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GUADALAJARA, Jal., 10 de abril de 2020.- El hambre, la tristeza y la desesperación empiezan a ahogar a familias que de un día para otro perdieron su empleo, a consecuencia de la pandemia de coronavirus, según los testimonios recabados por Quadratín Jalisco. “Los hijos no entienden de tiempos de espera, de cuarentenas, de contagios y mucho menos, de que no hay para comer”, este es uno de los testimonios de una persona que como miles, quedó sin empleo. Datos del Consejo de Cámaras Industriales (CCIJ) revelan que cerca de 1.5 millones de jaliscienses se han quedado sin ingreso, debido a la crisis económica que arrastra el Covid 19, situación que se predice será más grave. El 17 de marzo, Mary fue despedida de su trabajo que desarrollaba en una empresa que hacía promocionales, con algunos insumos de procedencia china. Como cualquier día, se presentó en su horario habitual y después de que llegó, la llamaron sus jefes. No podía dar crédito a lo que le decían, la estaban despidiendo después de dos años de trabajar en esa firma que le pagaba casi mil 700 pesos a la semana. Le argumentaron que la compañía pasaba por una situación muy crítica y que la podían liquidar únicamente con el 50 por ciento de lo que le correspondía por Ley. Ella aceptó, porque era eso, o quedar sin ningún cinco en medio de la crisis sanitaria, donde lo menos conveniente sería irse a un juicio laboral que tardaría años. Aunque dice confiar en Dios, su desesperación es grande y dice que la “ahoga” el pensamiento sobre qué sucederá con su familia ahora que ya no tienen seguro social y que también su esposo, quien tenía un empleo informal, se quedó sin trabajo. Rocío es otra mujer que de la noche a la mañana dejó de ganar dinero. Con un esposo diabético y ella con hipertensión, era trabajadora doméstica. Ganaba mil 300 pesos a la semana, dinero que ahora ya no tendrá para ayudar a los gastos de la casa, que tendrán que ser subsidiados con el sueldo su marido. Aunque no están seguros por cuánto tiempo, porque en la empresa en la que él labora, “lo descansaron” por ser diabético y desconocen hasta cuándo le seguirán pagando su sueldo íntegro, algo que –dice- se ve difícil sea por mucho tiempo. A ella también le dieron las gracias en la casa donde trabajaba, de un día para otro, luego de que se decretaran los primeros cinco días del #QuedateEnTuCasa. “Los hijos no entienden de tiempos de espera, de cuarentenas, de contagios y mucho menos, de que no hay para comer”, así concluye el testimonio Rocío. Alfredo, es un hombre de 40 años que tiene cinco años trabajando de manera informal en una taquería acomodando carros, donde ganaba de 300 a 350 pesos diario, en su mayoría producto de las propinas. Los últimos días que acudió, apenas llegó a los 100 pesos diarios, por eso, desde hace una semana, le dijeron que ya no fuera, porque no hay clientes. Sus ingresos, eran el principal complemento para los gastos de su familia, integrada por cinco miembros. Ahora, él al igual que su esposa, se han quedado sin trabajo y sin dinero. Jaime, es mesero independiente. Él subsistía con los ingresos que ganaba en los eventos que cubría principalmente en Expo Guadalajara. Eventos masivos como Talent Land y otras exposiciones se pospusieron, y con ello también sus percepciones que ganaba semana a semana. También se cancelaron fiestas y eventos, donde él al igual que su grupo de amigos, trabajaban de manera normal principalmente los fines de semana. Se acercó a pedir ayuda de las autoridades, y a pesar de que incluso acudió hasta las puertas de Palacio de Gobierno y ya ingresó la plataforma para recibir apoyo, han pasado ya dos semanas y no tiene aún ninguna respuesta. Estos testimonios que recoge Quadratín Jalisco son sólo una muestra, de lo que empiezan a vivir y padecer miles de jaliscienses, víctimas de lo que arrastra una pandemia que marcará la historia contemporánea.