Teléfono rojo
El doctor Urzúa (ex Secretario de Hacienda) fue un soldado infiltrado en el estado mexicano, formado en el ITAM. Su formación como economista ha sido en el pensamiento económico burgués de la economía de mercado.
Sin embargo, somos más los que podemos conducir la economía de mercado en el pensamiento económico keynesiano que es el perfil que maneja AMLO.
El liberalismo, o sea, la ley del mercado, fundamentada por los fisiócratas, François Quesnay y su amigo, Ana Roberto Jacobo Turgot. Mas tarde perfeccionada por Adam Smith. Los
fisiócratas médicos de formación y fundadores de esta escuela, que se resume en el aforismo por todos conocido “Laissez faire Laissez Passer”.
Es decir, “dejar hacer dejar pasar”, lo que por todos se comprende que es la oferta y la demanda o sea el mercado los que norman y regulan las relaciones de intercambio del mercado. Más aún, que tiene su significado en la no intervención del estado en la economía, por eso se llama liberalismo, por la autonomía que significa la ley del mercado, esa es la verdadera libertad que conoce el capitalismo: la libertad de robar, explotar, corromper, prostituirse, etc.
Ahora bien, cuando las economías del mundo comprenden las limitaciones y ataduras que sufre el mercado por la intervención del estado en la economía.
Todos los países del mundo en el siglo XIX reformaron su constitución política y regresaron a respetar las leyes del mercado, en Alemania en los años 30 nace el concepto de neoliberalismo. Sin embargo, podemos afirmar que no existen nuevas leyes del mercado, entonces porque dicen NEOLIBERALISMO. Cuando son las mismas leyes planteadas por Aristóteles cuando fundamente su modelo de la crematística en el siguiente modelo matemático
D-M-Dᶺ así como la llamada usura D-Dᶺ.
En conclusión, Aristóteles descubre y llama crematística, que significa abuso o robo, así mismo afirma Tales de Mileto que este excedente significa robo en las relaciones de producción. Recordemos al economista inglés, Adama Smith cuando afirma:
“La ley de la naturaleza humana no puede ser superior a la ley de la naturaleza económica”. Hasta aquí porque mucho conocimiento es malo.