Indicador político/Carlos Ramírez
Irma Eréndira y el club de los fanfarrones
Con la excusa de la “no intervención” los secretarios de Estado de la 4T se niegan a realizar el más mínimo reproche al gobierno de Nicolás Maduro que viola derechos humanos, encarcela opositores, aplasta manifestantes y ocupa la presidencia de manera ilegal.
Pero la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, puede acusar al presidente legítimo de un país amigo de hundir a su nación.
A propósito de la visita de un ex funcionario del gobierno de Cristina Kirchner en Argentina, nuestra secretaria de la Función Pública escribió en redes sociales que “Quien ha hundido la economía Argentina (sic) es el señor @MacriMauricio y el neoliberalismo trasnochado desde 2015”.
El secretario de Relaciones Exteriores no dice una palabra por los crímenes de Maduro en Venezuela, porque sería violar la “no intervención” en los asuntos internos de otro país.
Y la secretaria de la Función Pública descalifica al presidente de Argentina, electo democráticamente, que no ha matado ni torturado a nadie, y que está en el poder por la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de su país.
Si los argentinos quisieron votar por el “neoliberalismo trasnochado” es muy su asunto, y no de Irma Eréndira Sandoval, que es secretaria de Estado del gobierno de México.
¿No que “no intervención”?
Pura fanfarronería.
Fanfarrones al pretextar la “no intervención” para apoyar a Maduro.
Fanfarrones para descalificar a Macri en Argentina.
Fobias y filias ideológicas norman nuestra política exterior.
El director de la Escuela de Cuadros de Morena, esposo de Irma Eréndira Sandoval y férreo defensor de Maduro, John Ackerman, tiene en sus redes una fotografía suya con grandes letras: ¡Cuba, sí! ¡Yanquis, no!
Otro fanfarrón.
A ver: en Venezuela no hay un solo soldado estadounidenses y sí 62 mil cubanos que tienen ocupado ese país.
El gobierno de Cuba ha convertido a Venezuela en una colonia extractiva, de la que se llevan su petróleo para revenderlo y poder sobrevivir con un socialismo, ese sí, trasnochado.
Cubanos y miembros del ejército ruso están en Venezuela, y llegarán más, según anunció el canciller venezolano el domingo pasado en Moscú.
¿Yanquis go home?
Fanfarrones. Ahí sólo hay instructores, profesores, militares y asesores cubanos y mandos de élite rusos.
Frente a esos intervencionistas más el Ejército bolivariano de Maduro, está una población desarmada y sin derechos que padece el fracaso de la ruta económica que los fanfarrones postulan para México.
Cuando protestan los aplastan o encarcelan.
Y nuestro canciller se abstiene de sumarse al Grupo de Lima que exige elecciones libres en Venezuela, por la “no intervención”.
La secretaria de la Función Pública condena a Macri por “hundir” a Argentina.
Su marido, el director de la Escuela de Cuadros de Morena (ojo, el partido que gobierna México) grita ¡Cuba, sí! ¡Yanquis, no!
Por cierto, Ackerman acaba de ser designado conductor de un programa en la televisión del Estado, el Canal Once, que lo anuncia con una profusa, vistosa y empalagosa propaganda propia de los años setenta.
La televisora que dirige José Antonio Álvarez Lima dice en el anuncio que “el peculiar estilo de los conductores le otorgan al programa un desenfadado dinamismo que pocas veces es visto en la televisión mexicana”.
¿Álvarez Lima presenta un programa desenfadado?
La última vez que Álvarez Lima dirigió un canal también era del Estado: Imevisión.
Su paso por la televisora del Ajusco no dejó huella por su desenfado, sino por haber corrido a José Cárdenas, conductor del noticiario estelar, porque Pepe tuvo el desenfado de ganarle una nota exclusiva a Televisa.
En lo dicho. Puro fanfarrón.