
Libros de ayer y hoy
Cuando los comandantes de la URNG retornaron a Guatemala, luego de la firma de los Acuerdos de Paz, en 1996, venía con ellos el escritor Augusto Monterroso. Es muy famoso por escribir el cuento más corto del mundo: “El dinosaurio”, compuesto de siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Aguardaba, como muchos periodistas locales y de prensa extranjera, la llegada de los jefes guerrilleros en el aeropuerto La Aurora, en Ciudad de Guatemala. Divisé a Monterroso, un tanto rezagado, arrastrando una maleta y del brazo de su esposa, la escritora mexicana Bárbara Jacobs.
Un verdadero enjambre de periodistas se arremolinó en torno a los jefes guerrilleros.
Yo sobrepase la marea y alcancé a Monterroso.
Solo pude hacerle una pregunta:
-Y el dinosaurio sigue aquí…?, pregunte emparejándome a él.
-¡Sigue…!, me respondió lacónico, sin dejar de avanzar del brazo de Bárbara Jacobs hacia la salida del aeropuerto.
Logrado el objetivo alcancé a la plana mayor de la URNG, y recabe, como todos, sus declaraciones.
Yo había vivido la firma de los Acuerdos de Paz en la montaña, en un campamento guerrillero.
Este reportaje salió publicado en primera plana del ‘Novedades de México’, y el New York Times citó la entrevista más breve del mundo con el acotamiento ‘un periodista mexicano’.
Este pasaje me vino a la memoria, porque es una analogía que lo mismo aplica en el caso de México: el Dinosaurio sigue entre nosotros.
Manuel Velasco Coello lo encarna, y Ricardo Monreal, y Martí Batres Guadarrama, y los Senadores de la República que sesionaron dos veces en un solo día para otorgar el permiso de licencia temporal a Manuel Velasco Coello para ser gobernador sustituto de él mismo en Chiapas. Y ser, además, presidente de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), además de tener en el bolsillo el nombramiento de coordinador de la bancada de dos del PVEM en el Senado de la República.
Una aberración jurídica que los pone ante el juicio de una Nación que creyó en el anunciado ‘cambio verdadero’.
El artículo 125 de la Carta dice que “ningún individuo podrá desempeñar a la vez dos cargos federales de elección popular, ni uno de la Federación y otro de una entidad federativa que sean también de elección”.
El martes en el Senado este artículo constitucional quedó sepultado, lo mismo que el 116, propuesto en 1917 por Venustiano Carranza, el cual dice que “los gobernadores de las entidades, cuyo origen sea la elección popular, ordinaria o extraordinaria, en ningún caso y por ningún motivo pueden volver a ocupar ese cargo, ni aún con carácter de interinos, provisionales, sustitutos o encargados de despacho”.
Pero nada parece perturbar a quienes hacen política en las alturas. De la oficina del PVEM se arguye que antes de Velasco Coello lo hicieron otros gobernadores. Pero nadie como Velasco Coello, que en un solo día modificó cuatro artículos de la Constitución Chiapaneca para ajustarla a sus requerimientos ¿Cómo logró Velasco que en un solo día 40 diputados y 123 Ayuntamientos le aprobaran sus reformas a la Constitución Siglo XXI, que el propio Manuel Velasco Coello reformó al inicio de su administración?
Solo él lo sabe… y los legisladores chiapanecos y los 123 presidentes municipales.
Pero en el Senado de la República se destapó la cloaca. Fue evidente el chanchuyo, la componenda política, y un descaro la rapacería de algunos Senadores del MORENA que cambiaron el sentido de su voto para facilitarle a Velasco Coello violar el orden legal vigente.
Fue un agravio a la Nación no solo al pueblo de Chiapas. Y a MORENA no le importó que en un solo acto se derrumbaran las expectativas de cambio de régimen en México.
POR LO QUE CIRCULA EN REDES es insondable el descrédito nacional de MORENA. “Benditas redes sociales”, diría Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al agradecer su triunfo en las urnas el domingo 1 de julio. Pero la licencia otorgada en el Senado a Manuel Velasco Coello los puso bajo los reflectores de la prensa nacional e internacional.
La percepción general que se proyecta en los medios masivos de comunicación es que la 4a República nació muerta. Ahora, de súbito se oye hueco, sin credibilidad, pastoso y pestilente, el discurso contra la corrupción y el proyecto de Nación que dicen querer construir.
La ‘Nomenklatura’ morenista, Senadores y diputados federales, tendrán que revaluar la Alianza con el PVEM y Manuel Velasco Coello.
Pero el daño está hecho.
Una Nación entera ha quedado perpleja ante tal desenfado y cinismo de quienes ofertaron el cambio.
Es obvio que MORENA está pagando un costo demasiado elevado para AMLO. La llamada ‘mafia del poder’ reencarnó sin cambiar de ropaje. El Dinosaurio del cuento de Monterroso se reeditó y reinventó ante los ojos del mundo. Lo hicieron sin despeinarse. La incubadora fue el Senado de la República.
Lo replicaron, también, en la Cámara de Diputados.
Ahora MORENA tiene el control de la Cámara alta y la Cámara baja. Lo logró con las mismas prácticas políticas; siguiendo el mismo ritual de antaño, del viejo régimen, ese que se resiste, persiste, y se sale con la suya, y hunde a su paso el sueño de 30.11 millones de mexicanos.
El golpe de timón en el Senado se percibe como una ‘Concertacesión Política’.
Es mucho el ruido que le está metiendo a MORENA y a su proyecto de Nación los cuatro saltos de Manuel Velasco Coello. En cuestión de días Velasco Coello brincó de Gobernador a Senador y de Senador a Gobernador de Chiapas. Y arrastró consigo el clamor de esos 30.11 millones de mexicanos que creyeron, confiaron y votaron a ciegas por MORENA.
Arturo Escobar y Vega cínicamente acepta en la Cámara de Diputados que a MORENA ‘le salió barato’ la mudanza de cinco diputados del Verde para engrosar la bancada del MORENA. Se cuestiona la legalidad de este evento, mediante el cual Velasco Coello modificó cuatro artículos de la Constitución local para acomodar la letra a su participar conveniencia y así tener, a la vez, dos cargos de elección popular: el de Gobernador y el de Senador, algo inédito en la historia política contemporánea de Mexico. Pero lo hizo pasando por encima de algunos candados que vetan esa posibilidad en la Constitución Política de la República Mexicana.
Solo unos cuantos Senadores del MORENA sostuvieron con decoro su voto en contra.
Ellos fueron Fernando Herrera, Querétaro; Víctor Manuel Castro Cosío, Baja California y Mónica Fernández Balboa; Tabasco. Pero, también Blanca Estela Piña Gudiño, Michoacán; Nestora Salgado, Guerrero, y Antares Guadalupe Vázquez de la Torre, Guanajuato.
¡Viva la 4a República!