanos, haitianos y Centroamericanos todos los días corren riesgo de contagio al ir hacer algún trámites, ya que no asistir su proceso puede ser suspendido o cancelado.
Cañaveral Pérez, refirió que el tema de los migrantes frente al Covid-19, ha sido olvidado, por lo que se deja a la intemperie a esta población sin cerco sanitario.
Agregó que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las organizaciones y las iglesias han cerrado sus puertas, pero los migrantes están empujados a salir porque sus trámites se pueden suspender.
En el albergue a su cargo, cuentan con 160 personas al interior con un protocolo de higiene con la ayuda que brindan las organizaciones y la el distrito 7 de salud quienes a diario llega a darle seguimiento a las mujeres embarazadas y niños.
En este centro de descanso, se tienen 6 mujeres embarazadas principalmente de Honduras y El Salvador y muchas de ellas durante su estancia han tenido a sus hijos con todos los cuidados que requiere.
En el Belén, se otorgan 500 platos de comida en sus tres alimentos para los 160 migrantes que se tratan de cuidar de la pandemia.
Desde el cierre de este albergue han llegado a tocar la puerta mas de 200 migrantes a quienes no les ha abierto para que puedan ingresar.
Otro de los problemas, dijo es que muchos de los extranjeros se han quedado en situación de calle, porque no tienen donde quedarse, o en su caso a muchos se les termino el dinero o se han quedado sin empleo.
Contó que los migrantes que se encuentran en el albergue, tienen miedo al coronavirus “ Si creen en el Covid-19 e incluso desde la parte psicológica, si alguien tiene gripa o tos, rápidamente se busca a un médico y observan los protocolos que se tienen, pero el temor hacia el coronavirus es fuerte”, añadió.
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