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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de julio de 2019.- No siempre el lujo es sinónimo de buen gusto. Así lo demuestran las miles de ostentosas joyas entre cadenas, anillos, pulseras, plumas fuente y alta relojería que este domingo subastó el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes en el Recinto Cultural de Los Pinos.
Desde un reloj de la casa de moda italiana Gucci con un precio de salida de 10 mil 200 pesos y cuyo accesorio más barato de la puja fue adquirido por una niña, hasta un exagerado reloj para caballero de la casa suiza Piaget con caja y extensible articulado fabricados en oro blanco de 18 kilates y 227 diamantes incrustados que no mostró interés por ningún comprador.
Aunque en su mayoría las joyas decomisadas o incautadas no solo a la delincuencia organizada también por embargos de investigaciones federales llevadas a cabo por la Fiscalía General de la República o el Servicio de Administración Tributario (SAT) son de manufactura de marcas lujosas, varias piezas muestran características que hacen alusión a quien fue su dueño.
Relojes de las casas francesas de alta joyería Cartier y Chopard, o uno Jaeger-Lecoltre modelo Master Grand Tourbillon, otro Ulysse Nadir e incluso las marcas Rólex y Harry Winston mostraron desinterés por los pujadores que se dieron cita en la que fuera la Residencia Oficial Presidencial. Un total de 37 lotes fueron declarados desiertos al no recibir ninguna oferta de compra.
Entre ellas, una pluma fuente en oro blanco de 18 kilates de la casa francesa de lujo MontBlanc, cuyo diseño original fue personalizado con la bandera mexicana en 104 esmeraldas, 104 rubíes y 80 diamantes como signo de distinción que deja mucho qué desear.
Otros lotes que su puja fue declara desierta fue un reloj de la marca La Coeur Geneve con caja y hebilla en oro rosa de 18 dilates con 449 diamantes incrustados que daban forma a las hojas de marihuana, símbolo asociado al narcotráfico.
No se vendió también un grueso collar en oro amarillo tejido en oro amarillo con tejido de eslabones cuadrados y un dije de San Judas Tadeo en oro amarillo de 14 kilates, 53 diamantes, 146 esmeraldinas y 2 rubíes.
Por otro lado, un dije de San Lázaro con dos perros, fabricado en oro blanco y amarillo en 10 dilates adornado con circones fue comprado por uno de los mejores pujadores que logró adueñarse de alrededor de 30 lotes de joyería, cada que alzaba con la mano la paleta número 84.
El mismo comprador hizo una inversión de una hebilla en platino con un diamante fantasía color café, 217 diamantes de corte antiguo 8/8 y 30 diamantes de corte redondo color naranja.
Una de las joyas que alcanzó un precio de 200 mil pesos y cuyo precio de salida fue de 163 mil 700 pesos fue una esclava para caballero con hechura especial tipo Rolex en oro blanco de 18 dilates, con dos figuras de cocodrilos entrelazados y mil 331 diamantes de corte redondo y cuatro esmeraldas.
De los 70 pujares se mantuvo la discreción y a su salida omitieron dar declaraciones a la prensa sobre su procedencia o ocupación.
Carlos González fue uno de los pocos que accedió solo a decir que era joyero y se hizo de un par de lotes de joyas con un valor de 37 mil 500 pesos.